![Cuéllar volverá a tener presencia en la exposición de Las Edades del Hombre](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202104/28/media/cuellar-cuadro-mr.jpg)
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MÓNICA RICO
Cuéllar
Miércoles, 28 de abril 2021, 11:25
Cuatro años después de la celebración de la exposición, Cuéllar volverá a tener un espacio en la muestra Las Edades del Hombre, que este 2021 se desarrollará bajo el título LUX en las localidades de Burgos, Carrión de los Condes (Palencia) y Sahagún (León). Lo hará de la mano de una obra de arte, un cuadro de Luca Giordano que representa a San Joaquín y Santa Ana con la Virgen niña.
El cuadro del pintor napolitano del siglo XVII fue recogido ayer de la iglesia de San Miguel, en concreto de la capilla de La Soledad del templo cuellarano por personal de la Fundación Las Edades del Hombre, que se encargaron de retirarlo de su ubicación y embalarlo para su traslado.
Se trataría de una de las últimas obras que el pintor realizó en España, donde permaneció durante una década (1692-1702), para regresar después a su ciudad natal, donde falleció tres años después. El historiador cuellarano Juan Carlos Llorente apuntó que a Giordano se le conocía con el apodo de 'el fa presto', (el rápido), «por la celeridad con la que despachaba los ingentes encargos que recibía».
Llorente también destacó que el autor trabajó en la corte del rey Carlos II y que su formación era napolitana y estudió en la escuela veneciana, «cuya influencia se denota en el lienzo de San Joaquín, Santa Ana y la Virgen niña», haciendo hincapié en los colores luminosos de las túnicas de los representados y el tono del cielo celestial, lo que «nos dicen mucho de su maestría, que se acentúa en detalles como el del ángel ofreciendo la bandeja de flores o los angelotes que rodean el conjunto» Aunque no se conoce cuál fue su ubicación original, sí que se presupone que pudo pertenecer al antiguo convento de Santa Ana y Santa Isabel, fundado en el año 1572 por una hija de Beltrán de la Cueva y Toledo, tercer duque de Alburquerque, que desempeñó los cargos de Virrey de Aragón y Navarra.
Es probable que el cuadro fuese encargado por los duques posteriores en la Corte, como pieza central del retablo mayor, que casi con toda seguridad fue renovado en el siglo XVII, aunque por el momento no han aparecido documentos al respecto, por lo que su ubicación original es únicamente una «sospecha», destacó el historiador, señalando que es posible que el encargo se hiciera para un nuevo altar ubicado en la iglesia de Santa Ana, pero «todo esto es una posibilidad».
La obra de Luca Giordano representa el momento en el que los padres de la Virgen, San Joaquín y Santa Ana, quienes aparecen en primer plano, conducen de los brazos a la niña hacia al templo, para ser consagrada a Dios. Sobre ellos aparece la alegoría del Espíritu Santo, y en un primer plano, a la izquierda, se localiza un ángel que ofrece un cesto de flores a la niña.
Según los expertos, el lienzo, un óleo de 250 por 148 centímetros, está inspirado en la obra de Rubens sobre la Sagrada Familia, aunque con un aire más clasicista. El cuadro está firmado en el ángulo inferior izquierdo, bajo el pie derecho de Santa Ana, en el que figura 'Jordanus F.'
Llorente señaló que el cuadro se puede situar en Cuéllar entre los años 1692 y 1702, tiempo en el que el autor permaneció en el entorno de la corte de Carlos II en España. «Históricamente es evidente que deja la huella de su gran formación pictórica», apuntó el historiador, indicando que fue uno de los grandes de la pintura en su momento, tras haber bebido de su formación napolitana, sus estudios de la escuela veneciana y su propia creación, además de «dejar marcadas las huellas de Rubens y Tiziano», entre otros. Por ello mismo fue denostado posteriormente, «por haber sido un poco copista de los demás», aunque posteriormente fue revalorizado gracias a sus «grandísimas obras, en cuanto a calidad y cantidad».
El convento fue exclaustrado en el año 1835, con la desamortización de Mendizábal, y en el año 1857 fue vendido. Por entonces la pintura se trasladó a la iglesia de Santa María de la Cuesta, y posteriormente al templo del Salvador, donde se conservaba en el año 1872, cuando fue requerida por el Museo de Segovia. Posteriormente fue trasladada a la iglesia de San Miguel, donde se conserva en la actualidad.
Las Edades del Hombre ya se interesaron por este cuadro hace años. El historiador señaló que hace en torno a una década, el lienzo fue elegido por responsables de la Fundación para que formara parte de una de las exposiciones.
De hecho lo recogieron, se lo llevaron y lo restauraron en la sede de Las Edades, en el Monasterio de Santa María de Valbuena, aunque posteriormente regresó a Cuéllar «porque había un malentendido en cuanto a la interpretación del cuadro», explicó el historiador.
Al parecer, para esa edición de Las Edades del Hombre el tema que se buscaba era el Niño Jesús, la Virgen y San José, «pero nada más fuera de la realidad, puesto que son San Joaquín, Santa Ana y la Virgen niña. Entonces no encajaba para lo que era esa edición de Las Edades y decidieron dejarlo apartado», destacó Llorente, señalando que cuando volvió de aquella restauración, la parroquia vio preciso dotarle de un marco «muy sencillo para poder exponerlo con dignidad».
Ahora su destino es nuevamente el Centro de Conservación y Restauración de Las Edades del Hombre, pero se desconoce si se realizará algún trabajo sobre el mismo o únicamente se le realizará una limpieza, puesto que su estado es bastante digno.
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