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Amparo Yoldi sufre covid persistente. Antonio de Torre

«Tuve covid en abril, pero sigo sin poder hacer una vida normal»

Testimonio ·

Amparo Yoldi, segoviana de 58 años, estuvo dieciocho días en el Hospital a causa del coronavirus. Hace casi un año y la pesadilla continúa: «Hasta 37 síntomas he contado»

berta jiménez

Segovia

Domingo, 21 de febrero 2021, 09:43

Pronto se cumplirá un año desde aquel fatídico mes de marzo en el que el coronavirus cambió nuestras vidas. También va a hacer un año desde que Amparo Yoldi se contagiara de covid-19: la ingresaron en el hospital durante 18 días y después su vida sí que cambió radicalmente. En todo este tiempo los síntomas no han desaparecido y ya es una de las más de 200.000 personas afectadas en toda España por el llamado covid persistente (o 'long covid').

Hace apenas dos semanas, esta segoviana empezó a movilizarse en las redes sociales creando grupos que sirvieran de punto de encuentro para los afectados como ella. El colectivo Long Covid ACTS (Long Covid Autonomous Communities Together Spain), que agrupaba hasta la fecha a los colectivos autonómicos de afectados por covid-19 persistente de las comunidades de Andalucía, Cataluña, País Vasco, Madrid , Valencia, Aragón, suma ahora uno más: el de Castilla y León. Lo que buscan es compartir sus experiencias, visibilizar su enfermedad y, sobre todo, que la covid persistente se reconozca como tal. «La Organización Mundial de la Salud ha reconocido la covid-19 persistente como enfermedad, aunque España todavía no se ha pronunciado al respecto», lamenta el grupo castellano y leonés.

Vídeo. Antonio de Torre

Yoldi recuerda que cuando le dieron el alta hospitalaria, allá por el mes de abril de 2019, no sabía lo que le pasaba pero notaba que no estaba bien. Fue a partir de junio cuando comenzó a sentir la mayoría de los síntomas con los que convive desde entonces: disnea (falta de aire), dolor de ojos, dolor de cabeza, pinchazos en los oídos, diarreas… «Me cuesta respirar. Tengo que coger aire para poder seguir hablando», relata mientras se va apagando poco a poco su voz: «¿Ves? Me quedo afónica cada dos por tres». También hace referencia a la conocida como 'niebla mental' («a veces me quedo en blanco y no sé lo que iba a decir») y sigue: «Me tiemblan las piernas al estar de pie, las extremidades se me duermen, tengo un cansancio exagerado, fatiga al andar…». Ha contado hasta 37 síntomas en su cuerpo. «Es como si te hubiera caído una losa de 20 años más», confiesa.

Antes de padecer esta enfermedad, Yoldi trabajaba en un bar, algo que ahora le sería prácticamente imposible. «Yo no podría hacer una vida normal porque me fatigo y me duele todo. No puedo dar ni dos pasos sin pararme a coger aire», cuenta. En casa, las tareas diarias le suponen un esfuerzo enorme, pero cuenta con la ayuda de su familia: «Lo hace casi todo mi marido. Yo no puedo, me cuesta».

La mayoría de los afectados afirman que sus vidas laborales y familiares están totalmente condicionadas por esta enfermedad, incluso dicen que se enfrentan a una «sensación de abandono total» porque a veces chocan con la incomprensión de sus círculos más cercanos. Muchos siguen de baja laboral y se quejan de estar sufriendo esta situación «casi en silencio».

Mujer de 43 años

Yoldi tiene 58 años, pero conoce a afectados de covid persistente de todas las edades. En los grupos «hay de todo», dice, desde adolescentes hasta jóvenes y adultos más mayores que ella. Según un estudio de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), realizado en colaboración con el colectivo nacional Long Covid ACTS entre los meses de julio y octubre de 2020, el 79% de las más de 1.800 personas afectadas consultadas eran mujeres, con una media de edad de 43 años. En las encuestas se registraron hasta un total de 200 síntomas, mayoritariamente generales (95%) aunque también relacionados con anomalías en el sistema neurológico (86%), en el aparato locomotor (82%) y problemas psicológicos y emocionales (86%).

A través del colectivo Long Covid Castilla y León, los enfermos ponen en común sus vivencias y, según Yoldi, casi todos coinciden en los síntomas. En algunas redes sociales, ya existían algunos grupos de afectados de la región, como el que coordina la leonesa Sonia Sánchez desde el pasado verano y al que ya se han unido más de 180 personas. Encontrar apoyo y presionar para que se realicen diagnósticos adecuados de la enfermedad es lo que buscan todos los participantes. Pero Yoldi va más allá: espera que pronto la investigación dé sus frutos y haya una cura para los enfermos de covid-19 persistente. «Que nos traten con algún medicamento porque así no se puede hacer una vida normal», suplica.

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