Cs salva al gobierno municipal tras el distanciamento entre el PP y Vox

Sin el respaldo del partido que desde diciembre había permitido a la administración que dirige José Mazarías aprobar cuestiones como la modificación presupuestaria para poder ejecutar la peatonalización de Blanca de Silos, los presupuestos municipales de 2024 o la aprobación inicial de la ordenanza que regulará la futura Zona de Bajas Emisiones, los populares pudieron sacar adelante otros dos asuntos clave gracias al «voto de confianza» de Noemí Otero.

La edil de Ciudadanos, que tampoco se opuso en otoño a la aprobación de las ordenanzas fiscales planteada por el gobierno del Partido Popular, permitió con su abstención en dos modificiones presupuestarias que la minoría del gobierno no quedase expuesta. Con Vox votando en contra junto al PSOE, Izquierda Unida y Segovia en Marcha, José Mazarías tuvo que utilizar el voto de calidad del alcalde en caso de empate para poder disponer de casi 3 millones de euros procedentes de remantentes de tesorería.

«No pueden tener nuestro sí. Por responsabilidad, igual que con las ordenanzas fiscales, tendrán nuestra abstención. Es momento de permitir al gobierno demostrar si tiene capacidad de gestionar. Estamos dando nuestro voto de confianza para que puedan gobernar y saquen adelante los proyectos que quieren. Ciudadanos ha cumplido, pero ahora es momento de que cumplan ustedes», declaró Noemí Otero para justificar una abstención clave en el resultado final de la votación.

La modificación presupuestaria de 200.000 euros para que la Empresa Municipal de Turismo (EMT) asuma la organización de los actos conmemorativos de la proclamación en Segovia de la reina Isabel la Católica evidenciaron el distanciamiento entre el PP y Vox. La medida, que formaba parte del acuerdo de presupuestos y también del pacto firmado en abril, fue rechazada por la derecha reaccionaria. «Nos ha llamado la atención su alcance limitado. Tiene carácter turístico, con una cabalgata historicista y un mercadillo medieval como principales 'pièces de résistance'», afirmó Alfonso Ceballos-Escalera. El edil defendió un proyecto «algo más institucional», con invitaciones al Gobierno, al Rey (la edil de Turismo confirmó la invitación a Zarzuela), a los embajadores hispanoamericanos o a las reales academias. «Es un proyecto que, por lo que conocemos, será de andar por casa», añadió.

El resto de grupos también mostró su rechazo tanto a la forma como al contenido. Guillermo San Juan (Segovia en Marcha) cuestionó la necesidad de organizar nuevos actos encaminados a atraer más turistas a la ciudad; Ángel Galindo (IU) consideró que «se debe mirar a otras necesidades de la ciudad a la hora de incrementar estas inversiones», y Miguel Merino (PSOE) criticó una «secuencia de mercados romanos, medieval y de Navidad» por la cual acusó al gobierno municipal de convertir a Segovia «en un parque temático de mercadillos». Además, el exconcejal de Turismo también criticó la existencia de actividades que serán de pago. «Estamos de acuerdo con el turismo de experiencias, pero no celebrando cenas de pago para gente de élite», dijo. Y dejó caer la posibilidad de que la modificación obedezca a una falta de fondos de la EMT.

Noemí Otero expuso su rechazo a que sea la EMT la encargada de organizar los actos. «El concejal de Cultura demuestra que no tiene capacidad para gestionar su área», comentó antes de reconocer su «escepticismo» sobre el evento en sí. Por ello se abstuvo. Por su parte, la concejala de Turismo, May Escobar, defendió que se trata de un «momento extraordinario que nos puede ayudar a posicionar Segovia ante un tipo de viajero que disfruta de la historia» y recordó que en 2004, con un gobierno socialista, ya se destinaron 700.000 euros a conmemorar el aniversario de la proclamación de Isabel la Católica.

Las discrepancias entre el PP y Vox volvieron a ponerse de manifiesto con una nueva modificación presupuestaria, de 2,7 millones de euros, en la que se incluían partidas de muy diversa índole, desde el pago de gastos corrientes del Ayuntamiento, inversiones en obras como la pista de 'pump track' de Nueva Segovia o el aumento de la partida del gasto protocolario del Consistorio.

«Nos parece que hay falta de transparencia y una gestión inadecuada. Nos hubiera gustado algún convenio de apoyo a la tauromaquía, que era otro de los puntos del pacto que no es pacto. Esta modificación no puede contar con nuestro apoyo», subrayó Esther Núñez, la portavoz de Vox.

Los tres partidos de izquierda (PSOE, IU y Segovia en Marcha) también se mostraron en contra de una modificación que pidieron que en el futuro se aborde por separado. Las tres formaciones coincidieron en criticar el aumento del gasto protocolario del Ayuntamiento o el encargo de un estudio a una empresa privada para que analice un posible reequilibrio económico con la empresa de limpieza y recogida de residuos de la capital. «Está llena de gastos que no redundan en el bienestar de la ciudad. En otro momento estaban financiados con la venta de suelo municipal, pero esa forma de presupuestar de oído no es la correcta», comentó el socialista Jesús García Zamora.

Otero salvó la modificación presupuestaria «por responsabilidad» con su abstención y Rosalía Serrano, la concejala de Hacienda, manifestó su intención de no defraudar ni a la edil de Ciudadanos ni a los segovianos.

La tercera muestra de la ruptura entre el PP y Vox llegó con la aprobación definitiva de la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Tras su aprobación inicial, el pasado febrero, con el voto a favor de ambas formaciones, en este caso los populares se quedaron solos. Esther Núñez y Alfonso Ceballos-Escalera cambiaron su voto, con recado a Mazarías. «¿Un alcalde firma un acuerdo sin estar de acuerdo? ¿Qué valor tiene su firma? ¿Qué credibilidad tiene usted ante los segovianos?», se preguntó la portavoz de Vox, que justificó su voto en contra -tres meses después de votar a favor- en los acuerdos del pacto con el PP, que recogían diseñar una ZBE «mínima», mejorar la gestión del estacionamiento de vehículos en el casco antiguo y facilitar el acceso en horario comercial a los aparcamientos del casco histórico por parte de hosteleros y comerciantes.

El resto de partidos de la oposición se abstuvo al considerar que los populares tan solo aprueban la ordenanza para no perder la subvención de fondos europeos concedida al Ayuntamiento para su implantación. Así, la aprobación definitiva llegó con los únicos votos a favor del PP, el voto en contra de Vox y la abstención de IU, Segovia en Marcha, Ciudadanos y el PSOE, partido este último que lideró la iniciativa ahora aprobada. «Nosotros hicimos una apuesta por este proyecto, pero no han seguido en esta línea. No son de fiar», declaró la portavoz socialista, Clara Martín.