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El gerente de Asistencia Sanitaria de Segovia, Jorge Elízaga, es tajante: «No echamos a ningún médico». La sentencia trata de zanjar la polémica ... que ha estallado a raíz de los borradores con las medidas ideadas para la reordenación de la Atención Primaria en el medio rural de la provincia. Una reestructuración necesaria, insiste el también director del Hospital General, y que así lo asumen también los profesionales de la sanidad pública, aunque algunos, como la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), hayan rechazado la forma, que no el fondo, de abordar esa reestructuración al considerar que se pierden plazas.
Elízaga lo rebate: «No habrá menos médicos» una vez se defina el plan, el cual sigue abierto a aportaciones y sobre el cual se continúa trabajando. Añade que, «para no perderse plazas, las pasamos al grupo de médicos de área, que fundamentalmente hacen su trabajo en la atención continuada o en sustituciones por vacaciones o bajas». También reitera que las vacantes sobre las que gira la reorganización son de facultativos que se han jubilado.
«Esto quiere decir que hay ciudadanos a los que se les está citando en la agenda de un médico que ya se ha jubilado y que esa agenda es asumida por otros compañeros del mismo centro de salud. Que cada día les vea un médico de familia diferente también ha generado quejas de pacientes», expone el gerente de Asistencia Sanitaria de Segovia, quien identifica en esta dinámica el problema a solucionar en el primer nivel asistencial del medio rural. El objetivo de la reordenación es, precisamente, «repartir esas tarjetas sanitarias de cada demarcación de una forma estable y fija, es decir, que a un usuario le vea siempre el mismo médico».
«No se cambia la frecuentación», apostilla. La modificación en cuanto a las jornadas de consulta ya entró en vigor el año pasado y no se varía, insiste Elízaga, quien concluye que la reorganización en la que se trabaja «no afecta negativamente a los ciudadanos». Lo que sí se afianza es que la visita al médico de familia se hará con cita previa. «De esta manera el médico va a pasar consulta sabiendo cuántos pacientes tiene un día y si no hay nadie citado, no va», añade.
Una de las modificaciones que se han introducido con respecto al documento inicial es que se va a permitir alargar la vida laboral a todos los galenos jubilados, con un matiz que atañe a los interinos, «a los que se les puede ofertar otras zonas básicas de salud, si en la suya no tiene demasiadas tarjetas», precisa el gerente.
Elízaga reconoce el déficit de personal en el Hospital, la carencia es «puntual» de determinados especialistas; y en la Primaria, la escasez es de médicos de área para sustituciones o cubrir incidencias de titulares. «Calculo que hay quince vacantes más las que se creen con la reorganización».
Por otro lado, valora la incorporación de 27 enfermeras que plantea la reestructuración de la sanidad rural. «Lo ideal es la parida de un médico y una enfermera y tenemos una brecha muy grande», admite en referencia a que esa equiparación no se da. Jorge Elízaga espera que este impulso se ratifique con «un aumento de la plantilla orgánica» y que «se queden enfermeras que se han contratado para la vacunación, el rastreo o para la toma de muestras» durante la pandemia, petición que hará a la Administración regional para que la tenga en cuenta en los presupuestos.
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