Dos apuestas personales de Senovilla

El club tomó la decisión de fichar a Luis de Vega como complemento en portería de Dzimitry Patotski en lugar de retener a Nil Guiteras, que ha demostrado potencial a la sombra del bielorruso, por una cuestión de veteranía. El guardameta, de 34 años, lleva seis en tierras burgaleses y dio la talla en su temporada de Asobal pese al descenso. Responde a un perfil más dinámico –él mismo se define así y añade el adjetivo explosivo– y con una técnica de parada diferente a la del titular navero. «Lo que hemos buscado en un puesto tan importante como la portería es esa veteranía. Necesitamos a alguien que pueda trabajar en el puesto independientemente del protagonismo o no que tenga Dzmitry», subraya Senovilla.

El resumen es que el volumen de minutos no presionará a Luis de Vega. «No queremos que su rendimiento dependa del momento». Esa estabilidad decantó la balanza. «Alguien como Nil Guiteras tiene que jugar. Estar a la sombra de un gran portero como es Patotski en Asobal tampoco sería hacerle ningún bien; no le estoy haciendo un favor, pero si vamos a intentar la permanencia necesitamos gente que no sienta esa presión. Con Luis no hay que estar pendiente de su estado de ánimo». Los dos descendidos a Plata son los ascendidos el curso pasado –Guadalajara y Cisne–, así que el reto exige elevar las prestaciones.

El leonés, de 1,90 de estatura, firma por dos temporadas. Canterano del Ademar León, fue el tercer portero del primer equipo en Asobal. En 2014 fichó por el Torrelavega, donde estuvo tres temporadas y con el que disputó una fase de ascenso a Asobal. Es un líder de vestuario, uno de los capitanes en Aranda.

De Vega explica su decisión a la web del club: «Desde que jugué la primera vez en el frontón, disfruté de un ambiente espectacular, un pueblo que respira balonmano y lo hace especial. Unido al proyecto del club y que me permite estar cerca de mi familia, lo convierten en la mejor opción». Asume el reto de «pelear» con Patotski: «Hay que formar una pareja sólida juntos que ayude a conseguir los mejores resultados al equipo».

La llegada de Palomeque explica la salida de Paco Bernabéu tras cinco temporadas. Senovilla no quería un velocista para el puesto de extremo, sino otros registros. A sus 23 años, el malagueño es alto para la posición (1,88 metros), ofrece una extra en el juego estático por su capacidad para lanzar desde nueve metros o desequilibrar en uno contra uno y garantiza excelencia defensiva como uno de los bastiones del Málaga, la mejor defensa de Plata el curso pasado. «Para tener algo parecido a Paco, me hubiera quedado con él».

Senovilla habla de una oportunidad para que Palomeque, de 23 años, amplíe su repertorio con un conjunto más ofensivo. «Creo que puede explotar en el Nava. Hay equipos que miran a otro tipo de jugadores y yo creo que Dani tiene muchísimo potencial. Quizás es una apuesta personal, confío que lo puede hacer muy bien». Se midió dos veces a los naveros en la fase de ascenso, pero el fichaje se decidió antes. Senovilla no necesitó sufrirle para traerle.

Sus prestaciones ofensivas dan al técnico la opción de usarle como avanzado en una defensa 5:1, un esquema que no ha explotado este curso –el Nava ha brillado con un 6:0– pero que exigirá la Asobal. Con su envergadura –pesa unos 88 kilos y fue portero de fútbol en el Málaga en categorías inferiores– puede defender al lateral rival en caso de necesidad. Así que el técnico ve en él un buen complemento a Andrés Vila en busca de su gran objetivo cuando ha diseñado la plantilla: la versatilidad. «Queremos un equipo que intente hacer muchas cosas».

Otro plus de Palomeque es la lucha, acreditada en un equipo aguerrido como el Málaga. «Tiene muy buena mano, es un jugador muy espabilado para el contragolpe». Y que es un hombre de club, uno de los fundadores de la primera plantilla malagueña en la temporada 2017-2018. Anotó 41 goles el curso pasado en un equipo que perdió ante el Cangas la eliminatoria de promoción. «No ha sido fácil dejar mi casa, mi familia y amistades en Málaga, pero formar parte de un equipo tan serio y con una historia como esta es una oportunidad que no puedo dejar pasar», explicó el extremo, que se mostró cauto. «Aunque tengamos un proyecto ambicioso, habría que empezar por mantener la categoría».