Gimnástica Segoviana e Illescas se citaron al mediodía en un duelo al sol con un premio simbólico como el campeonato de invierno que para dos clubes tan modestos bien vale una vitrina. Pero el asalto fue nulo y el Numancia, el grande, les pasó por ... la derecha con una manita al Cacereño y terminó la primera vuelta en lo más alto de un grupo V en el que solo un punto separa a los cuatro primeros. Ahí están los azulgranas, cuartos con 28 puntos, con la mitad del calendario en el retrovisor, dando la cara en la casa del líder. No hubo regalo de Reyes, pero la hormiguita sigue acumulando migas para el premio de verdad, el de primavera.
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Rara vez un partido sin goles resulta tan atractivo, un producto a la altura de su pedigrí: primero contra segundo. La Segoviana se encontró con un familiar lejano en términos futbolísticos, quizás su versión del año pasado: un equipo joven, descarado, rápido, que presiona, que no negocia con empates, lleno de confianza. Fue una sobredosis de intensidad que el técnico azulgrana, Ramsés Gil, dibujó para llevárselo al final con sus grandes bazas: Fer Llorente, Dani Plomer y Dani Segovia. Todos ellos partieron desde el banquillo mientras la fe de Maroto lideraba la presión, con Ivo y Hugo Díaz buscando la espalda de los centrales. El gallego protagonizó el primer acercamiento visitante con un testarazo en el segundo palo que no pudo dirigir.
Illescas
Christian Gómez, Viaña, Chaves, Renera, Poveda, Simón (Collazo, min. 55), Marcos Martín (C. Molina, min. 80), Núñez, More (Borona, min. 66), Cañizares (Mingo, min. 55) y Molina (Junior, min. 55).
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Gimnástica Segoviana
Carmona, De la Mata, Javi Marcos, Hugo Marcos, Manu, Ivo (Fer Llorente, min. 55), Rubén, Astray (Dani Segovia, min. 55), Hugo Díaz, Javi Borrego (Dani Plomer, min. 73) y Álex Maroto (Merencio, min. 55).
El árbitro: Alberto Sevillano Marín (comité Castilla-La Mancha). Amonestó con cartulina amarilla a Mingo por el Illescas y a Astray, Dani Segovia y Hugo Díaz por la Segoviana. Expulsó con roja directa a Astray, justificándolo así en el acta: «Dirigirse hacia mi persona, desde del área técnica, a viva voz y mientras entraba al terreno de juego en los siguientes términos: 'No ves nada, joder'». También anotó un puñetazo al banquillo del jugador.
Campo: Municipal de Illescas (Toledo).
La Segoviana asumía sin paliativos la presión alta, pero el Illescas no renunciaba a sacar el balón jugado, todo un síntoma de personalidad por parte de ambos que situaba el duelo en el alambre, a un mal corte de la ruptura. El Illescas cargó más la banda de Hugo Marcos y fue ganando peso con el transcurso de los minutos porque se llevaba los duelos. Intensidad. Fue en uno de esos momentos en los que Astray e Ivo se quedaron mirando cuando pudo llegar el gol local. La cosa desembocó en un pase al hueco que More no supo convertir en letal con un disparo cruzado en semifallo cuando se vio delante de Carmona.
El Illescas empezaba a imponer su dominio territorial y el tráfico aéreo se acumulaba en el área azulgrana. No había margen de error para Javi Marcos y Juan de la Mata porque cualquier envío local contaba con refuerzos que cargaban al segundo palo con una fe inquebrantable. No hubo incendios porque ambos cuajaron de nuevo una actuación notable. El primero, con la habilidad para trazar esa frontera esencial en el contacto, tocando lo justo al atacante para que el colegiado no haga sonar el silbato cuando cae dentro del área, el primero de los cuatro penaltis claros que vio el técnico local, Pablo Nozal: tres a favor de los suyos. El de Garcillán hace olvidar que en un pasado cercano fue centrocampista. Con ellos llegó de una pieza al intermedio la Sego, incluso lamentando que Maroto no controlara bien un balón propicio en el descuento.
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Los locales volvieron del vestuario con el mismo aguijón, buscando la contra en cada anticipación, los espacios, volar. No es un equipo que utiliza el césped artificial para enjaular al rival, sino que despliega sus virtudes a pesar de la superficie sintética. La Segoviana tenía problemas para despejar y salvó de milagro un barullo en su área que hasta tres atacantes pudieron perfectamente convertir en gol. No sucedió y llegó el momento que Ramsés esperaba para vaciar sus naves. Llorente, Merencio y Segovia, de golpe. Un partido nuevo, para alegría de Borrego, adormecido hasta entonces y que no tardó en celebrar la llegada de sus mejores socios.
Después salió Plomer; en la jerarquía azulgrana del esfuerzo los minutos tras una ausencia prolongada hay que ganárselos y ayer sumó méritos, concentrado sin balón y muy incisivo con él. Entre él y Merencio, la Segoviana había ampliado sus galas y el Illescas ahora tenía que preocuparse por las bandas. El madrileño firmó quizás el mejor envío de la tarde, pero ni Segovia, que remató en semifallo, ni Plomer, que la pegó alta, pudieron aprovecharlo para abrir la lata. Sustos que no rebajaban la ambición de los toledanos, que enviaban a todos los efectivos disponibles a campo rival cuando se presentaba la ocasión en busca de cualquier rechace o segunda jugada. Todo un reto para Carmona, que sumó otra portería a cero a domicilio. Sin paradas de resumen, fue un ejemplo de solvencia. Porque los locales rozaron el bingo en un mal remate de Rober que se convirtió en un centro perfecto al segundo palo sin rematador. En varios centros-chut. O en un despeje de Hugo Marcos que golpeó el pecho de un rival, otro de esos penaltis que vio Nozal
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Como el que pidió Dani Segovia cuando vio caer a Plomer, golpeado tras un control largo en un riguroso contacto del defensor. Para el lamento de más de un centenar de aficionados gimnásticos que vio la acción en primer plano y quería un final feliz. El balear lanzó en el descuento la contra de los sueños, pero el asistente levantó el banderín por fuera de juego cuando Dani Segovia se disponía a sentenciar la salida del portero. El héroe de Badajoz no pudo serlo en Illescas.
La Segoviana encontró el equilibrio entre buscar el partido y frenar el ímpetu local, Con esas pausas de sus veteranos, con esos cortes que nadie recuerda. Ahí recae su valor, en las acciones que elimina de la historia, de los resúmenes. Aguafiestas como Manu, que dio una lección en una mañana llena de minas. En este thriller que es la Segunda RFEF, la Segoviana solo ha perdido una vez a domicilio. Y ayer restó dos puntos a otro rival directo.
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