El 'Dólar' deja atrás sesenta años de historia

Este ha sido su último fin de semana abierto. Después de 65 años de recorrido, el restaurante Dólar, en La Granja de San Ildefonso, cerró sus puertas definitivamente el pasado domingo. La falta de relevo generacional ha llevado a Teresa y María Jesús Bermejo, las actuales dueñas, a tomar la decisión de poner punto y final a este icónico local segoviano. Lo heredaron de sus padres, Teresa y Eusebio, que fueron los fundadores y, aunque alguno de los nietos, como Elena Bermejo, trabajan en él, ya no hay nadie de la familia que desee seguir al frente.

Javier Bermejo, jefe de sala y marido de María Jesús, declara que este cierre es «una pena después de tantísimos años» y asegura que el Dólar «siempre ha sido el restaurante de referencia» en la zona. Recuerda que don Juan de Borbón y otros miembros de la Casa Real frecuentaban antiguamente el local, conocido en toda la provincia y visitado también por muchos madrileños. «Estamos muy agradecidos a toda la gente que ha pasado por aquí», confiesa.

El establecimiento empezó como bar allá por 1956, según relata Bermejo, y después se fue ampliando hasta ser un restaurante famoso por sus gambas a la gabardina, sus empanadillas o sus judiones de La Granja. Pero el plato estrella era el 'Escalope Dólar', una especie de cachopo que ya se hacía en los años 60 y atraía innumerables clientes. Como apunta Bermejo, la comida casera castellana, con productos frescos y naturales, así como su «elegante ambiente» y su «servicio de altura», han sido siempre una seña del Dólar. Este restaurante albergaba, además, el último horno de leña de la provincia, con el que se cocinaba gran parte del menú. «La forma de guisar en ese tipo de cocinas lógicamente aporta un sabor bastante mejor», explica Bermejo.

Aunque las despedidas siempre son tristes, el jefe de sala insiste en transmitir su agradecimiento a la clientela. Dice que desde que anunciaron que el restaurante iba a cerrar, mucha gente se ha volcado y ha querido acudir a comer una última vez, por lo que este mes ha sido un tiempo de reencuentros con antiguos clientes y amigos. El domingo el local estuvo «abarrotado» e incluso hubo sorpresas para los allí presentes. Para María Jesús y Teresa Bermejo, este momento también está siendo duro porque, como afirma Bermejo, «ellas son el alma de la casa, han nacido en el restaurante».

A partir de ahora, el edificio comenzará una nueva etapa. Previsiblemente acogerá viviendas, ya que las propietarias lo vendieron a una promotora. No obstante, Bermejo indica que está protegido estructuralmente y no se puede demoler, por lo que, aunque cambie de función, el aspecto del actual establecimiento se mantendrá. Ni siquiera el paso del tiempo podrá borrar la huella que deja el emblemático restaurante Dólar.

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