El tramo de la N-VI entre Villacastín y El Espinar ha visto como cuatro personas han perdido la vida en accidentes de tráfico en apenas dos años. En marzo de 2020, en el punto kilométrico 78 de la vía, una colisión frontal entre dos ... vehículos, en el término municipal de Navas de San Antonio, se saldó con dos fallecidos y un herido grave. Dos años después –el pasado 3 de marzo–, en el punto kilométrico 82, de nuevo una colisión frontal –esta vez entre una furgoneta y un turismo– acabó con la vida de un hombre. Y ayer, a 18 kilómetros de distancia pero en la misma carretera, un hombre falleció y otro resultó herido grave en otro choque frontal entre un camión y una furgoneta.
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La carretera, según comenta el alcalde de El Espinar, Javier Figueredo, no cuenta con elementos peligrosos como curvas o cruces conflictivos. Para el regidor espinariego, el principal peligro con el que se encuentra la N-VI es su alta densidad de tráfico. «Un porcentaje muy alto de los vehículos que pasan por la travesía de San Rafael circulan por este tramo. Serán más de 10.000 al día», estima el alcalde.
Una alta intensidad de la circulación que según Figueredo también se vería reducida de manera notable con la bonificación de los peajes de la AP-6 o con su liberación (prevista para 2029), lo que permitiría que la mayor parte de los turismos y camiones utilizarán la autopista para desplazarse. «De esos más de 10.000 vehículos que circulan diariamente por esta carretera se quedarían seguramente en poco más de 2.000. Al final la utilizaría la gente que va a los pueblos por los que pasa», concluye.
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