El despegue en tres años de la Real Fábrica de Cristales de La Granja cuesta dos millones
La nueva etapa estratégica apuesta por la formación y por un centro más abierto con una calle transversal con vidrieros, estudiantes o áreas de 'coworking'
luis javier gonzález
Real Sitio de San Ildefonso
Sábado, 28 de diciembre 2019, 21:13
El nuevo director de la Fundación Centro Nacional del Vidrio, Javier Ramos Guallart, definió este viernes a la Real Fábrica de Cristales de La ... Granja como un avión parado en una pista con cuarenta personas –sus trabajadores– sacándole brillo cada día. Pero no vuela. «Hay que comprarle motores y tener una tripulación», subraya este leonés, que asume sus «límites» como arquitecto y busca rodearse de especialistas de marketing. Los motores son los nuevos espacios que puedan generar ingresos para revitalizar el legado cultural del lugar. El enigma es el siguiente: ¿De dónde sale el dinero para comprar esos motores?
La respuesta tiene dos fórmulas. Ramos habla de «contagiar el entusiasmo a las administraciones» y, sobre todo, la creación de un consejo de patrocino desde un ámbito más local al internacional. «Que no solo afecta a La Granja ni a Segovia, sino a todo el país. También es marca España». Ramos se muestra optimista en cuanto a que suponga la creación de nuevos puestos de trabajo. «Espero que sí, se van a abrir muchos espacios que ahora no tienen uso. Empezando por un magnífico restaurante y una cafetería. Ya está preparado el espacio y seguro que a alguien le interesa gestionarlo», ha explicado el director.
La fábrica tiene un proyecto de actividades para 2020 pero no ha cerrado el presupuesto, a la espera de una modificación de estatutos pendiente de aprobación por el nuevo patronato. «Cuando se cree el Gobierno de España empezaremos a hablar de presupuestos», matizó. Con todo, Ramos habla de partidas importantes «porque los motores del avión son caros» y el dato rondará «fácilmente» los dos millones de euros para los próximos tres años. «No significa dar dinero a la fábrica, sino una inversión que se puede hacer desde una administración, un particular o una empresa corporativa. Estoy convencido de que se va a hacer», hizo hincapié.
«Un plan ambicioso»
El centro presentó en su salón de actos el nuevo plan estratégico de la Fábrica de Cristales. Andrés Ortega, que preside el patronato, habló de un «plan ambicioso» a medio plazo «que va a posicionar a la fábrica donde debe estar y ha estado siempre» en pos de «recuperar ese terreno que se había perdido en los últimos años». «Va a ser un referente a nivel internacional del mundo del vidrio. Atraerá nuevos visitantes de nuestro mundo y hará que nuestra oferta expositiva sea atractiva», incidió Ortega, quien prometió una «transformación total» de los espacios.

Una travesía para reactivar el barrio bajo
La apuesta por este acceso peatonal está vinculada a la promoción turística del llamado barrio bajo, una zona relativamente desconocida para el grueso de los visitantes a La Granja. Ello requerirá de una renovación de la urbanización y pavimentos de la zona. Es una de las medidas estructurales del plan 2020-2022 que elabora un diagnóstico tras «problemas acumulados» desde hace más de diez años. En total, el plan de la Real Fábrica de Cristales comprende 24 programas de actuación divididos en ocho ejes estratégicos. Formará a los trabajadores para optimizar los nuevos espacios «infrautilizados» y se reorganizará el museo, que apostará por atraer más exposiciones temporales. La apuesta por el marketing será constante, especialmente a través de las redes sociales. Buscará sinergias con empresas locales y con fábricas de vidrio en todo el mundo. En la misma línea, pretende formar parte de programas comunitarios de la UE. La inversión inicial estará destina a acondicionar la residencia, reestructurar el museo o crear nuevos espacios para formación.
Por su parte, Ramos, director de la Escuela de Patrimonio Cultural, se definió como la cara visible de un equipo de 150 personas que han trabajado en la fábrica durante los últimos siete años. «Hemos tenido la suerte de poder vivir en la fábrica seis semanas al año junto con profesionales del patrimonio, restauradores, arquitectos, historiadores y cuarenta profesores, estudiando hasta el último rincón y viendo las posibilidades enormes que tiene». Aspira a un futuro «espectacular» y esgrime un currículum con intervenciones de patrimonio en edificios notables de La Granja.
El nuevo director busca recuperar las sinergias de aquellos cursos, especialmente el último, que ya proponía la apertura de esa vía transversal. «Dará nueva vida a todo el complejo», aseguró como incentivo de una mayor apertura. «Que deje de ser un espacio un poco cerrado [solo con una entrada al museo] y se convierta en un centro cultural abierto». Habla de actividades formativas, espacios para 'coworking', eventos o para talleres artesanos del vidrio. Esa calle, que cruzará la fábrica, será «el nuevo eje emocionante de La Granja».
Recambio generacional
La Fundación del Centro Nacional del Vidrio vive una paradoja, pues cada vez resulta más complicado encontrar una generación de recambio para alimentar su tradicional apuesta por la formación de vidrieros. «Lo que está en peligro es quién va a hacer el vidrio soplado. Por eso queremos volver a recuperar cuanto antes la formación práctica y convertirnos en un centro de referencia internacional para ello», afirmó el director de la institución.
La Escuela Superior de Vidrio está en estos momentos cerrada porque el grado que impartía dejó de tener alumnos. «Era una formación más bien teórica que práctica y en este momento tenemos que centrar los esfuerzos en una formación eminentemente práctica. Tenemos dos maestros, uno que talla y otro que sopla, con gente que va adquiriendo poco a poco las características del maestro, pero es muy poca gente para todo lo que hay que hacer y formar», lamenta Ramos.
Para ello, el centro creará un grupo de trabajo que contactará con universidades, museos o centros de formación extranjeros para que tengan como referencia a la fábrica granjeña. A partir de ahí, los cursos programados «tendrán que ver más con la práctica del oficio que con la teoría».
En cuanto a la parte social, el nuevo director habla de «entusiasmar a toda la gente que tiene una mirada en la fábrica», desde trabajadores, vecinos o instituciones. La maniobra de despegue de ese avión varado en la terminal está en marcha.
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