El colegio San Gil de Cuéllar trata de fomentar las vocaciones científicas

En España, sobre todo en Cataluña y Valencia, aunque en menor medida en Castilla y León, la brecha de diferencia por género de profesiones relacionadas con la ciencia es aún grande. «Sigue habiendo muchísimas menos niñas que se dediquen a las ciencias», apuntó Ladrón, quien destacó que tras la experiencia del año pasado, «que nos dio muy buenos resultados y contribuyó a dar a conocer muchas profesiones de ciencias», este año han optado por repetir como centro '11 de febrero'.

La directora también ofreció otros datos, como que sólo una de cada 100 adolescentes en España quiere dedicarse a las Tecnologías de la Información y la Comunicación, por lo que desde el centro se apostó por continuar esta iniciativa con la plataforma del 11 de febrero, y realizar charlas y talleres con los pequeños «para que vean que tanto niño o niña, da lo mismo el género, pueden dedicarse a la profesión que quieran».

También tratan de llegar más lejos, y con sus iniciativas intentan «visibilizar la labor de muchas mujeres de ciencias, que durante la historia han sido ninguneadas o no se les ha dado la importancia que merecían, y apenas se conocen. De hecho, si vas a buscar a las bibliotecas información sobre algunas, es difícil, y es ahora cuando empiezan a conocerse a mujeres que son astronautas, que se han dedicado a la química, a la física o a la programación, que antes no se conocían. Los nombres eran sólo masculinos», afirmó Noa Ladrón.

Las actividades organizadas incluyen desde acciones en la biblioteca, donde estos días tienen un lugar privilegiado los libros de ciencias y de mujeres valerosas, hasta la organización de charlas que hablen sobre la importancia de la mujer en la ciencia. Todo con el fin de visibilizar el trabajo de las científicas, a crear roles femeninos en los ámbitos de la ciencia y la ingeniería y a promover prácticas que favorezcan la igualdad de género en el ámbito científico.

El calendario de charlas se abrió ayer. María Babón Blanco, enfermera de Fremap, expuso su vocación y su labor en una actividad con el título 'La enfermería es la profesión del cuidado'. Sus talleres comenzaron con los más pequeños, los alumnos de Infantil, a quienes les mostró cómo realizar algunos primeros auxilios.

Así, los niños portaban un muñeco con el que pudieron realizar sus pequeñas prácticas. Algún niño (y algún muñeco) fueron vendados por Babón, que también les enseñó a llamar al teléfono de emergencias 112 o a saber si una persona respira.

Después, el taller se trasladó hasta la biblioteca del centro, donde participaron los alumnos de primero y segundo de Primaria. Pudieron aprender y profundizar en primeros auxilios y cuidados básicos, en primer lugar la definición de accidente y qué hacer en caso de tener o encontrarse con uno, como no perder la calma, pedir ayuda a los mayores y llamar al 112.

Los escolares también aprendieron nociones de primeros auxilios, conocieron los tipos de heridas y su tratamiento, las hemorragias y sus tipos o las fracturas y los tratamientos, además de las quemaduras. Y no desaprovecharon la oportunidad para recordar sus últimas heridas o las de sus familiares, con los tratamientos básicos que se deben realizar antes de acudir al médico.

En la última parte del taller, la enfermera Babón se centró en qué hacer ante desmayos o atragantamientos. Mostró a los pequeños cómo se comprueba si una persona respira y cómo colocarla en la posición lateral de seguridad. En el caso del atragantamiento, el protocolo, según les explicó, comienza por enseñar a toser, golpear la espalda, y si persiste, realizar la maniobra de Heimlich.