Douglas cerrará dos de sus cuatro tiendas en Segovia y dejará en paro a ocho trabajadores

La compañía alemana había sostenido durante las tres últimas semanas su decisión de aplicar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que en España se traducía en la salida de 600 empleados. Al final, el preacuerdo 'in extremis' entre la empresa y las centrales sindicales Comisiones Obreras (CCOO), Unión General de Trabajadores (UGT) y Unión Sindical Obrera (USO) suaviza la propuesta de regulación, pero no impide el cierre de dos de las cuatro tiendas que Douglas posee en Segovia.

Fuentes cercanas de la negociación afirman que los comercios de la calle Juan Bravo y de José Zorrilla bajarán la persiana de forma definitiva; mientras que los situados en el centro comercial Luz de Castilla y en la avenida del Acueducto se libran del cese de actividad. Representantes sindicales lamentan no haber podido salvar más negocios y, sobre todo, más empleos. El cierre de las dos perfumerías en la ciudad traerá consigo la extinción de ocho puestos de trabajo, cuatro por cada uno de los establecimientos damnificados.

Por otro lado, se mantienen las plantillas del centro comercial y de la avenida del Acueducto, que suman 19 trabajos, calculan los portavoces sindicales en Segovia, si bien la dotación de personal está en función de las campañas comerciales y de las promociones de casa temporada.

El preacuerdo suscrito por la dirección de Douglas y los tres sindicatos sobre la aplicación del ERE trae consigo una reducción de despidos y de cierres de tiendas inicialmente previstos por la multinacional, el aumento de la indemnización y el hecho de primar la voluntariedad, que han sido algunas de las claves para cerrar unas negociaciones marcadas por las tensiones entre las partes y las jornadas de huelga, que también se han vivido en Segovia, apunta la representación sindical en sus conclusiones.

Entre los compromisos que han logrado arrancar las organizaciones están que se «hayan reducido un 17% los despidos, se hayan subido la propuesta inicial para las indemnizaciones y la aceptación de las propuestas sindicales sobre los colectivos protegidos y la voluntariedad».

Los empleados perjudicados por el ERE tendrán prioridad en la bolsa de trabajo de la compañía; asimismo, se protegerán las situaciones personales y profesionales más comprometidas y vulnerables, con atención especial, por ejemplo, a víctimas de violencia de género y a personas que tengan a su cargo familiares con un primer grado con discapacidad diagnosticado. Fuentes sindicales citan la mejora conseguida en la indemnización por los despidos, que será de 31 días por año trabajado con un tope de veinte mensualidades, cuando al principio la empresa solo consideraba veinte jornadas anuales con un máximo de doce meses.