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La cuenta atrás está ya en la recta final. El cambio de frecuencias de la Televisión Digital Terrestre (TDT) será una realidad el próximo martes ... 11 de febrero. Esto significa que los hogares segovianos que no hayan adecuado sus instalaciones a las nuevas condiciones de emisión y recepción de la señal no podrán ver muchos de los canales de la amplísima oferta televisiva. Son las cadenas estatales y autonómicas que dejarán de emitir a través de sus antiguas frecuencias. La provincia está incluida en la primera tanda de demarcaciones que se incorporarán al que se ha dado en llamar segundo dividendo digital. Así pues, dentro de cinco días, los vecinos de 133 municipios tendrán que resintonizar sus televisores para poder ver sus programas preferidos, siempre y cuando la instalación cumpla con las nuevas condiciones de la captación de la señal. Los instaladores autorizados de la provincia llevan meses avisando del cambio que estaba por llegar, aseguran representantes del sector.
Sin embargo, el exceso de confianza y «la costumbre de ir dejando las cosas para el último momento» han postergado hasta los últimos días la adaptación de las instalaciones de telecomunicaciones de los edificios afectados. «Luego vendrán las prisas y las llamadas porque no pueden ver la televisión», avisan trabajadores del gremio sobre el previsible aluvión de avisos que esperan a partir del día 11.
El principal problema, apunta Alberto Toribio, en representación de la directiva de la Asociación Segoviana de Técnicos Instaladores de Telecomunicaciones (Aseitel) es que «se han juntado cambios directos de canales». Es decir, «hay ciertos repetidores de mayor entidad que se han adaptado para admitir la duplicidad de señales» con el fin de que los usuarios puedan ver la TDT durante el periodo de ajuste. Sin embargo, hay repetidores más pequeños y con menor capacidad, lo que provoca que quienes dependan de ellos no puedan acceder a esa duplicidad. Alberto Toribio apostilla que, «aunque hay gente previsora, también hay muchas comunidades de propietarios que lo han dejado pasar» y que, por lo tanto, no tienen adaptadas las antenas colectivas.
Normalmente, estos vecindarios más confiados son los que carecen de la gestión de un administrador de fincas, matiza el portavoz de la asociación de instaladores. Esta figura contratada por las comunidades suele estar al tanto de este tipo de modificaciones y no apurar los plazos. A fecha de 31 de diciembre de 2019, se estimaba que el 73,4% de los 3.900 edificios comunitarios de tamaño mediano y grande –que deben ajustar su instalación– ya habían realizado esta adaptación.
El colectivo de profesionales autorizados para ejecutar en la provincia estas modificaciones calcula que, a falta de cinco días para que entre el vigor el segundo dividendo digital, el porcentaje de bloques de vecinos gestionados por administradores de fincas que se han amoldado a la nueva circunstancia sobrepasa seguramente el 90%.
En lo que coinciden los representantes del gremio de instaladores es que «esta vez ha habido menos información» que en ocasiones pasadas en las que se instaba a un cambio similar en la recepción de la TDT.
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