El Balonmano Logroño La Rioja se convirtió en el tercer equipo capaz de asaltar en Asobal el pabellón Guerreros Naveros (26-27) esta temporada. Los riojanos se impusieron en un final apretado al Viveros Herol Nava en un partido muy igualado que se decidió por ... el mayor acierto de los visitantes en jugadas clave. Los naveros encadenaron su tercera derrota consecutiva y ven alejarse la quinta posición que permite jugar la próxima temporada competición europea.
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Balonmano Nava
Luis de Vega, Moyano (2), Borja Méndez (2), Andrés Vila, Dani Pérez (1), Mario Nevado (3), Ahumada (5), Gonzalo Carró (4), Prokob (2), Óscar Marugán (4), Smetanka (2), Isaías Guardiola, Gedeón Guardiola, Pablo Herranz y Patotski.
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Balonmano Logroño
Palasic, Rivero (5), Soler (1), Preciado (2) El Korchi (1), Modi, Ponciano (5), Zaja, Tua (1), Rolando Urios (3), Javier García (2), David Cadarso (3), Palomino (4), Edu Cadarso y Xoan Ledo.
Parciales: 1-0, 3-3, 6-6, 8-10, 11-12, 15-13 (descanso), 16-16, 18-18, 20-19, 21-22, 25-25 y 26-27 (final).
Árbitros: Hoz Fernández y Riloba Pereda. Una exclusión al Nava y cuatro al Logroño. Expulsaron al jugador local Gonzalo Carró.
Otros datos: Partido disputado en el pabellón Guerreros Naveros de Nava de la Asunción. Casi lleno.
El partido empezó con un ritmo bajo. Ninguno de los dos equipos parecía tener mucho interés en un inicio eléctrico. Reinaba el orden sobre la cancha, con las defensas más activas que unos ataques que no estaban dispuestos a asumir riesgos que pudieran ser un contragolpe en la portería rival. Una fase del partido en la que se movió mejor el equipo navero. Sin brillo en ataque, fue capaz de encontrar buenos lanzamientos para ponerse por delante en el marcador frente a un rival que no encontraba el momento de acelerar para hallar el lanzamiento cómodo. Y si lo encontraban, Patotski –salido desde el banquillo para el primer siete metros en contra del partido– se hacía grande para negar el primer tanto a los riojanos.
La mala noticia para el equipo de Álvaro Senovilla era que, pese a haber dejado al Logroño siete minutos sin marcar, la renta a su favor era tan solo de dos goles. Una diferencia que se esfumó en tres ataques, el tiempo que necesitaron los visitantes para encender la mecha y disfrutar de su primera ventaja en el electrónico.
Superado el primer intercambio de goles, el duelo ganó ritmo y velocidad. La consecuencia fue un mayor número de lanzamientos y, también, de pérdidas de balón. Con el duelo agitado, Palasic comenzó su exhibición sobre la cancha negando varios goles al Viveros Herol Nava, que sufría en defensa la presencia de Javi García en el pivote. Aún así, los naveros no le perdían la cara al encuentro y mantenían la iniciativa, aunque sin poder marcharse en el marcador. Ni siquiera en minutos locos, con cuatro goles consecutivos, el partido se rompió para ninguno de los dos lados.
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Superado el ecuador de la primera parte el equipo riojano quiso dar un golpe sobre la mesa pese a jugar dos minutos en inferioridad por la primera exclusión de Rolando Urios. Un parcial de 0-2 obligó a Álvaro Senovilla a pedir un tiempo muerto del que su equipo salió de la peor forma: con una nueva pérdida de balón. Por suerte, los visitantes no aprovecharon el momento de dudas y el Nava se agarró al encuentro gracias a varias recuperaciones que Ahumada materializó en rápidas transiciones. Con Moyano y Smetanka al frente de las operaciones y Carró apareciendo en el pivote, el Viveros Herol Nava disfrutó de su mejor momento. Defendió bien y corrió mejor, las claves para un parcial de 6-0 con el que se puso tres arriba justo antes del descanso. Sin embargo, los riojanos marcaron en la penúltima acción de la primera parte para acercase a dos. En la última acción, invalidada por los colegiados, Carró marcó a puerta vacía un tanto que habría dejado al Nava con tres goles de diferencia.
La segunda parte empezó con los papeles cambiados. Los riojanos le metieron dos marchas al encuentro y consiguieron empatar en cuestión de minutos. Al Nava le costaba seguir el ritmo, aunque Borja Méndez mantenía a los naveros por delante con un tiro muy forzado. Pero las tornas habían cambiado. El Balonmano Logroño dominaba y el Nava sufría tanto en ataque como en defensa.
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La suerte para los locales es contar con un portero como Patoski, capaz de detener tres ataques seguidos para devolver la moral a su equipo. El Nava se activó de nuevo, empezó a circular con fluidez la pelota y encontró lanzamientos para ponerse de nuevo dos arriba (21-19). Pero las pérdidas, en algunos casos infantiles, fueron un lastre que condenó a los segovianos y salvó al Logroño en su peor momento, capaz de empatar a 25 a falta de cinco minutos para el final.
Otro desenlace cargado de emoción en el Guerreros Naveros en el que el Nava se encomendó a Patotski y al acierto de Prokob desde fuera, con Carró expulsado por los colegiados. La inferioridad numérica fue contrarrestada con una exclusión visitante por protestar una recuperación de Smetanka sobre Javi García, mientras que Palasic y Patotski mantenían su duelo de acierto bajo palos para llegar con empate el minuto final. Ahí los riojanos demostraron ser un equipo muy sólido. Con uno menos, rozaron el pasivo y tras un tiempo muerto, sorprendieron con un gol de Rolando Urios a escasos quince segundos del bocinazo final. Intentó responder Smetanka por el carril central, pero la acción acabó con un lanzamiento forzado de Pablo Herranz que se marchó alto. Sufrieron así los naveros su tercera derrota consecutiva, una mala dinámica que aleja el sueño de competir la próxima temporada en Europa.
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