Momento de la declaración de uno de los acusados durante el juicio. Antonio de Torre

Dos cuidadores se enfrentan a una pena de 6 años por una presunta estafa a un matrimonio en Cantalejo

La acusación particular considera que engañaron a las víctimas para quedarse con dos casas, un solar y más de 100.000 euros

Martes, 13 de abril 2021, 22:08

La acusación particular solicita seis años de prisión y diez meses de multa por un delito de estafa y uno por otro delito contra la integridad moral para dos cuidadores por estafar presuntamente a un matrimonio de octogenarios del que se ocupaban en Cantalejo ... . Los hechos ocurrieron entre 2013 y 2017 y según la acusación, les engañaron para hacerse con dos casas, un solar y más de 100.000 euros de su propiedad.

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Los acusados, que contestaron a las preguntas tanto de la acusación, la Fiscalía como de la defensa, negaron los hechos en el juicio que tuvo lugar ayer en la Audiencia Provincial. Uno de los procesados declaró en la vista oral que alcanzaron un acuerdo con el matrimonio octogenario para encargarse de su cuidado sin cobrar pero a cambio de donarles su patrimonio. «Porque no tenían hijos», declaró. «Ellos nos invitaron a su casa para echarles una mano, vieron que podíamos valer y nos ofrecieron la casa a cambio de cuidarles; estuvieron de acuerdo; no nos pagaban nada de salario, era a cambio de la casa. Nos llevábamos bien».

Entre febrero y diciembre de 2014 recibieron varias transferencias bancarias del matrimonio, alguna de hasta 25.000 euros, para pagar la casa que se habían comenzado a construir en un solar que, aseguran, también les donaron junto a otras dos viviendas. «Sacaron dinero para el dentista, y cada seis meses cambiaban las gafas, y luego nos estábamos haciendo la casa pegando a ellos y nos querían ayudar», declaró el hombre.

A las preguntas de la acusación añadió que no observaron ningún tipo de enfermedad psíquica o deterioro cognitivo en el matrimonio que cuidaban. También recharon que les prohibieran pasear, estar con las vecinas, ir a misa... «Jamás, estaban libres, a misa les hemos llevado siempre, incluso con mis suegros» y declaró también que «sabían distinguir entre euros y pesetas. Hablaban en pesetas pero sabían que un millón de pesetas eran seis mil euros y dos, 12.000 euros, lo sabían de sobra».

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También declaró, a una pregunta de la fiscal, que fue él quien propuso que se pusiese por escrito la cuestión de la donación de la casa. «Les pregunté que qué familia tenía porque no quería tener luego problemas y ellos me dijeron que no tenían a nadie; sí que tienen familia en Cantalejo, pero no se hablaban. Los patios de la casa parecían selvas, no tenían duchas, arreglé la ducha, puse bañeras, preparé la chimenea para la calefacción... En esos seis años no apareció nadie. Una vez o dos vino un hermano de él, que ya ha fallecido» y negó que hubiera un trato denigrante a este matrimonio y que les castigaran sin cenar por llevarles al médico sin motivo. «Esto no es verdad. Éramos como una familia, a veces a lo mejor hablábamos más alto porque ella no oía bien, de regañar y de voces, nada, les teníamos muchísimo respeto».

Su mujer, también acusada, declaró durante el juicio «que las donaciones salieron de ellos porque estaban solos y no tenían a nadie. Nos dijeron que buscaban un matrimonio que cuidara de ellos, incluso dejé el trabajo para cuidarles. Lo hacía de forma voluntaria». Negó también prohibiciones y castigos. «No es verdad;les he puesto la comida, han estado duchados y aseados; en ningún momento les he dejado sin cenar, han estado sucios o sin calefacción».

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Control «excesivo»

La acusación particular observa una conducta delictiva en los dos cuidadores (que son pareja) y sostiene que ejercían un control «excesivo» sobre el matrimonio, puesto de manifiesto en el informe de la Guardia Civil, hasta el punto de que les prohibían pasear, ir a misa o relacionarse con sus vecinas, circunstancia que también ambos negaron. «Nos llevábamos muy bien hasta que apareció una persona, un amigo de ella, y a raíz de ahí empezó a cambiar todo».

Ese amigo de las supuestas víctimas, que también declaró en el juicio, fue el que denunció los hechos y el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Sepúlveda abrió una investigación que ha culminado en este juicio. «Me cuidó de pequeño, para mí era como mi madre», dijo, antes de su extensa exposición.

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Uno de los integrantes del matrimonio sobre el que se ha cometido la presunta estafa ya ha fallecido, mientras que la mujer declaró en el juicio que no se acordaba de nada. «No recuerdo haberles dado nada», dijo. Sobre si estaban bien atendidos declaró que «a veces y a ratos».

Antes de esta vista, la Fiscalía había solicitado su sobreseimiento al considerarque el matrimonio estaba bien atendido y cuidado, «sin que pueda establecerse dejación de funciones en este sentido por parte de los investigados. En relación a las donaciones y disposición de dinero, no hemos detectado elemento alguno que haga dudar de su legalidad».

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