Uno de los accesos al mercado de La Albuera cerrados por las obras. Antonio de Torre
Segovia

Los comercios de La Albuera buscan alternativas ante el cierre temporal del mercado

Algunos negocios mantendrán su actividad con envíos a domicilio mientras que otros se ven obligados a coger vacaciones forzosas

Jueves, 26 de septiembre 2024, 08:50

El mercado municipal de La Albuera, en la ciudad de Segovia, es escenario de nuevos avances de las obras para su modernización. La progresión de los trabajos en las últimas semanas obliga a cerrar al público el recinto para acometer la sustitución del suelo. Será ... una medida temporal, que se prolongará durante dos semanas en octubre, y que obliga a los comerciantes a contemplar alternativas: desde continuar su actividad con pedidos a domicilio hasta coger unas vacaciones forzosas.

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El interior del espacio comercial no es testigo, por el momento, de grandes modificaciones relacionadas con la reforma. Todo cambiará en apenas unos días, ya que a partir del 7 de octubre y hasta el día 19 está previsto que el mercado permanezca cerrado para cambiar el pavimento, una acción prevista en el proyecto que se puso en marcha en agosto.

Esta decisión supone un perjuicio para el conjunto de los negocios. Por ello, «estamos ajustando los plazos lo máximo posible», asegura el concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras, José Luis Horcajo. Algunos comerciantes tienen la esperanza de que los trabajos puedan incluso llevarse a cabo en menor tiempo de lo esperado, entre diez y doce días. «Seguramente sea así», confía el presidente de la Asociación de Industriales Vendedores y Adjudicatarios del Mercado Municipal de La Albuera, Emilio Saura.

El mercado permanecerá cerrado desde el 7 de octubre y hasta el día 19, aunque no se descarta una apertura en menor tiempo

En un principio, «el periodo de cierre era mucho más largo», recuerda el edil. Alcanzaba los cuatro meses, ya que la instalación de aerotermia en el suelo del edificio elevaba de forma significativa los plazos. «La junta directiva del mercado hizo la propuesta de que la climatización fuese por el techo y se han ajustado los tiempos lo máximo posible», destaca el presidente. «La empresa se ha comprometido y se está trabajando en ello», insiste el concejal, en aras de conseguir una mayor agilidad en el proceso y minimizar las posibles pérdidas de los negocios.

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Son varios los carteles de color amarillo que, colocados en paredes y mostradores, llaman la atención a los clientes sobre el clausura temporal al público del edificio. Los propios vendendores también difunden la noticia y aclaran la postura que tomarán durante las dos semanas de cierre. Algunos de ellos lo hacen a través de folletos, en los que anuncian la posibilidad de realizar envíos a domicilio.

Sin opciones

Es el caso de Javier Velázquez, al frente de la pollería Ana y Javier, quien intentará «trabajar por teléfono» y así tomar nota de los pedidos. «Tenemos la suerte de que vamos a poder acceder al puesto porque tenemos la entrada por fuera, pero hay quienes no van a poder hacerlo, como son los que entran por el pasillo; hay gente que está cabreada, pero no hay otra solución», relata. La situación personal y económica de cada negocio es diferente. Por ejemplo, el café-bar Tentaciones, regentado por Álvaro Navarro, tendrá que bajar la persiana. «No tengo otra opción», explica.

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La misma decisión han tomado tanto la carnicería Aníbal como la pescadería Antón. Sus propietarios han optado por tomar un descanso. «Van a poner el suelo y con los productos tóxicos podemos tener problemas, así que cogeré vacaciones», considera el pescadero Paco Vicente. Ambos locales están situados en la parte más próxima a la entrada desde la calle Andrés Reguera Antón, que tiene el acceso cortado con motivo de la creación de un paseo peatonal.

En el caso del bar y pescadería, esto ha repercutido en una menor afluencia de visitantes a los puestos, lo que se atribuye a que los clientes deben rodear ahora todo el mercado para llegar a los locales. «Hay gente muy mayor que tiene que estar dando toda la vuelta, pero aun así vienen», declara por su parte el carnicero Aníbal García. Si bien es cierto que la lista de inconvenientes es amplia, «se supone que esto luego tendrá como resultado una serie de mejoras, es algo que ya se nos dijo que iba a pasar», señala Navarro.

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Velázquez también confía en la palabra de los técnicos: «Nos han dicho que es mayor el beneficio que el perjuicio que nos van a hacer», declara. Afortunadamente, el resto de los trabajos podrán convivir con el día a día del mercado. A día de hoy, las actuaciones se centran en la zona exterior del edificio y también en la renovación de uno de los aseos. «El del ala de arriba lo van a tirar cuando esté el otro hecho y se pueda abrir», asegura.

Saura remarca que el contacto con el Ayuntamiento es permanente. «Han pasado dos meses y se ha hecho bastante», se alegra. El propio concejal aclara que los operarios ya trabajan a pleno rendimiento en los cuatro lotes en los que se divide la obra, que incluye la mejora del confort, el acondicionamiento de las dependencias interiores, la remodelación de la envolvente térmica y acústica y la renovación de la climatización y luminaria.

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Operarios trabajan en la reforma de la calle Andrés Reguera Antón. Antonio de Torre

«En noviembre tiene que estar todo terminado»

Las obras de modernización del mercado de La Albuera avanzan «en plazo». Así lo asegura el presidente de la Asociación de Industriales Vendedores y Adjudicatarios del Mercado Municipal de La Albuera, Emilio Saura, quien aclara que el proyecto, que ahora llega al ecuador, debe estar terminado como muy tarde en noviembre para «dejarlo el 6 de diciembre todo presentado» y no perder la subvención europea que nutre el presupuesto.

La envolvente del tejado, que cuenta con más de 1.400 metros cuadrados de superficie, «ya está prácticamente acabada», señala Saura, quien se mantiene en continuo contacto con los técnicos responsables del proyecto. Tan solo queda el último tramo de la entrada principal, pues esta semana finalizan las actuaciones para el aislamiento térmico y acústico en la parte cercana al instituto. «Lo que más guerra está dando es la calle Andrés Reguera Antón, pues lleva una cimentación tremenda y se han encontrado con algunos problemas», relata.

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