![Los comerciantes confían en un aumento de las ventas pese a unas rebajas «desvirtuadas»](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202207/06/media/rebajas-tanarro.jpg)
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En estas rebajas Segovia tiene Zara, El Corte Inglés y Media Markt. Cuando un turista paseando se acerque a preguntar a un segoviano si en Segovia hay Zara, éste podrá asentir y señalar su móvil. El comercio 'on-line' traspasa fronteras; ese cupo de habitantes ... que limitaba a Segovia de disponer de ciertas grandes superficies ha quedado obsoleto con el denominado 'e-commerce'. La velocidad logística que habilitan las empresas textiles para los pedidos y las comodidades de cara al pago y la devolución, hacen que cada vez la competencia de las grandes cadenas sea más directa a comerciantes de pequeñas ciudades pese a éstos no tener un Zara en la acera de enfrente. «El comercio 'on-line' como el de Inditex es brutal. La competencia en el sector textil es feroz, aunque en el calzado quizá no tanto porque la gente es más de probarse los zapatos y es unos de los pocos sectores donde sigue teniendo tirón la tienda física», explica Roberto Manso, presidente de Fomento de Empresas de Comercio de Segovia (Fecose).
En cada periodo de rebajas que acontece es más patente la huella del comercio 'on-line'. Según datos facilitados por CaixaBank, el 'e-commerce' con tarjetas españolas en mayo de 2022 anotó una subida del 60% respecto al mismo periodo del año 2019. La pandemia ha sido un acelerador. «En rebajas, las grandes cadenas tienen una gran ventaja sobre los pequeños comercios por el marketing tan grande que poseen y porque venden también 'on-line' aprovechando su publicidad. Para un pequeño comercio es difícil competir con eso», señala Manso, que además apunta que «este periodo que comienza el 1 de julio sirve también a los pequeños comercios para poner sus 'rebajillas', aunque ya no es lo mismo».
Pese a que el pequeño comercio se aventure a cubrir su escaparate con carteles que avisen a los clientes del comienzo de los descuentos, son conscientes del velo de irrealidad que supone este periodo de rebajas veraniegas. Manuel Muñoz, presidente de la Agrupación de Comerciantes Segovianos (ACS), lo explica palmariamente: «Las 'rebajas' se llaman así porque las llamamos así, pero no son rebajas como tal; eso es una cosa que ha desaparecido. Seguimos conservando el periodo temporal donde se hacían, pero el concepto está muy desvirtuado». La causa de que las rebajas hayan perdido parte del significado que tenían antaño radica en las acuciantes campañas de descuentos que grandes comercios promocionan durante todo año. «Ofertas, semanas fantásticas, semanas sin IVA…». Y reclaman desde la agrupación sectorial que «se vuelva a estipular el periodo de rebajas legislado como existía hace unos años».
Punto de vista similar al que ofrece Manso (Fecose). «Llevamos unos años desde que dejaron de ser obligatorias las rebajas como tal y ahora ya se hacen descuentos todo el año, sobre todo las grandes cadenas. Hay tiendas que las empiezan antes, otros después, entonces el periodo de rebajas se ha quedado muy desdibujado». «Las rebajas empiezan en teoría el 1 de julio y los comercios por la costumbre ponen el cartel de rebajas y hacen alguna oferta. Tiene alguna repercusión durante la primera o segunda semana y luego ya decae porque no es como era antes, que era un periodo para quitar el 'stock' de mercancía. Ahora sí que se quita todo lo que se puede, pero también se va haciendo antes».
En referencia a las expectativas de venta, Muñoz (ACS) dictamina que el comercio depende de dos factores: «Uno es gente en la calle, eso lo tenemos porque ya la gente le ha perdido el miedo a salir de casa; el otro es el poder adquisitivo, esa parte que no necesitan para gastos de primera necesidad, ahí estamos peor». Castilla y León ha padecido la segunda tasa de inflación más alta de toda España en mayo de este año, un 9,9% en el Índice de Precios al Consumo (IPC). Es intrínseca la subida en luz, gas y combustibles. Una vorágine de vicisitudes que merman la capacidad adquisitiva del bolsillo medio. «El margen que le queda al cliente para gasto, que es de lo que nosotros vivimos, pues obviamente se ha reducido. Por lo tanto, el momento no es el idóneo en el apartado económico», cuenta Muñoz. O, como sintetiza Roberto Manso: «Son rebajas 'light', aunque en cierta medida la gente sigue yendo por costumbre».
Sin embargo, se atisban brotes de esperanza ya que la respuesta de ambos representantes gremiales a la pregunta sobre si esperan superar las ventas de 2019 coincide. «Sí, hay que ser optimistas». No toman como referencia los dos últimos cursos tan condicionados por la pandemia. «Lo que creemos que puede pasar es que va a haber un volumen de ventas bueno, no sé a qué año poner el listón, lo que está claro es que sobre los dos últimos años no se podría poner, pero si los tomásemos como ejemplo va a haber más número de ventas que estos dos años», augura Manuel Muñoz. Las agrupaciones de comerciantes sí consideran que los consumidores se hayan podido reservar durante estos meses para concentrar su capacidad de gasto en este periodo. Pero el representante de ACS matiza que «lo que no se sabe es si al final vamos a ganar muy poco o vamos a perder, porque los márgenes se han estrechado muchísimo; los costes han subido, no se ha podido repercutir todo lo que se tenía que repercutir en el precio final y si, además, aplicamos una rebaja del 10 o del 15 por ciento pues el beneficio para el pequeño comercio disminuye notablemente».
Ante la perspectiva de en qué cantidad bajarán lo precios y dónde se aplicarán los descuentos no existe un baremo exacto, dependerá de cada provincia y cada comercio. Muñoz (ACS) aclara que «al principio, las rebajas siempre empiezan con un ritmo de descuento más tenue, pero luego se va acelerando el descuento. No estamos tan atomizados como una gran cadena, que puede decir que más de 2000 artículos hasta el 50%; esto va por sector, por barrios y por zonas…».
Pese a que tras la vacunación y la estabilización de los contagios la gente es más propensa a salir a la calle y a entrar en los comercios, la pandemia aún sigue generando cierta incertidumbre en las tiendas. «El virus parece que se ha ido, pero no se ha ido. Estamos ahora en una séptima u octava ola y tenemos como un 20 o un 30% más de gente que viene con mascarilla. Esto es algo que se nota muchísimo en el comercio», asegura Roberto Manso.
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