Paneles solares en el tejado del nuevo centro de salud de Palazuelos. Antonio de Torre

Provincia de Segovia

Una comunidad energética valida 22 cubiertas de 14 pueblos para placas solares

La primera asociación de este tipo en Segovia democratizará el acceso a las renovables mediante un ahorro del 30% y una cuota mensual

Lunes, 16 de septiembre 2024, 10:29

Una quincena de ayuntamientos de la provincia ha juntado ya más de una veintena de cubiertas municipales –tejados como pabellones o centros de salud– para la instalación de placas solares. Es el embrión de la primera comunidad energética de la provincia, impulsada por la Cámara ... de Comercio con el espíritu de democratizar el acceso a las energías renovables al liberar a vecinos y pequeñas empresas del principal obstáculo, la inversión inicial y la obra en sus viviendas o locales. Serán los consistorios quieren asuman esa tarea y las instalaciones fotovoltaicas darán servicio a dos kilómetros a la redonda. Una propuesta menos ambiciosa que instalar las placas en el tejado de casa, pero también menos arriesgada: al ahorro es menor, pero solo habrá que pagar una cuota.

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La 'Comunidad Energética Toda Energía Segovia', una asociación sin ánimo de lucro, se constituyó en diciembre y está presidida por el alcalde de San Cristóbal de Segovia, Óscar Moral. El modelo nació en Navarra, impulsado por la cámara de la región, y el trabajo en red a nivel nacional llevó a la de Segovia a replicarlo en su territorio. Una Comunidad Energética Local (CEL) basada en los ayuntamientos, pues son los que ceden sus cubiertas municipales para las instalaciones fotovoltaicas. «Parte de su interés de ofrecer energía más barata y verde a sus vecinos y a pequeñas empresas», resume el coordinador del proyecto en la Cámara de Comercio de Segovia, Alfonso Arribas.

La asociación no ha discriminado municipios por su tamaño y ha estado abierta a todos. Pero está centrada en dar una salida a los pequeños, a los que quizás no tengan otra opción para renovar su energía por su limitada capacidad de inversión y por la «locura» de trámites burocráticos que implica crear una comunidad energética. San Cristóbal de Segovia, Trescasas y Abades son los ayuntamientos fundadores. Con ese germen, la Cámara presentó el proyecto en dos reuniones abiertas a toda la provincia. Y cerca de una treintena de ayuntamientos mostró interés.

El requisito era señalar las cubiertas que cederían a la comunidad energética, pero algunos –sobre todo los más pequeños– no tenían o no eran viables porque la inversión que debían hacer para instalar las placas no merecía la pena. Por ejemplo, tejados de uralita. Así que se han caído en esa primera fase, aunque el proyecto está abierto a que se incorporen más. Actualmente, la asociación está trabajando con 14 ayuntamientos adheridos –además de los fundadores están Torrecaballeros, Torreiglesias, Garcillán, Labajos, Palazuelos de Eresma, San Cristóbal de Cuéllar, Sangarcía, Cuéllar, Real Sitio de San Ildefonso, Valverde del Majano y Cabezuela– tras la evaluación de sus cubiertas, ya realizadas a lo largo del verano las visitas in situ. En ellas, tres se han caído. El número total de cubiertas válidas ahora mismo es de 22.

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Los 14 ayuntamientos miembros ya han aprobado en pleno municipal su adhesión a la comunidad. El siguiente paso es ceder las cubiertas –se hace por 25 años– y aprobar el autoconsumo de cara a presentar con esa bolsa de espacios el proyecto a una subvención del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético, parte del Ministerio de Transición Ecológica, antes del 31 de octubre.

El ahorro directo para el consumidor final, que deberá hacerse socio de la comunidad, está alrededor de un 30%, pero el 70% restante será también energía renovable, que representará para muchos vecinos y empresas el total de su gasto, un porcentaje se comprará de manera agrupada. «Se saca mejor precio cuando hay muchos consumidores que acuden a la oferta», apunta Arribas. Hay ahorros muy superiores, por ejemplo, cuando una empresa instala placas en su sede. «Pero tienes que hacer frente a una inversión inicial y, por así decirlo, tragarte tú el proyecto técnico. Nosotros damos todo el apartado burocrático y les vamos guiando en los pasos». La Cámara se sumó pensando en los comercios del medio rural y en sumarse a la transición energética.

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El ahorro directo para el consumidor final, que deberá hacerse socio de la comunidad, está alrededor de un 30%

La inversión final está pendiente de que se sumen nuevas cubiertas en las próximas semanas o pueda caerse alguna. Una vez cerrada esta bolsa, el primer paso será sacar a concurso las instalaciones. «Lógicamente, la prioridad va a ser instaladores locales». El cálculo es que la subvención cubra el 60% de la inversión y financiar el 40% restante. «Tenemos acuerdos con entidades bancarias, incuso algún ejemplo de financiación al cien por cien. El proyecto es viable den la subvención o no, pero, lógicamente, si nos la dan es maravilloso».

Se financiaría con las cuotas de los socios, sea a cinco años o a 20, así que no se pediría a los ayuntamientos una inversión adicional en caso de no recibir la ayuda. «Este modelo no está pensado para ahorro del propio ayuntamiento. Entra como un socio más y a lo mejor paga tres o cuatro cuotas mensuales porque tiene varios puntos de suministro porque le interesa, pero el objetivo no es ese. Lo que hace es poner a disposición un espacio público para que se instalen ahí las placas y dé servicio a sus vecinos». Liderar su pequeña comunidad con su centro médico o sus piscinas.

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El ahorro directo para el consumidor final, que deberá hacerse socio de la comunidad, está alrededor de un 30%

Los socios pagan una única cuota de entrada por adherirse a la comunidad –aproximadamente 50 euros– más una mensual de nueve euros que se reduciría al mínimo –unos dos euros– a partir del décimo año porque las placas solares estarían ya amortizadas. Arribas piensa en pequeñas tiendas de alimentación, peluquerías o despachos profesionales. Modestos comercios, no granjas de cerdos, pues la filosofía del proyecto excluye a grandes empresas. Se establecerán cuotas de consumo: por ejemplo, 0,5 kilovatios para una familia y quizás 1 para un establecimiento, que pagaría dos cuotas.

Una vez superada esta primera fase de adhesión de los ayuntamientos y el periodo de licitación y contratación de las instalaciones, empezará la batalla pedagógica. «Haremos la labor de explicar el modelo en cada municipio». Aún no hay ningún socio privado, que entrarán en esa fase de divulgación. «Puedes instalar placar solares en tu edificio con una inversión de 500.000 euros y llegar al cien por cien. Pero tienes que ver en qué plazo la amortizas y si puedes hacer esa inversión inicial. Con esto no llegarás al 90% de ahorro, pero solo tienes que apuntarte a una comunidad. Ni obras, ni proyectos».

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Y el apoyo por la sostenibilidad. Así que la oferta también pondrá a prueba la sensibilidad del comercio por un futuro menos contaminante. «Lo que puedo decir es que es creciente, sin duda. Y que ha venido para quedarse. Cada persona tiene una mentalidad, pero son decisiones que pesan cada vez más, entre otras cosas porque los propios consumidores cada vez están más concienciados». La Cámara asume la «responsabilidad» de liderar esta lucha, como más de una decena de sus homónimas por toda España, como Valladolid, Huelva o Badajoz.

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