La Guarcia Civil investiga a dos personas como presuntas autoras de infracciones en materia de protección del patrimonio histórico, al ser sorprendidas mientras realizaban búsquedas arqueológicas con detectores de metales sin autorización en un pinar de Coca.
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La investigación comenzó tras recibir en el 062 una comunicación ciudadana que alertaba de la presencia de dos personas que estaban usando aparatos detectores de metales en un pinar.
Especialistas de la Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) se trasladaron al lugar indicado, situado en un monte de utilidad pública del término municipal de Coca, donde tras una activa búsqueda lograron encontrar dos detectores de metales y dos azadas, que habían sido escondidos por sus dueños en el interior del pinar, así como seis botones de latón y bronce y otras seis piezas metálicas de diferentes características que se encontraban en el interior del vehículo.
Estos objetos fueron intervenidos a los expoliadores y posteriormente entregados en el Servicio de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León de Segovia. Tras un estudio preliminar, el arqueólogo territorial determinó que cuatro de las monedas incautadas eran de la época del Bajo Imperio Romano. Del resto de las piezas incautadas destacan dos botones del siglo XIX, uno de ellos militar con el Escudo Nacional y de la Casa de Los Borbones y otro con una estrella en releve puntillada.
Por estos hechos se extendieron las correspondientes denuncias administrativas por la comisión de supuestas infracciones en materia de protección del patrimonio histórico, ya que esas personas carecían de autorización para efectuar prospecciones arqueológicas. Además, no pararon la búsqueda para comunicar inmediatamente el hallazgo de las piezas.
La Guardia Civil destaca que la actuación ha sido posible gracias a la inestimable colaboración ciudadana, fundamental para llevar a buen término los servicios dirigidos a combatir las actividades ilegales. Por todo lo expuesto, se recuerda que estas acciones realizadas al margen de la normativa establecida pueden ocasionar la pérdida irreparable de parte de la información contenida en los estratos arqueológico del lugar, además de alterar sus contextos, junto con la sustracción de los vestigios históricos, de forma que imposibilita cualquier acción posterior que pueda corregir el daño provocado. Todo ello con independencia de que el lugar se encuentre catalogado o no como yacimiento arqueológico.
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En este sentido, está prohibido llevar a cabo este tipo de actividades sin contar con autorización previa y expresa de la Consejería de Cultura. Para obtener estos permisos se exige la intervención de profesionales o equipos que cuenten con la titulación o acreditación determinada reglamentariamente. Previamente, deberán presentar un programa detallado que argumente la necesidad e interés científico de esos trabajos.
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