Cuéllar recurre a mediadores para captar figuras del toreo

El de la mediación es el servicio más novedoso en el pliego, en el que se señala que el Ayuntamiento, que es el promotor y organizador tanto de los encierros como de la feria taurina de la villa, carece de medios para realizar la contratación de determinados profesionales taurinos, entre los que se señalan José Tomás, El Cordobés, Morante de la Puebla, Alejandro Talavante o Emilio de Justo.

Asimismo se señala que, por la idiosincrasia de los encierros de Cuéllar y la utilización de las mismas reses en estos que en los festejos de plaza, resulta dificultoso contratar 'figuras del toreo' que son demandadas por los aficionados. Además, se detalla cómo resulta complejo acordar ganaderías y compañeros de cartel en el tramo de las denominadas 'figuras del toreo', cuestión por lo que esta labor de mediación «tienen que ser realizada por profesionales del sector, que realicen la mejor mediación posible al objeto de realizar las posteriores contrataciones por parte del Ayuntamiento». Además, la empresa adjudicataria deberá aportar, antes del 15 de junio, los precontratos con los profesionales taurinos respecto de los cuales se comprometa a mediar en su oferta.

El contrato, que se licita por un total de 242.000 euros, incluye el suministro de las reses bravas, en concreto 44 machos cuatreños o cinqueños, de ganaderías distintas, que formarán parte del ciclo de encierros que se extiende del 28 de agosto al 1 de septiembre y el extraordinario que este año se realizará el 2 de octubre, además de las reses para el concurso de cortes del 26 de agosto.

El pliego marca que las reses deben pertenecer a ganaderías de reconocido prestigio y su selección y aprobación definitiva será consensuada de manera total con el Ayuntamiento, que se reserva la facultad completa o parcial de rechazo de reses o ganaderías si no son acordes, a su juicio, a los encierros de la villa.

El adjudicatario también se encargará de la custodia, manutención y encabestramiento de las reses bravas, con el fin de que los astados sigan a los cabestros para conducirles donde se quiere. Así se incluyen los trabajos diarios y los de pastoreo y hermanamiento que se deben desarrollar en fincas que debe proporcionar el adjudicatario y que, según el pliego, deben ser al menos tres.

Además, el adjudicatario también será el responsable de la conducción y traslado de las reses bravas por el recorrido campero del encierro hasta las calles de la villa. Para ello deberá contar con, al menos, diez colaboradores voluntarios «de suficiente profesionalidad, que acrediten su experiencia en la conducción de ganado bravo» y que serán los encargados del control del encierro campero, reconduciendo a los astados a la manada cuando sea necesario, respetando los horarios y encargándose de la organización y coordinación de los caballistas que voluntariamente participan en el encierro.

A ellos se sumará un director de campo, designado también por el adjudicatario. Se trata de la persona sobre la que recae la responsabilidad de conducir las reses desde los corrales desde los que se sueltan hasta las calles de entrada a la villa. Según marca el pliego, esta persona, durante el recorrido campero, puede decidir, dar instrucciones y realizar acciones «que permitan la disposición de la manada, de los caballistas, de los colaboradores voluntarios, espectadores o informadores, con objeto de evitar accidentes, controlar las reses, dirigir el correcto desarrollo del encierro y colaborar con el personal de organización y con el personal de orden».

Entre las funciones del director de campo se encuentran el adoptar y ejecutar cualquier decisión que, según su juicio profesional, sea necesaria para la seguridad, protección y buen desarrollo del encierro, notificando al personal de orden, delegado gubernativo o presidente, las incidencias sobre las que proceda adoptar medidas de carácter sancionador por infracciones a la ordenanza de los encierros o a los reglamentos de aplicación.

A todos estos servicios que se incluyen en el pliego, además se suma uno denominado «aportaciones complementarias en los encierros», un conjunto de obligaciones que el adjudicatario debe realizar para el desarrollo del encierro de Cuéllar, donde se marcan distintas directrices.

También se incluye que el adjudicatario será el responsable de las reses bravas en el recorrido campero hasta que estén en las calles de la villa, o recogidas en camiones si se escapan del recorrido y puestas a disposición del Ayuntamiento, para lo que deberá disponer de los mediso que permitan el seguimiento y restitución a la manada de las reses escapadas. La búsqueda de estas o los gastos que se originen por la retirada de las reses que puedan dañarse durante el desarrollo de los encierros en su tramo campero, serán de cuenta del adjudicatario.

Además debe disponer de los medios de transporte para enjaular cualquier res brava que quede en el recorrido, además del equipo para tranquilizar o inmovilizar las reses que puedan escaparse del recorrido. El adjudicatario también debe disponer de un servicio veterinario asistencial preparado para realizar el recorrido campero y evacuar, si es preciso, a los caballos heridos.

El adjudicatario también debe realizar una memoria-informe del desarrollo de los encierros tras su conclusión y debe entregarlo como fecha máxima a los 30 días hábiles de la finalización del ciclo. En dicho documento se debe recoger un análisis pormenorizado de cada uno de los encierros y, en su caso, proponiendo acciones de mejora.