Segovia
Detenido un exfutbolista segoviano por traficar con droga en su gimnasio

Distribuía anabolizantes y esteroides a universitarios, que pagaban a través de bizum con conceptos referidos a productos nutricionales o cuotas del gimnasio

Quique Yuste

Segovia

Martes, 28 de mayo 2024, 19:30

La Policía Nacional de Segovia ha detenido a dos personas como las presuntas autoras de delitos contra la salud pública, blanqueo de capitales y delito contra la seguridad del tráfico. En el marco de la operación 'Kratos/Maiale', las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del ... Estado han concluido que ambos se dedicaban, presuntamente, a la importación, almacenamiento y distribución de medicamentos ilegales y de sustancias estupefacientes entre jóvenes estudiantes de la ciudad. Para ello, utilizaban el gimnasio que regenta un hombre, exfutbolista y vecino de La Lastrilla, que ha entrado en prisión por orden del Juzgado de Guardia. Su pareja, que también fue detenida, ha quedado en libertad tras prestar declaración.

En los dos registros practicados se encontraron 100 gramos de hachís, 230 gramos de marihuana, material para la elaboración de monodosis, dos básculas de precisión, más de 2000 dosis de medicamentos de distintos tipos de las conocidas anabolizantes esteroides, dos vehículos uno de ellos de alta gama y seis dispositivos electrónicos. En el momento de su detención el hombre llevaba más de 4.000 euros en efectivo.

Las primeras pesquisas policiales revelaron que los investigados podrían estar actuando en Segovia distribuyendo distintas sustancias estupefacientes entre estudiantes universitarios. Los encuentros se concertaban a través de plataformas de mensajería encriptadas como whatsapp o telegram, donde se acordaba la cita para la entrega de los productos.

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La investigación, en la que han intervenido el Grupo Antidopaje de la UDEV Central de la Comisaría General de Policía Judicial, el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Segovia y guías caninos de la Jefatura Superior de Policía de Castilla y León, concluye que además del tráfico de estupefacientes, el hombre también importaba, almacenaba y distribuía sustancias anabolizantes y esteroides, además de otros medicamentos ilegales.

Los productos los adquiría en su mayoría en Portugal para luego venderlos a clientes del gimnasio que regentaba. Este establecimiento recibía los pedidos a través de empresas de paquetería para los deportistas que el investigado llevaba en sus entrenamientos y preparaciones. Los clientes eran en su mayoría estudiantes universitarios.

Este negocio también le permitía, según las investigaciones policiales, blanquear los beneficios que le proporcionaban las dos actividades ilegales mencionadas, recibiendo muchos de los pagos a través de plataformas como Bizum con conceptos referidos a productos nutricionales o cuotas del gimnasio.