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Un camarero de un local de Segovia sirve una bebida a una joven en la barra con mascarilla. Óscar Costa
La doble licencia, un vía para la supervivencia

La doble licencia, un vía para la supervivencia

Ocio nocturno ·

Durante los meses más crudos de la pandemia del coronavirus, ha habido discotecas o locales nocturnos que pidieron al Ayuntamiento de Segovia abrir como bares 'normales'

Berta Jiménez

Segovia

Domingo, 28 de noviembre 2021, 11:48

Para tratar de sobrevivir y mantener los negocios a flote, durante el año pasado algunos locales pidieron al Ayuntamiento de la capital segoviana la licencia de bar 'normal'. De esta manera, podían abrir en horario diurno y funcionar como un establecimiento hostelero o cafetería. Es el caso del Canavans-Theatre o el Mandala, que hicieron uso de esta doble licencia «porque tenían opción de terraza», según explica el representante del ocio nocturno, José Cobos, quien descartó esta opción para su negocio. «En el paseo del Salón (donde se ubica el Sabbat), es más difícil que la gente vaya a las cinco de la tarde y les eches a las nueve de la noche», afirma.

El propietario del bar Mandala, Javier García, explica que este establecimiento siempre había funcionado como discoteca, pero durante la pandemia el Ayuntamiento de Segovia les brindó la posibilidad de obtener esta segunda licencia para poder ofrecer un servicio de bar-cafetería. Fue en noviembre de 2020 cuando obtuvieron el permiso y, desde entonces, el local ha contado con una doble licencia (discoteca y bar normal) que le ha permitido sobrevivir este último año hasta la reapertura del ocio nocturno. «Vimos una pequeña salida para poder tirar para delante de alguna manera», recuerda García. «Gracias a eso fuimos poniendo un parche».

Lógicamente, tuvieron que adaptar el establecimiento a la normativa que se les exigía. Por ejemplo, tuvieron que llenar toda la sala de mesas «con una capacidad mínima», cambiar sus horarios y hacer un uso de la música totalmente distinto al que habían hecho hasta entonces.

Pero les ha merecido la pena porque les ha permitido «mantenerse vivos mentalmente». Más allá del aspecto económico (al tener la oportunidad de abrir han perdido menos que otros establecimientos del sector nocturno, aunque los ingresos «no dan ni para cubrir los gastos mínimos»), García insiste en que lo importante es que pudieron continuar con una rutina de trabajo y seguir activos mentalmente. «Teníamos un empleo, íbamos a atender a nuestros clientes, abríamos las puertas... Algo es algo», confiesa.

Ahora, este y otros locales ya están funcionando como discotecas a pesar de que siguen teniendo también esta licencia de bar. De cara al invierno, el sector confía en que la ansiada 'antigua normalidad' vaya regresando progresivamente y que los clientes vuelvan a bailar y disfrutar en sus establecimientos, devolviendo la luz a la noche segoviana.

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