Garcillán, un municipio con actividades para todos

Cuando llegué en 2011 y descubrí Garcillán solo puedo decir que me llegó directamente al corazón. Para mí, formar parte de la familia de Garcillán es paz, es tranquilidad, es la oportunidad de poder disfrutar de un entorno en el medio rural en el que todos nos conocemos. Y al final, nuestro trabajo es por y para el ciudadano, de eso se trata y es lo que me gusta.

Aunque se intentan muchos proyectos y no todas las iniciativas se logran, mantengo las mismas ganas siempre y el día que no pueda dar el 100% no estaré. Aquí estoy para mis vecinos, para escuchar sus ideas, sus sugerencias y demandas para las que se buscará solución. En este sentido, me siento con la responsabilidad de hacer un llamamiento para que los pueblos no caigan en el olvido. Escuchamos lo de la 'España vaciada' y la necesidad de ponerle freno, pero la realidad de los municipios pequeños es complicada.

Luchamos por tener las mismas oportunidades, pero necesitamos más ayuda porque los ingresos en los consistorios pequeños como el nuestro se ven más limitados y los gastos para llevar a cabo cualquier actividad son mayores. Sin embargo, tenemos claro que somos luchadores y que hemos logrado organizar actividades para Halloween, villancicos en Navidad o la obra de teatro 'La panadería de mi abuela' en la que también ensalzamos uno de nuestros productos más conocidos, el pan de Garcillán.

En el día del vecino, se rindió un homenaje a las personas más mayores del pueblo, fue uno de los momentos recientes más emotivos que recuerdo. Formar parte de Garcillán es algo que se lleva en el corazón, no hay palabras para poder describir el orgullo de poder luchar por los intereses de nuestros vecinos, para que se puedan realizar actividades y promover iniciativas que contribuyan a mejorar la calidad de vida y el bienestar de los que residen en este bello pueblo.

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