Cruz Roja atendió el año pasado de forma directa a un 8,15% de la provincia

La presidenta de Cruz Roja subraya que «todavía quedan coletazos» de la pandemia y esgrime los programas específicos de su ONG para abordarlos. «Esperamos que la situación mejore considerablemente, estamos trabajando en ello». Relata casos con desempleo o situaciones económicas precarias agravadas por la inflación o la subida en el precio de los carburantes. «Hay gente que no se puede hacer cargo de los gastos de su hogar». Como filosofía del trabajo de su organización destaca la visión integral que aúna los aspectos económico, personal o social.

Cruz Roja ha definido sus seis líneas estratégicas para el periodo 2023-2027. Parte de los socorros: lograr que las personas puedan superar las situaciones agudas o crónicas que ponen en peligro sus vidas. El año pasado, 255 personas recibieron atención en Segovia. El segundo pilar es la inclusión social: dar una oportunidad a las personas que están en riesgo de pobreza o que afrontan otros factores que generan. Fue el departamento que incluyó a más personas en 2022: un total de 8.309. Un aspecto que entronca con un factor transversal, el empleo, que asistió a 757 personas en la provincia. La ONG habla de «acercar al mercado laboral en transformación a las personas subrepresentadas en él y que lo tienen más difícil». 

En el ámbito de la salud, defiende una gestión integral que incluya el bienestar físico, psíquico, social y la capacidad de funcionamiento, promoviendo un estilo de vida más saludable y mejorando la gestión de la enfermedad. Un total de 2.066 segovianos fueron atendidos el año pasado. En cuanto al medio ambiente, habla de promover comportamientos más sostenibles con el entorno para minimizar la degradación ambiental y sus consecuencias en la sociedad. Fue el departamento más residual, con 55 actuaciones.  Y termina con la educación, otro aspecto transversal, en pos de «garantizar la igualdad real de oportunidades» a través de diversos apoyos. Las acciones de Cruz Roja llegaron en 2022 a 5.890 personas en este ámbito.

La lógica de cualquier ONG es adaptarse a la circunstancia sobrevenida. Por eso la variedad de colectivos asistidos es enorme. La estadística provincial distingue entre: mayores y personas cuidadoras (4.092 personas), en situación de extrema vulnerabilidad (2.789 personas), infancia (540 personas), jóvenes (1.519) inmigrantes (292), solicitantes de asilo y refugio (557), mujeres en dificultad social (409), desempleadas y en precariedad laboral (444), reclusas y ex reclusas (172), con discapacidad (204), con problemas de salud (604) y población en general (2.976).

Entre tanto colectivo, Fuentetaja identifica a los que se han quedado atrás. «Las más vulnerables, las que están atrás en todas las estadísticas, son las mujeres. Cuando hay una crisis de desempleo, son las que primero lo sufren». También habla de la población joven y las dificultades para adaptarse a perfiles profesionales que no el suyo. O las dificultades para acceder al empleo de personas sin una cualificación específica.

El grueso del presupuesto de la ONG en Segovia parte de subvenciones públicas; también cuenta con 6.680 socios –con aportaciones muy diversas, desde los tres euros–, 117 empresas o 450 donantes puntuales. «Todo vale, hasta un euro viene bien».

La directiva también consigue fondos propios prestando servicios como llevar la unidad móvil a los partidos que la Gimnástica Segoviana disputa en La Albuera: ambulancia y técnicos. El club abona el servicio mediante un convenio. Un servicio que también prestan en las concentraciones moteras de los Pingüinos, en el festival aerostático o conciertos de todo tipo. La prevención es una forma de generar recursos.

Cada programa de Cruz Roja ha aumentado su demanda con la invasión rusa de Ucrania porque Segovia es una provincia puntera en Castilla y León en la acogida de refugiados. La ONG ha dado cobijo desde febrero de 2022 a unos 300 demandantes de asilo y cuenta en la segunda fase de su integración –con más independencia, desde el alojamiento a la búsqueda de empleo– a unos 140 ucranianos. Las principales demandas son la enseñanza del español y la atención a los menores. «Ha aumentado considerablemente el personal técnico que está trabajando para este sector y el número de voluntarios».

Se trata de una subida superior al 10% en ambos departamentos, hasta los 730 voluntarios y los 73 trabajadores en plantilla. «Se trabaja desde distintos frentes para que abarque todas las áreas de desarrollo de la persona».