Los cribados previos justifican su eficacia al aumentar el control y bajar la incidencia

El primero de los llevados a cabo coincidió con el día de Nochevieja y fue en Sepúlveda. Ese 31 de diciembre, la villa estaba a punto de registrar un salto cuantitativo enorme en cuanto a la incidencia acumulada tanto a siete como a catorce jornadas vista. El ascenso continuó hasta el 7 de enero, que es cuando la evolución al alza se trunca e inicia un descenso, que se nota sobre todo en los nuevos casos positivos diagnosticados cada día, lo que a su vez repercute en los parámetros de las incidencias, y en particular en la acumulada en la última semana.

El calendario voltea el 7 de enero y de registrar en torno a cincuenta infecciones nuevas confirmadas cada día se pasa a menos de la mitad, veinte en concreto. El goteo de la disminución prosigue hasta con altibajos provocados sobre todo por los brotes notificados por los servicios sanitarios en ciertas fechas. La reducción en el número de nuevos positivos llega hasta este fin de semana, ya que el sábado se detectaron cinco.

Además, otra de las variables que ha mejorado con el cribado, entre otras medidas de vigilancia y seguimiento, ha sido la trazabilidad. Es decir, el saber el origen y tener controlados los infectados y los contactos. En Sepúlveda este parámetro se desnortó progresivamente desde el año nuevo y durante diez días. El 10 de enero había bajado al 61%. Doce días después del muestreo realizado a la población, la trazabilidad recuperó un nivel muy elevado, llegando al 95% el 11 de enero.

Sacramenia fue la siguiente en someterse al cribado. Luego, los días previstos de toma de muestras en Cantalejo se vieron alteradas por la borrasca 'Filomena', lo que también se refleja en los efectos del cribado sobre la evolución epidemiológica, que parece dividida en dos partes.

Los primeros test se hicieron el 8 de enero y los segundos, el día 13. Los efectos de una mayor contención del virus en la ciudad briquera se han empezado a notar trece jornadas después de las pruebas iniciales, sobre todo en la incidencia acumulada a siete días, que ha bajado de estar por encima de 1.300 y de 1.400 casos por cada cien mil habitantes la semana anterior a situarse en 624 positivos por la misma población base este sábado, acumulando tres jornadas consecutivas de descensos y 26 nuevas infecciones diagnosticadas en la última semana. Cantalejo no contabilizaba tan pocos nuevos contagios en siete días desde Nochevieja y alcanzó su máximo el día 14, con 74.

Las Lastrilla repite comportamientos anteriores. Justo una semana después del cribado comienza a anotarse un descenso de la incidencia, que ha bajado a la mitad a la mitad en el acumulado a siete jornadas, como reflejan los números de este sábado.