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La demarcación de Segovia del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla y León Este y el Ayuntamiento de Cuéllar han acercado hasta la villa algunos de los mejores ejemplos de la arquitectura contemporánea, de la mano de una exposición que muestra los mejores trabajos de los undécimos Premios de Arquitectura y Urbanismo de la región, una muestra compuesta por más de 40 paneles de siete categorías diferentes.
La muestra, que se puede visitar hasta el 2 de mayo en el palacio de Pedro I, tiene carácter itinerante y ha recorrido ya varias sedes por las principales ciudades de Castilla y León mostrando trabajos que quieren dar a conocer los diferentes aspectos, escalas y elementos de la arquitectura y el urbanismo actual, como expresión de su relación con la sociedad, la ciudad y la vida de los usuarios.
Los proyectos presentados en la edición del año 2020 suponen un crisol de la arquitectura que se hace en la Comunidad, mostrando su calidad, su relación con la historia y la tradición y cómo se valora el entorno de la ciudad construida y apreciando fundamentalmente a los usuarios de la misma. Todo ello en una exposición en la que se pueden ver también soluciones arquitectónicas a edificios patrimoniales «que pueden resultar útiles para el caso de Cuéllar», tal y como apuntó la concejala de Patrimonio, Maite Sánchez, durante la inauguración.
Un acto que contó con la presencia de arquitectos de Cuéllar, como Jesús Nieto, a quienes los asistentes le agradecieron su insistencia y gestiones para que esta exposición haya llegado hasta Cuéllar, y otros de la comarca y distintos puntos de la provincia, encabezados por la presidenta de la demarcación en Segovia del Colegio Oficial de Arquitectos, Susana Moreno, que destacó el interés existente desde la entidad porque la arquitectura contemporánea fuera conocida también en la provincia, apuntando el interés de que la muestra saliera de la ciudad.
Esta oportunidad llegó con una exposición «muy interesante», según Moreno, en la que se muestran los mejores trabajos de la totalidad de la región de los dos años anteriores a la convocatoria de estos premios, bianuales. La presidenta también destacó la ubicación de la muestra, el palacio de Pedro I, un espacio «maravilloso, no sólo porque es muy bonito, sino porque además genera un contraste entre lo que es la arquitectura, el patrimonio antiguo de un palacio románico, a la arquitectura que estamos haciendo en este momento, la arquitectura contemporánea».
Y es que no solo supone un contraste, sino también la constatación de cómo ha cambiado la sociedad, en su forma de vida y también en lo arquitectónico, con materiales diferentes que admiten formas creativas distintas, mucho más abiertas y flexibles ahora, «sino que también nosotros hemos cambiado como sociedad, y eso se refleja mucho en la arquitectura», destacó Moreno, señalando que el patrimonio arquitectónico del pasado, como es el palacio de Pedro I, se mezcla así con lo que será el patrimonio del futuro, gracias a buena parte de los trabajos de los arquitectos de la región.
Y es que la arquitectura actual crea espacios para la forma de vida de ahora y esto se refleja en la exposición. Unos edificios que se acercan a la tendencia de lo sostenible, con la idea de llegar a construir edificios de consumo casi nulo, «que sean edificios que, manteniendo el confort al que estamos habituados, tener la posibilidad de poder calentar los edificios e iluminarlos con casi nada de energía», apuntó Moreno. En la actualidad se podrían construir edificios nuevos con casi un 80% de ahorro respecto a la energía que consumen los edificios convencionales que conocemos.
La arquitectura ha evolucionado mucho y en la actualidad existe la tecnología suficiente para poder acercarse hacia esa sostenibilidad, gracias a materiales y sistemas constructivos. Para la presidenta del colegio de arquitectos, esto supone invertir un poco más, «en torno a un 20% del coste», pero se trata de una arquitectura que luego no produce gastos, «una arquitectura que es el mejor plan de pensiones, porque eso ya es para siempre».
Y el cliente cada vez lo pide más, «porque la sociedad cada vez está más concienciada, pero también la normativa es más exigente hacia los arquitectos. «Somos una profesión híper regulada», apuntó Moreno, destacando una gran normativa que cumplir, entre la que se encuentra la técnica en relación con el ahorro energético, entre otras muchas cuestiones.
Así, se ha pasado de no incluir aislante en los edificios hasta los años 80, a poner tan sólo cuatro centímetros de uno de bajas prestaciones hasta el año 2000. Es a partir de 2001 cuando se empiezan a exigir otras condiciones y en la actualidad, en las mismas viviendas, se instalan 16 centímetros de un aislamiento de altas prestaciones, tanto en paredes como en cubiertas y suelos. «Estamos intentando abrigar los edificios mejor para que tengan menos pérdidas, y eso hace que los edificios sean más herméticos y que necesiten instalaciones como la ventilación».
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