Un cortador de Segovia sufre una grave cornada en el concurso de San Fermín

La escena dejó helado el ambiente festivo y de jarana que se vivía en la grada de la plaza de toros. El concurso de recortes de San Fermín brindaba un cartel que prometía espectáculo y riesgo. Cristian Rubio, de 25 años, a pesar de su juventud, es un veterano en la suerte del cara a cara frente al toro y en exhibir sus habilidades, destrezas y agilidad cada vez que el animal enfila hacia él cayendo en su treta. Pero no siempre se logra esquivar al toro, y eso es lo que ha ocurrido este sábado en la capital navarra vestida de rojo y blanco.

El amago cuando el toro estaba a centímetros salió mal y los aficionados contuvieron la respiración. Cuando vieron que Rubio se ponía en pie y que se apresuraba hacia sus compañeros que habían salido a su rescate cojo pero a salvo, el alivio calmó el estremecimiento. El herido, natural de Cuéllar y perteneciente a un linaje de cortadores entre los que está su cuñado Balotelli, fue atendido en la enfermería de la plaza navarra.

Los equipos sanitarios le intervinieron allí mismo de una cornada de unos diez centímetros de profundidad en la cara posterior del muslo derecho que tocaba la cara posterior interna del fémur, según confirman fuentes cercanas al cortador. No había que perder tiempo. El pronóstico inicial era de gravedad. Una vez operado, el cortador cuellarano ha sido trasladado al Hospital Universitario de Navarra para proseguir con la asistencia médica.

El alcalde de Cuéllar, Carlos Fraile, confirma la lesión y la aparatosidad de la cogida al intentar realizar un quiebro. A pesar de ello, el regidor manda un mensaje tranquilizador y confía en que el cortador pueda estar listo para el concurso de su villa en menos de dos meses. Ya ha demostrado en otras ocasiones su capacidad de recuperación tras padecer percances en el albero.

Rubio era el único representante segoviano en el prestigioso certamen nacional de San Fermín, en el que dieciséis cortadores iban a jugársela ante cinco toros para llevarse el premio final. El cuellarano es una figura habitual en los carteles de este tipo de concursos que se llevan a cabo a lo largo y ancho de la geografía española. La pasada temporada participó en alrededor de una treintena de pruebas. Su predicamento en este mundo de los recortes viene avalado por triunfos como el obtenido el pasado mes de noviembre, cuando se alzó con el Campeonato de Castilla y León en la localidad vallisoletana de La Flecha.

Por desgracia, también conoce la cruz de la moneda. Hace dos años, Cristian Rubio sufrió dos cornadas del mismo morlaco cuando trataba de hacer un quiebro de rodillas. Pese a las cogidas, se sobrepuso y consiguió alzarse vencedor en el concurso de corte libre de Valladolid, en el que era el retorno de los toros a la capital vallisoletana tras el paréntesis de la pandemia de la covid.