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Los datos de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León constatan un empuje del coronavirus en la provincia en las últimas semanas. Lo peor, las seis personas fallecidas en el Hospital General de Segovia a causa de las complicaciones clínicas desencadenadas ... por el virus en lo que va de mes de junio.
Unas muertes que quizás despiertan sorpresa cuando se creía que había pasado el peligro mortal de una enfermedad infecciosa que ha estigmatizado la vida cotidiana durante los últimos dos años. Defunciones que se lamentan después de una racha sin óbitos de pacientes contagiados que se prolongó desde el 22 de mayo al 13 de este mes de junio en el centro sanitario de referencia en la provincia.
Los indicadores que ahora emplean las autoridades que velan por la salud pública siguen inamovibles en su estatus de 'riesgo controlado', a pesar de una incidencia en aumento entre la población que ya ha cumplido los sesenta años y de una presión asistencial desconocida desde el pasado mes de febrero, incluso antes de que se aplicaran las medidas de relajación de restricciones, que culminaron su desescalada con el fin de la obligatoriedad de llevar la mascarilla puesta en los espacios interiores, medida que entró en vigor el 20 de abril.
El gerente de Asistencia Sanitaria de Segovia, y también director del único complejo hospitalario con el cuenta el sistema público en la provincia, Jorge Elízaga, admite con serenidad el repunte que en las últimas semanas ha llevado a ocupar más camas en el ala izquierda de la cuarta planta del centro como consecuencia de que el aumento de casos detectados también va aparejado a una necesidades de tratamiento específicas que requieren el ingreso del paciente.
Y esta alineación de circunstancias obedece a algo que entra dentro de las previsiones de los responsables de política sanitaria, y es que el coronavirus, en uno de sus embates, afecte a aquella población que es más vulnerable como es la más mayor, donde a la avanzada edad se juntan patologías crónicas que se complican y agravan si hay infección por covid.
Elízaga concreta que la edad media de los 23 segovianos que están ingresados en planta en el Hospital General supera los 84 años. Esta ocupación de camas respecto al total de plazas disponibles es del 7,38%, lo que en la calificación del riesgo que establecen las autoridades equivale a un riesgo 'medio0 de transmisión comunitaria.
Además, en las últimas seis jornadas, este empuje de la covid ha hecho que se supere la veintena de personas ingresadas que reciben atención médica cada día, entre nuevas hospitalizaciones –treinta en la semana que ahora termina– y las altas veintidós tramitadas por el complejo asistencial en el mismo periodo de tiempo–. Desde la segunda semana de febrero no se recordaba esta presión en planta. Además, dos pacientes presentan diagnósticos críticos, por lo que son atendidos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Ese promedio etario sube y envejece aún más el retrato robot de quienes padecen la enfermedad a día de hoy. De los cuatro internamientos debido a una infección por covid que se registraron este mismo viernes, tres eran pacientes nonagenarios y uno casi centenario.
Ante estos datos, el gerente aclara que el perfil esbozado por los rasgos de los pacientes aquejados por la enfermedad «es similar al que estamos viendo en los últimos meses», a lo que hay que añadir que hay un grupo de infectados de edad avanzada que han contraído el virus en la residencia en la que viven. Jorge Elízaga incide en guardar los cuidados oportunos y adoptar las protecciones pertinentes porque esta población es la más susceptible de sufrir luego complicaciones si resulta contagiada.
Uno de los tres brotes que a finales de esta semana están declarados y controlados por los servicios de epidemiología de la Junta se localiza, precisamente, en la Residencia Mixta, donde a fecha de este viernes había diecinueve usuarios que habían dado positivo en las pruebas practicada para determinar si estaban infectados. Cuatro de ellos han requerido hospitalización.
Al gerente de Asistencia Sanitaria de Segovia, Jorge Elízaga, no le pilla por sorpresa el repunte experimentado en las últimas semanas. Era de esperar un embate como el que se vive ahora. El también director del Hospital General explica que «teniendo una interacción social como la que hay en la actualidad, es normal que la incidencia suba». Añade que quien contrae la enfermedad ahora no suele presentar una gran sintomatología, por lo que es «normal que haya ondas, que no olas» en la propagación de la covid. El incremento de casos y de la incidencia afecta a población de edad avanzada o con patologías previas respiratorias que se ven agravadas con la infección. En este sentido, el gerente subraya que el coronavirus «no ha cambiado su capacidad infecciosa, que sigue siendo estupenda».
Por otro lado, el responsable segoviano entiende que «se ha tenido más cuidado en proteger a los mayores, aunque también hay que ser consciente de que no se les puede tener en una urna; ya hemos visto los problemas psicológicos que han sufrido por no poder estar con sus familiares». La inmunización ha sido clave. De ahí que la administración de la cuarta dosis de refuerzo esté pendiente de la elección de cual puede ser el mejor momento para que sea más eficaz y protectora sobre las nuevas variantes, ya que «la ómicron se escapa bastante a la vacuna», matiza. En cuanto a la capacidad del Hospital General para contener este empuje, «siempre tenemos presente habilitar espacio por si hay un repunte». De momento, de las 36 camas del ala izquierda de la cuarta planta, 23 están ocupadas por pacientes con coronavirus, afirma el director del complejo sanitario.
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