«Si se hubiera dado bien, hubiese sido como una Semana Santa»

«Si la decisión es que colaboremos cerrando para que la pandemia se pare, pues cerramos y se acabó; pero tenemos que tener una compensación porque nosotros tenemos gastos, tenemos familia... tenemos que comer, en definitiva. Si hay que hacerlo, se hace, somos responsables, no somos demonios; pero también necesitamos ayudas, pero no de propaganda, como se está haciendo en la mayoría de los casos, que se anuncian con no sé cuántos millones, pero no llegan nunca. Estamos perdiendo la credibilidad en nuestros gobernantes. Nos sentimos desprotegidos, además de estar señalados como culpables de los contagios, cuando hay otros escenarios en los que es más fácil contagiarse y hay más riesgo que en la terraza de un restaurante».