Los desvíos por las obras de la la SG-20 ralentizan el tráfico en el tramo oeste y causan retenciones

Hay dos partes en la SG-20 y dos formas de circular. En el tramo B (este), entre el enlace de la carretera CL-601 y la salida hacia Ávila en la conexión con la N-110, la circulación es fluida, la propia de una autovía porque en esta parte (entre el kilómetro 8,4 y el 15,5) las obras están terminadas. En el tramo este, que ejecuta la empresa Dragados y Construcciones desde el kilómetro uno en La Lastrilla hasta el 8,4, el desdoblamiento de la carretera avanza, pero los desvíos provisionales que motiva la ejecución de las plataformas y los viaductos en el sentido Ávila causan todos los días un tráfico lento y algunas retenciones que la Subdelegación del Gobierno en Segovia considera que son las «lógicas» de este tipo de proyectos.

La subdelegada, Lirio Martín, comentó hace unos días, cuando entró en servicio el tramo B ya desdoblado de la SG-20, que la empresa Dragados tienen en su cronograma de obras tener terminadas las obras del tramo A (el lado este) el 31 de diciembre. Martín, más cauta y consciente de que puede haber retrasos por las condiciones climatológicas, declaró que con seguridad las obras estarán completadas antes de la próxima primavera.

En este tramo A se está trabajando «con intensidad». A lo largo de los quince kilómetros hay mucha maquinaria, un intenso movimiento de camiones y materiales y muchos trabajadores en cada uno de los tajos. Las tareas de hormigonado de las grandes infraestructuras avanzan a diario para terminar las plataformas de los puentes, el viaducto sobre el Eresma y la carretera de Palazuelos, el que salva la CL-601, de forma especial, que requieren después el tiempo de fraguado necesario antes de instalar las bases del pavimento de rodadura; también es intenso el trabajo en las plataformas de la vía a la altura del enlace de San Cristóbal y en el que da salida a la N-110 hacia Torrecaballeros.

Pero las lluvias que comenzaron ayer y pueden ser más intensas hoy y en los próximos días pueden ralentizar los trabajos (los «condicionantes atmosféricos» a los que se refirió hace dos semanas la subdelegada), de manera que aumentarían las dificultades para que Dragados cumpliera la previsión de terminar las obras de este tramo A antes de fin de año.

Mientras se ejecuta esta parte del proyecto a lo largo del recorrido predominan los chalecos amarillos y los desvíos provisionales encauzados con bolardos plásticos rojos y blancos, hacia los que es derivado el tráfico de forma alternativa. Aún falta bastante por hacer en las plataformas en los dos sentidos de circulación, aunque en buena parte ya ha sido extendida una banda de rodadura de aglomerado asfáltico, y también queda trabajo para acondicionar las medianas y los taludes en gran parte del tramo. Si está prácticamente terminada la primera parte, entre el kilómetro uno y el enlace de la N-110 en la salida hacia Torrecaballeros.