No parece que el clima político que se respira en el Ayuntamiento de Segovia vaya a favorecer la aprobación del presupuesto municipal para 2025 que el PP pretende sacar adelante en el último pleno ordinario de diciembre, previsto para el día 27. Basta con escuchar ... las palabras de la portavoz de Ciudadanos (Cs), Noemí Otero, para temer que el consenso en torno a las cuentas queda todavía lejos.
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La concejala liberal, de cuyo voto pudiera depender el PP para aprobar el nuevo presupuesto, va a esperar a la información que reciba en la Comisión de Hacienda del jueves; después decidirá, pero, hoy por hoy, pintan bastos.
«Esperaremos a que las explicaciones sean suficientes para que podamos tener una posición, pero la actitud, el comportamiento y el ánimo de este equipo de gobierno es contrario a que nadie pueda apoyarles nada. Es más, yo creo que quieren que se les vote en contra», dijo Otero, que habla incluso de cuestión de confianza: «Está por ver si son valientes y llegan a las últimas consecuencias con este dictamen de presupuestos que nos han presentado sin apenas tiempo para estudiarlo, lo que llevaría al alcalde a someterse a una cuestión de confianza, o si van a hacer lo que en otras ocasiones: retirar el punto del orden del día del pleno ante la imposibilidad de sacarlo adelante por falta de diálogo y consenso. Tampoco esto sería una novedad».
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La portavoz de Cs recordó al alcalde y al equipo del PP que gobiernan en minoría, que los grupos políticos de la oposición suman un voto más y que están obligados a dialogar y negociar. «Llevamos año y medio recordándoles que gobiernan en minoría y todavía no se han dado cuenta, como demuestra este órdago que han lanzado a la oposición con el único objetivo de victimizarse y ponerse la venda antes de la herida», subrayó Otero en clara referencia al escaso margen que el equipo de gobierno ha dejado a la oposición para estudiar el proyecto de presupuestos en profundidad. «Nos lo dieron el viernes a última hora de la tarde y el jueves es la Comisión. No sabemos si esto obedece a una cuestión de bisoñez, de inmadurez y de incapacidad para ocupar el cargo que ocupa el alcalde, o se debe a la soberbia y a su habitual forma de proceder. Suponemos que el señor Mazarías pretende que nos dediquemos a hablar de esto y así eludir una respuesta a la nula ejecución de los presupuestos de 2024».
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Otero reconoció haber mantenido contactos con el equipo de gobierno para buscar un acuerdo en torno al nuevo presupuesto, pero informales. «No se avienen al diálogo y no sé qué pasará en los próximos días», concluyó.
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