Un anciana sujeta la mano de su cuidador. El NOrte
Servicios Sociales

El 92% de los cuidadores de familiares dependientes en Segovia son mujeres

A lo largo de este año, Cruz Roja Segovia ha llevado a cabo cerca de cuatrocientas atenciones directas a través de su programa

Lunes, 21 de noviembre 2022, 00:15

Para cuidar, ese verbo primigenio de la vida en sociedad que conjugaban nuestros ancestros en cuevas, también hay que estudiar. Porque la voluntad sin límites no es suficiente y el reto que supone atender a un ser querido necesita herramientas. Cruz Roja gestiona un programa ... para atender a las personas que a su vez cuidan a familiares que se encuentran en situación de dependencia y que son mayores de 65 años; en Segovia, la organización sociosanitaria ha realizado 376 atenciones directas a lo largo de este año. Además, 64 demandantes de ayuda –un 8% hombres y un 92% mujeres– son usuarios del proyecto.

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La primera enseñanza que imparte los profesionales es que para cuidar bien a alguien hay que cumplir una premisa previa: cuidarse a uno mismo.

«Hay que dar más importancia a la figura del cuidador porque hay muchísimas personas dependientes cuidadas por sus familiares», hace hincapié Ana María Sanz Antón, psicóloga del programa 'Información, capacitación y apoyo a familias cuidadoras de personas mayores' de Cruz Roja en Segovia. Habla de la carga emocional y física de estos cuidadores no profesionales.

Ira, culpa, ansiedad

El programa busca brindar apoyo emocional para canalizar las emociones del cuidador. «Pueden experimentar emociones como ira, culpa, ansiedad o angustia, de ahí que sea muy importante que enseñarles a aliviar esa carga», subraya la psicóloga. El servicio trata individualmente la situación de cada cuidador y ofrece pautas.

El gran activo de esta línea de ayuda son los talleres grupales, que suelen estar dirigidos por voluntarios y que versan sobre sueño, alimentación, duelo o higiene postural. Este último lo está impartiendo en las últimas semanas una fisioterapeuta. El cuidado a nivel físico es clave para, por ejemplo, saber hacer el traslado de una persona desde la cama al sofá. «Ellos hablan, el taller tiene una dinámica bastante participativa, no solamente es llegar y explicarlo», cuenta la experta. «Se trata de que participen, que sean activos porque muchas veces se ayudan más entre ellos que por lo que hacemos nosotros».

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Taller grupal

«Se trata de que participen porque muchas veces se ayudan más entre ellos que por lo que hacemos nosotros»

ana maría sanz antón

Psicóloga de Cruz Roja

A nivel nacional, casi la mitad de las personas que cuidan a otras personas dependientes son familiares directos (un 47%); y en su mayoría, son mujeres (88%), lo que además de repercutir en su carga de tareas diarias, afecta a su salud. En Segovia, el porcentaje de cuidadoras se dispara aún más y alcanza el 92%. «El porcentaje más elevado son personas que están jubiladas que cuidan de sus padres o de sus parejas», señalan en Cruz Roja. Y es que la labor de cuidador requiere disponibilidad horaria.

La entidad ofrece este servicio a personas cuidadoras del entorno familiar de mayores de 65 años y atiende las solicitudes a través del teléfono 921440202. El programa, financiado por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del IRPF, está en toda la provincia. Hay cuidadores en Cantalejo, Cuéllar, Escarabajosa de Cabezas o El Espinar, y el funcionamiento es el mismo. «O nosotros vamos o ellos vienen», apuntan las representantes de Cruz Roja.

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Causas infinitas

Además, La casuística es infinita. «Son familiares dependientes y muchas veces el cuidador se siente desbordado», pone de manifiesto la representante de Cruz Roja. La ansiedad es el resultado más habitual; también la ira. «Nosotros intentamos hacerles ver que esas emociones es importante sentirlas, pero algunas hay que canalizarlas de la mejor manera para que ellos puedan tener un cuidado y un autocuidado más saludable».

Sanz habla con orgullo del resultado. «Es un grupo extraordinario; acogen con una gratitud tremenda todo lo que les ofrecemos», elogia la psicóloga. «Como profesional, tengo que darles las gracias porque siempre están ahí; cuando hay un taller, acuden, cada uno viene con su caso y entre ellos se ayudan un montón», añade.

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La profesional destaca la generosidad y el cariño con el que tratan a sus familiares. «Ellos sienten una gratitud por poder hacer ese cuidado, yo me siento bien cuidando de mi familiar; me necesita, yo ahí estoy. Para nosotros ese amor es una lección», sentencia Ana María Sanz.

El 45% de los cuidadores familiares reciben alguna ayuda económica

Los cuidadores no profesionales tienen una vida laboral activa, es decir, trabajan y atienden a otra persona de manera simultánea. Sin embargo, este esfuerzo no siempre se ve reconocido. Menos de la mitad, en concreto el 45%, reciben ayuda económica por estas tareas. El apoyo psicológico, pese a los síntomas que experimentan, aún está solo presente en el 41% de los casos.Como el cuidador no es en un primer momento proclive a pedir ayuda, el gran reto del programa de Cruz Roja es llegar a ellos. Por ello, la difusión, por ejemplo, a través de instituciones públicas, es crucial. Y el boca a boca. «Muchas veces son los propios cuidadores los que cuentan su situación y ya se pone la maquinaria en marcha», explican en la institución sociosanitaria. El proceso lleva su tiempo, pero da resultados. «El cuidador suele venir aquí cansado, también a nivel físico, porque muchas veces no tiene la ayuda que necesita», advierte Ana María Sanz, psicóloga del programa.

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