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Los embalses llegan al ecuador del invierno con un nivel récord de reservasLa reserva hídrica de Segovia alcanza uno de los mejores datos de su historia. Los cuatro embalses de mayor tamaño en la provincia están prácticamente llenos, lo que no es habitual en el invierno. A día de hoy, se encuentran a más del 91% de ... su capacidad al albergar 73 hectómetros cúbicos de agua. La pasada semana, en apenas cinco días, sumaron los mismos litros que en los diez meses previos, pese al vertido de caudal con motivo de las intensas lluvias y el deshielo.
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Ana María Criado
La capacidad de los pantanos segovianos superan el 90% por primera vez en años. Ni los mejores meses de lluvias permitieron al 2022 o 2023 rondar este dato, y mucho menos al 2021, un periodo con especial protagonismo de la sequía. La reserva provincial alcanza sus picos máximos en los meses inmediatamente previos al verano, con el objetivo de garantizar el abastecimiento, por lo que observar los embalses prácticamente llenos en pleno invierno es algo inaudito.
La curva ya era ascendente al comienzo del año hidrológico, en octubre. Las precipitaciones se sucedieron desde mediados de noviembre y apenas dieron tregua, después de producirse numerosos desbordamientos de ríos e inundaciones por todo el territorio. La nieve puso broche final a este episodio con motivo de la borrasca Juan, que atravesó la provincia hace poco más de una semana.
La suelta de agua ya no pone en riesgo a las diferentes poblaciones, no hay grandes desembalses como el que se produjo en Burgomillodo, donde el vertido llegó a los 180 metros cúbicos por segundo el día 19. Pese a ello, los niveles de reserva se mantienen elevados. De hecho, la cantidad de agua almacenada es más alta que nunca en la historia para el inicio de un mes de febrero. En la semana del 16 al 23 de enero, los pantanos afrontaron una entrada de más de 22 hectómetros cúbicos. Esta cifra es la misma cantidad de agua que sumaron entre el pasado mes de marzo y diciembre.
El embalse de Linares del Arroyo, en Maderuelo, fue el que más aguantó la crecida al poder albergar 14 hectómetros cúbicos más. Le siguió la presa de Las Vencías, en Fuentidueña, con cinco hectómetros; y el de Burgomillodo, en Carrascal del Río, con tres. Las reservas del Pontón Alto, que abastece a la ciudad de Segovia y a otros municipios del alfoz, no experimentaron ningún cambio, ya que su capacidad se mantiene al cien por cien desde principios de noviembre. En los días más conflictivos por las avenidas, el agua se liberó casi al mismo ritmo al que entraba.
En los últimos siete días, el porcentaje de agua embalsada ha caído en casi cuatro puntos, lo que se traduce en tres hectómetros cúbicos, según el último boletín hidrológico emitido por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Las compuertas de los embalses permanecen abiertas desde mediados de enero ante la previsión de lluvias en un futuro próximo, si bien el volumen de vertido es mucho menor.
Muestra de ello es Linares del Arroyo, cuya salida media es de 10,4 metros cúbicos por segundo. El embalse del nordeste de Segovia está al 92% de su capacidad, es decir, 14 puntos por encima que la misma semana del año anterior. Su mayor tamaño permite almacenar 54 hectómetros cúbicos, un límite al que se acerca. Nunca había anotado un nivel tan alto en pleno ecuador del invierno desde que se tienen registros en 1987. En 2001 se repitieron estos mismo valores, pero unas semanas después.
La actual tendencia guarda algunas semejanzas con la de 1998 e incluso 2003, cuando las reservas continuaron elevadas durante todo el ejercicio. En Burgomillodo, la función esencial del pantano es de generación de energía hidroeléctrica, pero también regula el caudal del río Duratón. Sus reservas, que se mantienen al 85%, ascienden a doce hectómetros. Son las mismas que en 2023 tras haber perdido un hectómetro cúbico. Es uno de los embalses que más acumulación ha liberado con previsión de futuras crecidas, ya que no había estado tan lleno en un mes de enero como ahora.
Hace una década, sus valores mínimos siempre se registraban a finales o principios de año, pero ahora tienen lugar una vez llegada la primavera. Por tanto, en esta ocasión el porcentaje de agua acumulada era el objetivo que se marcaba para abril. Esta situación afecta de forma directa a la presa de Las Vencías, de caída libre, ya que los litros desembalsados en Carrascal del Río desembocan en esta localización.
Por último, el embalse del Pontón Alto apenas ha experimentado cambios en las últimas semanas. Su caudal vertido superó los 26 metros cúbicos por segundo en las peores jornadas por el deshielo, lo que provocó el desbordamiento del río Eresma incluso en Segovia capital. En la estación de aforo ubicada en Bernardos, el caudal experimentó una importante crecida que tan solo tenía un antecedente en marzo de 2014. Tras normalizarse esta situación, la salida del embalse se ha estabilizado en cuatro metros y el nivel del río ha disminuido en más del 57%.
El pantano próximo a la ciudad, lleno al cien por cien, permite colocar a Segovia como una de las provincias con mayor volumen de agua embalsada. Incluso adelanta en el ránking a Burgos y Soria, entre otros territorios de Castilla y León.
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