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Al igual que Alexander Szymanowski castigó a la Segoviana con el gol del hijo pródigo, Dani Segovia hizo valer la ley del ex en el Nuevo Vivero de Badajoz. Pero mientras el extremo argentino celebró el tanto con gestos de perdón a la que fue ... su afición, el delantero madrileño se quitó la camiseta y mostró su número nueve a un estadio que en su día fue suyo y del que salió por la puerta de atrás tras media temporada. Su gol en el 88 fue el broche perfecto a un gran partido, de oficio y trabajo gris, a la espera de una oportunidad. Cuando esta llegó tras un fallo del defensa, Segovia no perdonó. Es lo que tienen los delanteros diferenciales. Y, tras las dudas de su fichaje y unos primeras jornadas de poco protagonismo en el ataque azulgrana, reivindicó su figura como jugador determinante de la categoría.
Badajoz
Miguel Narváez, Fran Grima, Borja López, Carlos Cordero, Chacartegui, Toni Jou, Núñez, Samel Monchón, Castri, Carrasco y Cintas.
0
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1
Segoviana
Carmona, Silva, Abel Pascual, Javi Marcos, Rubén, Manu, Fer Llorente, Astray, Hugo Díaz, Javi Borrego y Dani Segovia.
CAMBIOS BADAJOZ: Sandro por Samuel Manchón (min 46), Kandoussi por Castri (min 55), Damian por Núñez (min 75), Jurgi por Carrasco (min 75) y Gálvez por Borja López (min 90).
CAMBIOS SEGOVIANA: Juan de la Mata por Abel Pascual (min 25), Ivo por Hugo Díaz (min 68), Merencio por Astray (min 68) y Álex Maroto por Javi Borrego (min 83)
GOLES: 0-1 Dani Segovia (min 88)
ÁRBITRO: De Santisteban Adame (Andalucía). Amonestó a los locales Borja López, Chacartagui y Manchón y a los visitantes Abel Pascual y Dani Segovia. Expulsó por doble amarilla al visitante Silva.
OTROS DATOS: Nuevo Vivero de Badajoz.
Segovia puso la firma a una sólida actuación de la Gimnástica Segoviana en su segunda salida consecutiva a tierras extremeñas. Tras asaltar el Príncipe Felipe de Cáceres en su primer triunfo como visitante desde febrero, el equipo de Ramsés Gil se presentó en Badajoz con la intención de demostrar que aquella victoria no fue fruto de la casualidad. Para lograr su objetivo, el técnico azulgrana apostó por los mismos protagonistas. Repitió once Ramsés, algo poco habitual desde su llegada al banquillo segoviano en marzo de 2022.
La continuidad en la alineación se tradujo en un guion muy similar al de la semana pasada en Cáceres. Los pacenses dominaron de inicio, con un remate de cabeza de Toni Jou que no encontró palos en la ocasión más clara del Badajoz en la primera parte. Fue el aviso a navegantes. En singular. No le hizo falta más a la Gimnástica para ajustar y evitar sustos, aunque tardó un cuarto de hora en empezar a llevarse los duelos del centro del campo para ganar metros en ataque.
Controladas las ofensivas por banda de los locales, la Gimnástica comenzó a carburar cuando Manu barrió cada pelota que caía en el centro del campo. Si encima era capaz de encontrar rápido a Fer Llorente, las combinaciones visitantes cogían ritmo, agilidad y peligro. Pero faltaba el último paso, esa chispa en el último tercio del campo que encendiera definitivamente la mecha. Con Borrego menos preciso que en Cáceres y Hugo Díaz demasiado lejos del área, llegar a la portería de Miguel Narváez requería de un gran disparo lejano o de un preciso centro lateral que no terminaban de llegar.
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La Segoviana crecía y amenazaba con hacerse con el dominio del choque cuando llegó la peor noticia de la tarde. Abel Pascual quiso despejar un balón, pero se rompió muscularmente. Se marchó cojo del campo y seguramente se despidió de los terrenos de juego hasta 2024. La Gimnástica perdía a su mariscal defensivo en un golpe que puso a prueba a su moral.
Con David López lesionado en casa y el comodín de Astray ya usado como extremo derecho, Ramsés miró al banquillo y optó por Juan de la Mata. El segoviano saltó al terreno de juego con gesto de tranquilidad y cero preocupaciones. Como el que juega una pachanga de amigos con la calidad propia de uno de los mejores 'cincos' de la categoría. Y de un gran problema, como la lesión de Abel, la Segoviana salió bien parada. De la Mata mejoró la salida de balón y permitió a la Gimnástica dominar. En defensa, sin amenazas a su espalda, se complementó a la perfección con Javi Marcos para proteger a Carmona.
El balón ya estaba más en poder de los gimnásticos que del Badajoz. Pero el problema era el mismo. Faltaba ese punto de presencia en el área rival. No había desborde ni desmarques al espacio, pero el control era visitante. No era poca cosa en el campo del equipo que se autoproclamó como el Real Madrid de la categoría.
Tras el paso por vestuarios el Badajoz quiso mover fichar para quitarle el dominio a los azulgrana. Y lo consiguió durante un minuto y medio de miniasedio en el que la Carmona tuvo que despejar un disparo desde la frontal. Pero en cuanto Fer Llorente fue capaz de pisar campo contrario con el balón controlado, el dominio volvió a ser visitante para desesperación de un equipo pacense que acumulaba imprecisiones y perdía duelos en el centro del campo.
El 'catorce' gimnástico continuó con su recital con un pase en profundidad que Javi Borrego desaprovechó con un control demasiado largo ante Miguel Narváez, vencedor del duelo ante el salmantino. El rechace cayó en los pies de Hugo Díaz, un jugador con imán para cazar balones sueltos en zonas de peligro. Fusiló el gallego, pero su disparo salió centrado y al cuerpo del portero del Badajoz. Perdonó la Segoviana su ocasión más clara del partido, pero no la última. Con Llorente y Manu gobernando el centro del campo y Dani Segovia dando una exhibición de cómo se juega de espaldas a la portería, Hugo Díaz y Astray lo intentaron con dos remates que no exigieron al meta local.
Pasaban los minutos y el cansancio emergió como un elemento de riesgo para la Gimnástica. En un campo tan grande y después de un esfuerzo descomunal durante una hora, al gallego y al vitoriano se les acabó la gasolina. Nueva prueba para el banquillo visitante, con la enésima oportunidad para que Ivo y Merencio reclamasen un papel con mayor protagonismo en el equipo.
La Sego notó los cambios. No cayó en picado, pero cedió parte del dominio ante un Badajoz que seguía buscando la tecla para inquietar a una zaga que no cometió un solo error. Con solvencia y seriedad, los azulgrana entraron a la fase final del duelo dando por bueno el punto tras no haber golpeado con contundencia cuando tuvo la oportunidad.
Pero quedaban los minutos calientes. Ese tramo del partido en el que se han decidido tantos partidos de la Segoviana. Y ahí emergió la figura de Dani Segovia, recogiendo el regalo de Fran Grima para plantarse solo ante Miguel Narváez. El delantero madrileño tuvo toda la calma que le faltó a Borrego y a Hugo Díaz en el inicio de la segunda parte. Definió por raso y entre las piernas del meta para que la afición del Badajoz enfilase el camino a casa antes de tiempo. Ni siquiera la expulsión por doble amarilla de Silva en el descuento inquietó la victoria la azulgrana, la segunda consecutiva para volver a asomarse a la zona alta de la tabla.
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