Cuéllar crea un 'hotel' para insectos

El parque de la Huerta del Duque de Cuéllar ha sido el lugar elegido por Cegafest para la construcción e instalación de un refugio para insectos, una actividad familiar encaminada a que los niños contribuyeran a crear un pequeño 'hotel' para que los invertebrados tengan un lugar donde cobijarse en uno de los ecosistemas más ricos de la zona urbana de la villa segoviana.

La elección de los inquilinos de estos pequeños alojamientos no ha sido fruto del capricho, ya que se trata de uno de los grupos de animales sobre los que más pende el peligro de extinción, lo que ocurre por ejemplo con las abejas, insectos de gran importancia para la vida pues casi el 70% de las plantas que polinizan son la base de la alimentación.

Guiados por Almudena Pascual, graduada en ingeniería del Medio Natural, de Mata de Cuéllar, los niños han conocido de primera mano la amenaza a la que se enfrentan en la actualidad algunos insectos y el por qué de la construcción de este refugio, ya que debido a los químicos y otros factores ambientales, muchos de ellos no pueden encontrar un sitio donde descansar o crear su hogar.

Junto a un montón de palés, previamente apilados, los participantes en la actividad descubrieron los materiales con los que iban a realizar el 'hotel', así como los insectos que podrían vivir en cada uno de ellos. Corchos, ladrillos, palos, piñas, cañas, barrujo o cortezas de los árboles sirven para acoger a muy diversa fauna.

Los troncos, a los que hicieron agujeros, estaban principalmente destinados a avispas y abejas solitarias, que también anidan en tubos de caña. «Nosotros siempre vemos que las abejas viven en la colmena, pero también existen muchas que viven solas y no hacen miel. Ellas hacen un pequeño nido con barro dentro de estos huecos, su pequeña casa», explica Pascual. La paja, por su parte, se dedica a las tijeritas y arañas; las cortezas para ciempiés, escarabajos y arañas, y las macetas giradas suelen ser cobijo de los abejorros.

En los ladrillos también es habitual encontrar a avispas solitarias y arañas. Las piñas son más apropiadas para especies como las tijeritas o los escarabajos, mientras algunos recipientes con cartón corrugado sirven de hogar para las crisopas. También se incluyeron en el taller algunos elementos similares a cajas con agujeros verticales para las mariposas y horizontales para las mariquitas.

Pascual ha enseñado a los niños que hay insectos, como es el caso de los escarabajos, a los que les da igual vivir en una rama o en una piña, ya que ambas tienen en común la madera, que es lo que les gusta. La experta también hace hincapié en la importancia de todos los animales, y reitera que en los ecosistemas como el parque de la Huerta del Duque o un bosque son necesarios los insectos, ya que en muchas ocasiones depende de ellos el hecho de que otros mamíferos puedan vivir.

Tras aclarar todas las dudas, los niños han comenzado a rellenar los huecos con los materiales y a colorear insectos en trozos de madera con los que posteriormente adornaron este particular 'hotel0, cuyo centro se ha llenado de tierra para después plantar aromáticas. La construcción se ha realizado con materiales naturales del entorno, como cortezas de árboles y ramas, pero también otros reciclados, como cartones o tapones de corcho.

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