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El Carnaval empieza con buen pie en la ciudad y, sobre todo, con mucha energía. Las comparsas no dejaron pasar la oportunidad de deleitar al público segoviano con las famosas coplas, con diversos guiños a la actualidad política y social, que provocaron carcajadas tanto a niños como mayores. No obstante, uno de los eventos más exitosos de la edición hasta el momento vino de la mano de lo que también es una de las principales novedades: los macarrones carnavaleros, que tuvieron a su vez un carácter solidario.
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Ana María Criado
Tras una primera aparición este sábado por las calles de la capital segoviana, las diferentes comparsas volvieron a lucir sus mejores galas este domingo en la tradicional concentración en la Plaza Mayor. Ya a la luz del día, los vecinos y turistas pudieron comprobar con mayor facilidad la originalidad y dificultad para crear los más llamativos disfraces.
El baile y la diversión estaban garantizados con las charangas y grupos de música tradicional que amenizaron el vermú e incluso comida a decenas de personas. Sin embargo, el casco histórico enmudeció durante unos varios minutos para escuchar el pregón a cargo de Vacceos, la comparsa «más fiestera», con motivo de su 40 aniversario.
La emoción estuvo presente a lo largo de todo el discurso, ya que recordaron sus inicios en el seno del instituto Andrés Laguna. De reunirse un pequeño grupo en un bar hasta alcanzar el medio centenar de integrantes que, en esta ocasión, iban vestidos de rosa.
Después del cántico de coplas, donde se ilustró la actualidad de diferentes temáticas con bromas e ironías, tuvo lugar la elección del príncipe y princesa.En ese preciso instante la cola para poder degustar unos macarrones carnavaleros ya ocupaba gran parte de la plaza. La Asociación de Concineros de Segovia trabajó en la receta desde primeras horas de la mañana y el resultado fue bueno, en vista del éxito.
Los beneficios de esta iniciativa irán destinados a la Asociación sin Gluten. Este lunes por la tarde se servirá una chocolatada para el público infantil y tan solo habrá que esperar unas horas para hacerse con un plato del famoso potaje carnavalero, cuyos donativos irán a favor del Banco de Alimentos de Segovia.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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