El Convento de la Hoz, 300 años después

Han pasado casi 300 años desde que fue escrito y dos décadas desde que fue adquirido en una casa de subastas. Pero los imposibles no existen. Un libro del siglo XVIII sobre el Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz regresa a Sebúlcor tras la iniciativa del toledano Simón García, quien descubrió entre sus enseres este ejemplar y decidió donarlo a la Asociación de Amigos del Convento de la Hoz, entidad encargada de promocionar el conjunto patrimonial.

Su pequeño formato, del tamaño de una postal, así como su austera cubierta, aunque se hipotetiza una encuadernación previa en pergamino, podrían confundir su valor. Pero se trata de un compendio histórico sobre la fundación del convento e invención de la imagen de Santa María de los Ángeles de la Hoz, datado en 1732, según anuncia su portada, que ofrece una perspectiva social, cultural y religiosa de la localización del convento y sus alrededores en el periodo que fue escrito.

No hay que juzgar un libro por la portada. Así lo pone de manifiesto el toledano Simón García, quien hace 15 años perdió a su mujer y poco después le tocó la lotería. Compartió todas las ganancias con sus familiares y él tan adquirió una copia de Murillo. Cuando acudió a recoger el óleo a una casa de subastas madrileña, le llamó la atención un pequeño manuscrito en una vitrina. «Era un lote no adjudicado», remarca. Y preguntó por su valor. «Si te lo llevas, te hago un descuento», le respondió el vendedor. El comprador no dudó y por un módico precio pudo llevarse ambas piezas.

El comprador guardó el libro en su despacho y no fue hasta estos meses cuando, al hacer una limpieza, encontró el compendio. «Ni me había parado a leerlo», afirma. Pronto se interesó por él y comenzó a indagar sobre lo que se narraba. Por medio de varias búsquedas en internet, descubrió la situación del Convento de la Hoz, su singularidad histórica y las labores realizadas para su recuperación. Por ello, decidió contactar con la Asociación sebulcorana, que dio cuenta de su valor, y coincidieron en la importancia de su donación, que se celebró este fin de semana en el municipio

«Parece ser de un fraile que se aburría y empezó a copiar un manuscrito», determina García. Su autor no es desconocido, se trata de un religioso provincial de la Purísima Concepción cuyo nombre responde a las siglas M. R. P. F. Todo encaja, ya que esta orden forma parte de «la congregación franciscana que estaba en el convento», explica Juan Carlos Santa Engracia, investigador y miembro de la Asociación receptora del libro. Al final del ejemplar, hay un añadido de un autor anónimo.

El libro cuenta con aproximadamente 40 páginas, aunque están enumeradas hasta la 61. El compendio está precedido de una introducción en la que el autor justifica su realización con motivo de una visita que hizo en 1728, donde registró «con mucho cuidado» su situación y adoró «a la soberana imagen». Aunque se perciben algunas manchas de tinta y otras relacionadas con su antigüedad, la caligrafía en tinta negra destaca por su pulcritud y sencillez, a excepción de algunas frases subrayadas y los titulares ornamentales de la portada y los tres capítulos que dividen el libro. El primero aborda la fundación del convento; a continuación, se trata el aparecimiento «milagroso» de la imagen y, el último, versa sobre la advocación de este lugar.

«Sito en el obispado de Segovia, diez leguas distante de la ciudad capital, la villa de Sepúlveda», contextualiza el autor, a la vez que menciona su cercanía a Pedraza y la ermita de San Frutos, entre otras cuestiones que contribuyen a descubrir o aclarar la historia del convento fundado en 1321. Uno de los episodios destacados que se narran es el derrumbe acontecido en 1492 y la participación de la reina Isabel la Católica en su reconstrucción, por lo que se creó una habitación exclusiva para ella. Estos detalles serán conocidos en los próximos meses tras su digitalización, lectura y transcripción a cargo de la Asociación.

El descubrimiento llega en un momento apropiado, ya que actualmente se acometen obras urgentes para evitar el derrumbamiento completo del conjunto monasterial. En concreto, se han apuntalado dos arcos -el de la fachada sur y el de la habitación de la reina- y se ha reforzado una ventana esencial para el mantenimiento de la estructura. Asimismo, se han tapado y sellado grietas.

«Parece poco, pero para el sitio en el que está [de muy difícil acceso*, es mucho», señala el presidente de la Asociación de Amigos del Convento, Juan Carlos Martín. Los materiales se transportaron en un tractor al Portillo de la Pez, para posteriormente trasladarlos a hombros hasta disponerlos en piraguas. Después, la navegación finalizó a los pies del convento. «Las obras van tarde, pero agradecemos que al menos hayan llegado», afirma.

En este momento, la primera fase de obras está paralizada a la espera de la aprobación de licencias por parte de la Junta de Castilla y León para ampliar las actuaciones de emergencia. Todo ello con el objetivo de recuperar, en la medida de lo posible, un edificio que fue declarado Bien de Interés Cultural en 2012.

De este modo, la aparición de este ejemplar sobre el convento es un aspecto de gran importancia para la historia y patrimonio de la localidad. Pero también un acto de esperanza entre la población. Esto se debe a que, a principios de verano, la Guardia Civil recuperó un libro de fábrica de la iglesia parroquial de Santa María Magdalena de Sebúlcor que se vendía por más de 1.500 euros en un portal de subastas.

Sin embargo, no todos los documentos han corrido la misma suerte. En las últimas dos décadas han desaparecido cuatro ejemplares del archivo parroquial: tres libros que recogían los bautizos de 1773 a 1911 y uno de matrimonios acontecidos entre 1860 y 1921. Esta «preocupante» situación ya ha sido trasladada a las autoridades competentes, según trasladan los vecinos del municipio.

• Temas
• Sebúlcor
• Segovia (Provincia)
• Historia