![8-M: Ejemplos de sueños cumplidos](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201903/08/media/cortadas/ejemplos-kGQD-U70849514390gwC-624x385@El%20Norte.jpg)
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césar blanco
Segovia
Viernes, 8 de marzo 2019, 11:49
En el sector empresarial, las mujeres cobran un 17,9% menos que los hombres. Solo hay una rectora en las más de cincuenta universidades que hay en España. Nueve de cada cien inventos o patentes son de creación femenina. Únicamente el 25% de los principales investigadores son mujeres. Estos datos ilustraban las cartulinas que alfombraron los testimonios en primera persona del singular y femenino que ayer resonaron en el ágora del campus María Zambrano de la Universidad de Valladolid (UVA) en Segovia. Fue en el acto principal del 8-M convocado por el Consejo Sectorial de la Mujer.
Todas las que pasaron por el atril revelaron sus sueños, unos anhelos que ahora se han visto cumplidos. Marta Laguna, decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación, el cuarto centro en cuanto a cifra de alumnos de toda la UVA. Ana Belén Arcones, ejemplo de la primera generación de una familia humilde que accedió a estudios superiores y que hoy es una de las diez directivas más influyentes de España. María José Campano, que en su Zamora natal se preguntaba con su padre cómo algún día podría hablar sin necesidad de cables con sus parientes en Estados Unidos y que ahora ejerce la enseñanza en el ámbito tecnológico en el instituto La Albuera, aunque el sector privado se la rifó.
También compartió su experiencia Marina Torquemada, la más joven de todas las protagonistas del acto. Estudiante del María Moliner, no solo es la única alumna de la especialidad de Sistemas Electrotécnicos y Automatizados en Segovia, sino que además es la única mujer matriculada en la provincia en los ciclos formativos de grado superior de la rama de Tecnología e Innovación de la Formación Profesional. Ella también está cumpliendo con lo que quería hacer, pero insiste en seguir aprendiendo.
La sargento alumna Aida Pombo nació en Pontevedra y desde hace dos años forma parte de la 'familia' de la Academia de Artillería, donde se instruye en el Arma de la Escala de Suboficiales. Al igual que Marina, fue una 'rara avis' cuando se propuso estudiar técnico superior de electromecánica. Eran cinco mujeres en una mayoría «aplastante» masculina. En el instituto dijo que quería ser militar y persiguió su sueño para enrolarse y ser soldado de Artillería. Por su parte, Beatriz Merlo y María Agustina de las Heras, policía y subinspectora de la Policía Científica respectivamente, también visten un uniforme en un cuerpo altamente masculinizado.
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