Disfraces estivales y paellas al cuadrado

Una, la tradicional que congrega cada ciclo festivo a cientos de comensales, público sobre todo familiar, en la explanada de la Fuencisla. El multitudinario picnic de unos 1.500 platos servido por la Asociación de Cocineros ha reunido a mayores y niños en este pulmón verde para degustar las raciones preparadas y de paso pegarse un baile al son de las charangas.

La otra paellada popular la ha acogido la plaza de la Morería en el barrio de San Millán, en el que es el hogar de la Asociación para la Atención a la Parálisis Cerebral (Aspace), siempre activa y muy presente en la sociedad segoviana y el corazón de muchos que en esta jornada domninical también han compartido mesas y bancos con la causa, aunque como aseguraban sus responsables, la cita era un pretexto para pasar un buen rato de convivencia rica y festiva.

Los comensales han dado buena cuenta de unas doscientas raciones, como calculaba la organización, que sigue a la espera de que se cumpla la moción municipal que abría la puerta a un renovado recinto para llevar a cabo mejor su actividad asistencial y de apoyo a las familias. De momento, se quedan con el buen sabor de la paella, de la respuesta de la gente y de su vigésimo aniversario al pie del cañón.

Antes, por la mañana, el programa de San Juan y San Pedro, se ha disfrazado de estreno con la celebración del que se ha bautizado como carnavalito, que aumentó y caldeó en pleno estío y no en el gélido invierno segoviano la carga cromática y jaranera de la fiesta a la hora del vermú en la Plaza Mayor.