La demanda de chalés nuevos en Segovia: entre el deseo y la realidad económica

La pregunta a su razonamiento era obligada ¿Qué es lo que demanda la ciudadanía de Segovia en materia de vivienda? «La intuición que tenemos, que es casi una certeza, es que demandan viviendas unifamiliares», declaró el responsable del área de Urbanismo. Ya sean adosadas, pareadas o individuales, pero todas con una zona de jardín. No se fue muy lejos el concejal para buscar un ejemplo. «Un estilo Carrascalejo o parecido», señaló.

La fórmula urbanística que se desarrolla en el margen de la carretera de La Granja, en término municipal de Palazuelos de Eresma, es una de las referencias a seguir por el nuevo equipo de gobierno para intentar poner fin al problema de acceso a la vivienda que se sufre en la capital segoviana, que a su vez se traduce en una pérdida de población. Para González-Salamanca, ambas cuestiones están relacionadas. «Es notorio que los vecinos de Segovia se van, y no porque las viviendas sean más baratas, a La Lastrilla, San Cristóbal de Segovia, Palazuelos de Eresma u Hontanares de Eresma», añadió.

Gonzalo Marina Villanueva, presidente de la Asociación Segoviana de Inmobiliarias, respalda casi punto por punto las palabras del concejal de Urbanismo y confirma que la percepción del sector es la misma: los segovianos buscan chalés para vivir. Se trata de un cambio de modelo hacia la vivienda unifamiliar que observan que se ha intensificado, sobre todo, desde la pandemia. El confinamiento motivó cambios provocados por la necesidad de disponer en la vivienda de espacios al aire libre, ya sea en patios o en terrazas.

Marina Villanueva matiza, sin embargo, que en Segovia tanto los pisos como los chalés tienen el mismo problema. «Hay demanda pero no oferta», un problema que, en parte, viene precisamente de esa paralización de sectores residenciales como Prado Bonal, el Velódromo o los sectores A y B.

Pero la escasez de suelo o la falta de desarrollo no son las únicas causas que explican que en Segovia no se pongan en el mercado un mayor número de viviendas de obra nueva. También influyen los costes, incrementados durante los últimos años, que hacen que los promotores se piensen mucho el construir nuevos edificios.

En los últimos días, el Ayuntamiento de Segovia ha dado licencia para la construcción de dieciséis nuevas viviendas en el centro de la ciudad, mientras que el presidente de la Asociación Segoviana de Inmobiliarias habla de hasta siete promociones de obra nueva, con alrededor de 200 pisos en total, listas para su ejecución. Sin embargo, Gonzalo Marina Villanueva también señala el aumento de la construcción a través de cooperativas, ya que las constructoras no se 'atreven' a iniciar las obras hasta que no tienen todo o buena parte del bloque de viviendas vendido.

La diferencia es todavía mayor cuando se habla de chalés. En esos casos, apenas duran unos días antes de ser vendidos. «Los chalés los vendemos todos. La gente se tira a por ellos», asegura. Sin embargo, su oferta es todavía mucho más limitada que la de los pisos construidos en bloques.

Por último, el presidente del sector en Segovia también asegura que este tipo de viviendas unifamiliares son demandadas por la gente de la propia ciudad. «Son sobre todo gente de aquí, que quiere seguir viviendo en la ciudad y quiere este tipo de casas como primera residencia», sostiene. Aunque pueda darse el caso de algún comprador procedente de Madrid o de otras comunidades que busca chalés en Segovia como segunda residencia, Gonzalo Marina Villanueva asevera que no es la norma general en la capital segoviana.

Javier Carretero, presidente de la Agrupación de Industriales de la Construcción (Apic) de Segovia, sí que difiere totalmente de la visión del concejal de Urbanismo. «Segovia lo que necesita es vivienda. Del tipo que sea», sostiene Carretero, para quien la demanda de los segovianos depende, básicamente, del tipo de viviendas al que pueden acceder. «La gente se ha ido a pueblos como Hontanares porque había chalés hasta por 60.000 euros», comenta.

«La gente se va al Carrrascalejo o a El Sotillo porque la vivienda es más barata», insiste el presidente de Apic, quien considera que con el sueldo medio que hay en la capital segoviana el 80% de la población no tendría opciones de adquirir una vivienda unifamiliar. Por ello, subraya que las verdaderas demandas de la sociedad segoviana son pisos como los que se construyen en el sector de la plaza de toros. «Por algo se venden en cuanto salen a la venta», dice. Como ejemplo pone las viviendas diseñadas en los sectores A y B, de alrededor de 150 metros cuadrados y cuatro habitaciones. «Es exagerado. Tendrán que cambiarlo para hacer viviendas con menos metros cuadrados, que es lo que puede pagar la gente de Segovia», afirma.

Carretero, que critica que el concejal de Urbanismo no tenga hasta el momento plena dedicación a sus tareas en el Ayuntamiento de Segovia, asegura que la apuesta por un único tipo de vivienda tampoco es la solución y augura el fracaso de promociones que consistan en cientos de chalés. «Lo que hay que hacer es agilizar el desarrollo de los sectores», declara el presidente de Apic.