Cuatro de cada diez solicitudes de empleo son de baja cualificación

Tal y como recoge el análisis del mercado provincial, tanto de la oferta de colocaciones como de las peticiones de trabajo, en Segovia predominan las ocupaciones catalogadas por el Ministerio de Trabajo como 'elementales'. Es el noveno de los nueve grupos en los que el observatorio divide los perfiles profesionales que configuran la oferta de empleo. Esta distribución se lleva a cabo a partir de las actividades económicas y ocupaciones con mejor comportamiento y perspectivas de empleo. El objetivo, según expresa el propio ente estatal, fija el punto de mira en analizar a posteriori una muestra significativa de las ofertas que presenta el mercado laboral y que se encuentran en portales de empleo, donde publican sus anuncios empleadores o intermediadores como pueden ser los servicios públicos, las compañías de trabajo temporal, agencias de colocación o páginas web especializadas.

Dentro de esos oficios elementales están los ayudantes de cocina; los ordenanzas; los peones agrícolas y ganaderos, así como los que desempeñan sus atribuciones en el sector de la construcción; los repartidores a domicilio que van a pie o en vehículos que no están motorizados; el personal de limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos similares, y recogedores de residuos, barrenderos y trabajadores afines.

El informe del SEPE detalla, a partir de la información que arrojan la evolución de los cotizantes a la Seguridad Social y las contrataciones de los últimos diez años, las ocupaciones más demandadas en la provincia. Y el cruce de los datos demuestra la relación entre esos empleos y la baja cualificación profesional de los perfiles que los encarnan. El grupo de oficios elementales representa prácticamente cuatro de cada diez solicitudes de empleo, una proporción que se mantiene estable a lo largo del decenio más reciente.

Además del personal de limpieza de oficinas, hoteles y otras instalaciones y de los peones de obras públicas, en esta lista de trabajos figura el colectivo de los peones de industrias manufactureras.

Por su parte, el informe pone de manifiesto que en torno al 20% de las solicitudes de empleo se encuadran en el grupo cinco de los nueve que marcan los diferentes perfiles profesionales. El observatorio define la cualificación de estos oficios como 'media'. En este apartado, el abanico de funciones se amplía sobremanera y sirve también para bosquejar los rasgos que dibujan el retrato robot de la masa laboral de Segovia.

En este extenso grupo tienen cabida gremios que dan fe de la hegemonía del sector servicios en la actividad económica, por encima del 12% de la riqueza provincial que genera la industria. La hostelería y el comercio abunda en esta clase 'media' del catálogo de ocupaciones. Trabajadores de la restauración, fundamental y mayoritariamente camareros y cocineros asalariados, o vendedores, tanto en tiendas y almacenes como a domicilio, pertenecen a este grupo profesional, cuyos perfiles, en conjunto, tramitaron 4.929 solicitudes de empleo en la provincia frente a las más de 9.000 del grupo de ocupaciones elementales de menor cualificación.

Se da la circunstancia de que la hostelería, al igual que otros sectores como la construcción, el transporte e incluso la agricultura y ganadería, llevan tiempo alertando de la falta de mano de obra dispuesta a ocupar las vacantes de cada sector. Ese déficit de personal contribuye a que haya actividades que vean con preocupación la carencia de un relevo generacional mientras la edad media de sus trabajadores avanza y el perfil envejece.

En Segovia, por ejemplo, la Asociación Provincial de Industriales de la Construcción (APIC) cifra en unos mil los trabajadores que harían falta para cubrir las necesidades de plantilla, lo que a su vez frena la creación de vivienda. En lo que atañe al segmento del transporte, la ausencia de savia nueva al volante de los camiones ya ha provocado parones en la actividad de algunas empresas.

La hostelería también está encontrando dificultades para incorporar personal a bares y restaurantes, al igual que ocurre en alojamientos. Hay negocios que se han visto obligados a reajustar horarios y turnos porque las plantillas, pese a ser numerosas en algunos establecimientos, no son suficientes para atender el importante repunte de la demanda.