Dos semanas después, ocho de cada diez empleados de la construcción en la provincia pudieron volver a ponerse el mono de trabajo y el casco de protección para regresar a las obras en las que se encontraban trabajando hasta finales de marzo, cuando el ... Gobierno de España decretó su paralización al considerar que no se trataba de servicios esenciales. Transcurrido ese periodo de tiempo, las máquinas volvieron ayer a funcionar en Segovia aunque con cierta confusión durante las primeras horas por las condiciones con las que el Gobierno anunció la noche del domingo que se podía volver al trabajo.
Publicidad
«Se establece la suspensión de toda clase de obra que suponga una intervención en edificios existentes, en los supuestos en los que el inmueble en el que deban ejecutarse se hallen personas no relacionadas con la actividad de ejecución de la obra». Es la primera parte del artículo publicado en el BOE, contenido con el que no contaban los constructores para su regreso a la actividad y la causa del «caos» que durante la mañana se vivió en buena parte de las obras de Segovia, según afirma el presidente de la patronal de industrias constructoras, Javier Carretero.
Coronavirus en Segovia
«Ha sido una vuelta extraña. Pensábamos volver con normalidad pero nos encontramos el domingo con ese Real Decreto. La gente no terminaba de saber dónde podía trabajar y dónde no», añade Carretero. La confusión fue tal que hubo «cuatro o cinco casos» en Segovia en los que tuvo que intervenir la Policía. No hubo sanciones de por medio y la actuación de los agentes, según explica Carretero, fue simplemente para informar de que las obras no podían retomarse por incumplir con las condiciones del Real Decreto. «Las condiciones son entendibles. Al final si tienes que trabajar en un edificio en el que entran y salen vecinos es lo más normal, pero tuvieron una semana para aclarar qué obras se podían reanudar sin tener que esperar al domingo por la noche», lamenta. Una vez resueltas las dudas sobre los trabajos que se podían desempeñar, la mayoría de obreros pudieron «reubicarse» en otras obras, aunque Carretero apunta que hubo otros que tuvieron que volverse a sus casas. «En la provincia no ha habido tantos problemas porque no suele haber gente alrededor de las obras. Los principales problemas han sido en Segovia capital», añade.
Así, la asociación en Segovia calcula que más de 4.500 personas pudieron volver ayer al trabajo en el sector (cifra en la que se incluyen también las profesiones relacionadas con la construcción como los fontaneros o electricistas) para reanudar obras pendientes. «No hay obras nuevas, ni del sector privado ni del público», indica Carretero.
Entre las obras públicas que continuaron ayer tras dos semanas de inactividad se encuentran las de la SG-20. Los operarios estuvieron ayer trabajando en varios puntos de la circunvalación para completar su conversión en autovía. En concreto, las intervenciones se centraron en los extremos del vial que unirá la carretera de La Granja con la de Palazuelos de Eresma así como en los puentes que quedan pendientes. Tras concluirse el tramo occidental en octubre, el oriental tenía previsto su conclusión el próximo 31 de mayo, cuatro años después del inicio de los trabajos. Sin embargo, la ralentización de la actividad motivada por el coronavirus ha motivado que tanto la empresa como Fomento contemplen posibles retrasos, aunque confían en poder trabajar a un buen ritmo y terminar las obras en el plazo acordado.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.