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El Ayuntamiento de Segovia y el Ministerio de Defensa aún no han podido ejecutar el convenio firmado entre ambas administraciones en 1993 y que tuvo varias adendas en los años posteriores, la última en 2015. El acuerdo mediante el cual se pactaba un intercambio ... de terrenos en la ciudad, por el cual el Ayuntamiento pasaría a disponer de la parcela situada junto al antiguo Regimiento a cambio de ceder a Defensa terrenos junto al acuartelamiento de Baterías, sigue sin materializarse ante la imposibilidad del Consistorio de cumplir con su parte del trato. No puede, y tardará varios años en poder hacerlo, porque los terrenos que debe ceder a Defensa están todavía en un proceso de regularización jurídica.
Así lo reconoce el ministerio de Margarita Robles, que señala a los problemas del Ayuntamiento para hacerse con los terrenos situados en Prado Bonal como la principal causa para poder materializar el acuerdo. A través de una reciente resolución, reconoce que la cesión aún no ha sido ejecutada sin precisar cuándo se estima que la parcela situada junto al acuartelamiento de Baterías podría pasar a ser titularidad del Ministerio de Defensa. En la misma resolución apuntan que el ministerio sí que ha cumplido con sus obligaciones del convenio y ha cedido al Ayuntamiento los terrenos acordados junto al antiguo Regimiento. No obstante, también reconoce que está realizando un seguimiento de la ejecución del acuerdo, manteniendo contactos directos con los responsables municipales a este respecto.
El problema que impide al Ayuntamiento disponer de los terrenos que ceder posteriormente a Defensa es la imposibilidad de desarrollar el sector de Prado Bonal. Según el acuerdo, la administración municipal debía entregar al ministerio una superficie de más de 102.000 metros cuadrados situada junto al acuartelamiento de Baterías, la N-603 (la carretera de Madrid), el vial que estaba previsto para acceder al Círculo de los Artes y las Tecnologías (CAT) y a unos terrenos situados junto al denominado Cordel de Santillana.
Pero para poder entregarlos a Defensa, antes debe estar en posesión de su titularidad. «Una cosa es la ocupación y otra la titularidad», precisa la concejala de Urbanismo, Clara Martín. Es cierto que desde hace años el Ayuntamiento sí que puede ocupar dichas parcelas gracias al acuerdo con sus propietarios, pero éstas no pasarán a sus manos –y posteriormente a las del ministerio– hasta que no se desarrolle el sector de Prado Bonal. Ese es el acuerdo que el Ayuntamiento alcanzó con los propietarios de los terrenos. Porque, salvo una pequeña parte que sí era de titularidad municipal, la gran mayoría del suelo acordado es de propiedad privada.
. Han pasado casi treinta años desde la firma del primer convenio entre el Ayuntamiento de Segovia y el Ministerio de Defensa para la mutua cesión de terrenos, los del entorno de Baterías para la Administración central y los de la zona sur del antiguo Regimiento para la local. Un convenio que en 2005 tuvo una adenda, pero no la última. Diez años después, Ayuntamiento y Defensa volvieron a firmar un convenio para aclarar lo relativo al edifico Casa Quemada y al espacio del antiguo acuartelamiento Leones de Castilla.
En esta zona, el convenio permitía desarrollar el nuevo centro de la ciudad, articulado en torno al campus público María Zambrano. Suponía un cambio radical del entorno, que en parte ya ha comenzado con la construcción de la segunda fase del campus, pero que tenía el grueso de la intervención en el antiguo Regimiento, con la creación de nuevos equipamientos públicos relevantes, instalaciones deportivas o viviendas para estudiantes. Además, se contemplaba la apertura de una nueva calle entre Coronel Rexach y General Santiago.
Para poder comenzar con esa transformación era necesaria una modificación del PGOU que, en aquel entonces (septiembre de 2015), se pensaba que estaría lista en aproximadamente un año. No se cumplieron los plazos.
La modificación del Plan General de Ordenación Urbana se encuentra en estos momentos en un periodo de exposición pública. Con ese cambio, la ordenación urbanística prevé construir en dicho espacio 120 viviendas, de las que un 55% pertenecerán al Ministerio de Defensa. El 45% serán del Ayuntamiento.
Cuando las modificaciones urbanísticas tengan el visto bueno de la Junta (Clara Martín espera que a lo largo de 2022), también se podrá definir la infraestructura que figura en el plan. Entre las opciones, una instalación deportiva o una residencia de estudiantes.
Salvo con uno de los dueños, el Ayuntamiento de Segovia acordó hacerse con las parcelas a cambio de aprovechamientos en otros terrenos del mismo sector, también en Prado Bonal. Tan solo uno de los propietarios no aceptó la fórmula, y aunque ganó en los tribunales y obligó al Consistorio de la ciudad a indemnizarle por la ocupación directa de sus terrenos, el precio que recibió fue infinitamente inferior a lo que pretendía. El resto de titulares sí que alcanzó un acuerdo con el Ayuntamiento en un contexto en el que se preveía la expansión de la capital por su vertiente sur, gracias al impulso de la estación de alta velocidad y a la construcción del CAT.
El problema surgió cuando la crisis echó por tierra esas previsiones. Entonces, los propietarios vieron frenadas sus expectativas en la zona sur de la ciudad. Y eran precisamente ellos, a través de la junta de compensación, los que debían encargarse del desarrollo del sector. «El Ayuntamiento ha cumplido con su parte», precisa la responsable de Urbanismo. «Ellos se comprometieron a desarrollar el sector», añade sobre lo acordado. Un pacto cuyos plazos ya han vencido y que, incluso, han llevado a la disolución de la asociación de propietarios del sector de Prado Bonal sin que se hubiera formalizado la junta de compensación.
Ante esta situación, en la que no hay una junta de compensación con planes de desarrollar el sector a medio o largo plazo, Clara Martín no oculta que la situación parece estar en «un callejón sin salida». El Ayuntamiento, explica la concejala, no puede tomar la iniciativa y desarrollar Prado Bonal por su cuenta al disponer de menos de un 50% de los terrenos. Así, la vía de escape está en el Plan General de Ordenación Urbana, bien a través de una modificación o bien a la espera de la revisión que el equipo de gobierno tiene previsto abordar durante los próximos años. El Ayuntamiento podría acometer un cambio en los sistemas de gestión para poder desarrollar Prado Bonal. Sin embargo, ese escenario se encuentra con dos grandes inconvenientes. El primero, la necesidad de llevarlo a cabo en un contexto en el que no se prevé un claro crecimiento de la ciudad por esta zona; el segundo, los cuantiosos costes económicos que tendría para las arcas municipales su urbanización.
Con este escenario, la concejala de Urbanismo se muestra tranquila, sobre todo tras una reunión mantenida hace meses con el ministerio. «No existe ningún peligro de que se pueda romper el convenio», precisa Martín, quien subraya que, en la práctica, se está ejecutando. De hecho, Baterías ya ha hecho uso del suelo acordado con el Ayuntamiento, mientras que el Consistorio también ha utilizado durante años la parcela del antiguo Regimiento.
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