Dani Pérez celebra un tanto del Balonmano Nava. Antonio de Torre
Dani Pérez | Extremo del Balonmano Nava

«Es mucho más difícil meter gol entrenando que en un partido»

El pucelano, brillante en lo que va de curso, se mide hoy al Valladolid, el club del que se marchó rumbo a Nava ante la falta de oportunidades

Sábado, 11 de noviembre 2023, 11:06

Dani Pérez encontró en Nava de la Asunción la confianza que le faltaba en Valladolid. «Un sitio serio cerca de casa», resume el extremo, que hoy recibe a sus ex (21:00 horas, Teledeporte) en casa, totalmente hecho al uniforme, en su temporada más eficaz, ... con más minutos. «Me lo tomo como un partido más. Quiero demostrar que he crecido en todos los partidos, no solo contra Valladolid».

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–¿Le cambió la vida mudarse de un lugar a otro con cien veces menos población?

–Tampoco mucho porque la vida del deportista es parecida en todos los lados: de entrenar a casa y de casa a entrenar. Te cambia la vida social; en mi ciudad era más con mis amigos y aquí es más con la gente del equipo. Es bueno porque hace que el grupo sea más fuerte.

–¿Es una vida aburrida?

–A mí no me aburre porque hago todos los días algo que me gusta mucho. Es diferente, digamos.

–¿Cómo se gana los minutos?

–Ahora me los he ganado porque Óscar (Marugán) estaba lesionado (ríe). Entrenando día a día para mejorar y poder jugar el fin de semana como titular.

–¿Se debe juzgar a un extremo por sus goles?

–Está claro que es algo bastante importante, pero no es lo único. Es lo que hacemos: llega el balón y tenemos que tirar. Hay extremos que pueden defender muy bien, hacer otro tipo de cosas que a lo mejor yo no puedo hacer tan bien. Lo de meter goles me parece un dato. Es verdad que en las estadísticas es lo que más ve la gente, pero a mí me gustaría ser un extremo que hace más cosas.

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LOS SIETE METROS

«Antes me ponía nervioso porque todas las miradas estaban en mí y los fallaba todos»

–¿Cómo se mejora el acierto?

–Tirando mucho. Entrenando con Patotski y con Luis es más fácil.

–¿Cómo engaña a alguien al que ve en todos los entrenamientos?

–Igual que él me conoce a mí yo le conozco a él; hay veces que él gana el juego y otras gano yo. Intentando hacer cosas diferentes; a lo mejor, marcarle el lanzamiento a un lado y tirándoselo al otro, cosas que no te atreverías a hacer en un partido si no lo has entrenado muchas veces. Yo siempre he dicho que es mucho más difícil meter un gol entrenando que en un partido. Hay días que parece que no has metido ninguna y te vas enfadado a casa.

–¿Qué parte es mental?

–Mucha. El año pasado había semanas en las que entrenando no le metías un gol al portero y luego llegaba el fin de semana y no salían las cosas. Estás con ello en la cabeza, fallas el primero y ya estás: toca lo mismo que toda la semana. Luego hay días que metes la primera y cambia todo. Sí, es un tema mental.

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LANZAR ANTE LUIS Y PATOTSKI

«Nos conocemos mucho. Hay días que parece que no has metido ninguna y te vas enfadado a casa»

–¿Tiene memoria corta?

–Cuando tengo un error, intento hacer bien la siguiente jugada, ya sea en defensa o en ataque, e ir creciendo mentalmente desde ahí. El juego te obliga a olvidarte: si no, encadenas un error detrás de otro y ahí es cuando la lías.

–¿Está contento con su eficacia desde los siete metros?

–Sí. Nunca había sido lanzador de penaltis. Hablamos en pretemporada Óscar y yo y decidimos que el primer penalti lo tirase el que estuviera en el campo y, a partir de ahí, el que le metiese. Es verdad que están saliendo las cosas. Le tengo que dar las gracias a Luis, el que se queda conmigo para tirar los que hagan falta cuando acaban los entrenos. En Valladolid, alguna vez que me ha tocado, me ponía muy nervioso, todas las miradas están en ti. Y los fallaba todos, la verdad. Aquí, Álvaro (Senovilla) me dio esa confianza y no me pongo tan nervioso: es un tiro más, no es especial.

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–¿Qué balance hace de lo que va de temporada?

–Por puntos estamos donde querríamos estar; sacamos el punto ante Ademar, que no contábamos tanto con él, y dejamos escapar uno ante Cangas.

–¿Cómo se quedó tras perder esa ventaja de dos goles en el último minuto?

–La verdad es que me fui enfadado a casa, pero viendo el partido en frío te das cuenta de que en muchos momentos lo teníamos perdido. Ellos pensarán lo mismo, que a falta de diez minutos lo tenían ganado.

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–¿En cuántos puntos estará la salvación?

–Salvarse del descenso directo, yo creo que entre 20 y 24 puntos. Entre el último y el octavo a lo mejor hay una diferencia de seis o siete puntos.

–¿El público del Nava remonta partidos?

–El público ayuda a remontar partidos. Cuando el público cree, nos hace creer a nosotros. Y eso ayuda mucho. Gol a gol, acción a acción, defensa a defensa.

–¿Qué hace cuando un portero lo está parando todo?

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–Es complicado, la verdad. Sobre todo, depende en qué momentos te pare. Cuando vas perdiendo de seis, te pones a tres, tienes bola para recortar a dos y te la para, te hundes. Intentas aguantar, observar y que vaya para dentro. Lo que más usamos los jugadores es el tiro de seguridad, en el que más confianza tienes.

–¿Qué techo tiene el Nava?

–Es una de las mejores estructuras de club de España, quitando a los equipos de arriba. Desde la humildad, haciendo esas cosas bien, sí que se puede llegar a crecer. Y a lo mejor en un futuro, no sé si próximo o lejano, se puede llegar a estar ahí. Pero tiene que hacerse desde la paciencia.

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