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Pese a ser la fuerza más votada, el Partido Popular perderá su segundo escaño en la provincia de Segovia, en favor de Ciudadanos, en las elecciones generales del próximo 28 de abril. Es el resultado que arroja la encuesta de GAD3 para El Norte ... de Castilla, realizada entre los días 1 y 20 de marzo, periodo en el que han trascendido los nombres de las personas que encabezarán las tres candidaturas favoritas: Beatriz Escudero (PP), José Luis Aceves (PSOE) y Eduardo Calvo (Ciudadanos).
El descenso del Partido Popular es, cuando menos, llamativo. La encuesta atribuye a la formación que encabeza Pablo Casado el 31% de los votos, 14,5 puntos menos de los que el PP de Mariano Rajoy obtuvo en la provincia el 26 de junio de 2016, última cita electoral (los populares ganaron aquellas elecciones con el 45,5% de los votos y lograron dos escaños, que ocuparon Beatriz Escudero y Jesús Postigo). Además, sería su peor resultado desde las elecciones de 1979, bajo la llamada Coalición Democrática (CD).
El PSOE, por su parte, experimenta una subida de 6,5 puntos y alcanza el 28% de los votos. El partido de Pedro Sánchez recupera mucho apoyo en el electorado segoviano y recorta veintiún puntos su diferencia con el PP (se queda a tan solo tres puntos de la formación de centroderecha, frente a los 24 que los separaron en las últimas elecciones). No obstante, la recuperación de voto no decanta en su favor el tercer diputado en liza, que cae de lado de Ciudadanos. El partido naranja mantiene el 15% de los sufragios (pierde tres décimas respecto a los comicios de 2016), pero esta vez le sirve para representar a la provincia de Segovia en el Congreso de los Diputados.
La explicación a la merma de apoyos del Partido Popular y a la recuperación socialista se encuentra, respectivamente, en la fragmentación del voto en la derecha (el 13% que obtiene el emergente Vox es directamente proporcional a los 14,5 puntos que pierden los populares) y en el desplome de Podemos, que pasa del 15,1% de los votos conseguidos en 2016 al 9% que le otorga la encuesta de El Norte de Castilla. El voto a Vox contribuye a que el PP pierda su segundo escaño, si bien el partido de Santiago Abascal, pese al elevado porcentaje de votos que recibe, no consigue representación alguna, de acuerdo con la lógica de la ley D'Hont. Por su parte, el avance del PSOE se produce, entre otros factores, a costa de Podemos, que pierde mucho fuelle en Segovia: los 6,5 puntos que ganan los socialistas casi coinciden con los 6,1 que se deja en el camino Unidas Podemos (marca con la que la coalición entre la formación morada e Izquierda Unida concurrirá a la cita).
Históricamente, desde las elecciones de 1977, -las correspondientes a la Legislatura Constituyente-, el centro-derecha (UCD, AP-PDP, CP y PP) ha obtenido dos diputados en la provincia y el Partido Socialista uno, a excepción de lo ocurrido en junio de 1986, único antecedente del resultado que pronostica la encuesta. En aquellas elecciones, excepcionalmente, el resultado fue de 1-1-1. Coalición Popular (CP), predecesora del PP, obtuvo el 36,3% de los votos y un escaño, que ocupó el histórico Modesto Fraile Poujade. En segundo lugar quedó el PSOE de Felipe González, con el 32,3% y un diputado, Juan Muñoz García, pero la sorpresa la protagonizó el Centro Democrático y Social (CDS) de Adolfo Suárez, que obtuvo el 23,4% de los sufragios y un escaño para José Antonio López Arranz, exalcalde de Segovia.
De darse los resultados que arroja la encuesta, no sería la primera vez, pues, que las generales otorgan en la provincia un triple empate 1-1-1. De esta manera, los tres representantes que Segovia tendría en el Congreso de los Diputados son Beatriz Escudero (PP), que afronta su cuarta legislatura (es diputada desde 2011); José Luis Aceves (PSOE), que debuta en la Cámara Baja, y el cunero Eduardo Calvo (Ciudadanos), que también entraría en el Congreso por primera vez. No repetirán Jesús Postigo (PP) ni el socialista Juan Luis Gordo. Si, en su lucha por el voto, especialmente con Vox, el PP consiguiera un segundo escaño, sería Raquel Sanz la que acompañara a Beatriz Escudero y José Luis Aceves en el hemiciclo, en detrimento de Eduardo Calvo. Precisamente, una de las incertidumbres de la próxima campaña será el apoyo que obtenga Vox, que ni siquiera ha desvelado todavía el nombre de sus candidatos. Su presencia hace tres años fue puramente testimonial (obtuvo el 0,3% de los votos), pero la encuesta de El Norte lo sitúa, a día de hoy, con el 13% de los sufragios. Un salto muy significativo que convierte al partido derechista en la cuarta fuerza política de la provincia (por detrás de Ciudadanos y por delante de Podemos).
Los tres diputados que salgan elegidos tendrán por delante un ingente trabajo, independientemente del color del futuro Gobierno. La inestabilidad política que el país vive desde finales de 2015 ha dejado aparcadas numerosas iniciativas en la provincia que urge acometer. En 2016 dio comienzo la ejecución de dos de los proyectos más esperados en la capital segoviana: la ampliación de la SG-20 y la construcción del nuevo Palacio de Justicia. Las obras de la variante están en marcha, aunque han experimentado retrasos, pero las del Palacio de Justicia continúan paralizadas. Deber del nuevo Ejecutivo será desbloquearlas.
También sigue a la espera la construcción de una variante en San Rafael. El proyecto para eliminar el tráfico pesado que circula por la travesía de la N-VI es una prioridad para el municipio de El Espinar. El Ayuntamiento lleva años demandando una solución, pero, hasta el momento, los Presupuestos Generales del Estado apenas han dotado al proyecto de las partidas necesarias para realizar los estudios previos.
Continúa pendiente, por otra parte, el recrecimiento de las presas del Tejo, en El Espinar, y Puente Alta, en Revenga. Los socialistas demandaron ambas obras durante la última campaña electoral, argumentando la necesidad de acometer estas infraestructuras del ciclo hidráulico para garantizar el abastecimiento de agua a Segovia, su alfoz y los núcleos situados a lo largo de la carretera de San Rafael, en la falda de la sierra.
La rehabilitación del teatro Cervantes, en la capital segoviana, constituye otro de los retos para el futuro Gobierno de España. El de José Luis Rodríguez Zapatero anunció la licitación de las obras en el año 2011, al final de su segunda legislatura. Sin embargo, los recortes motivados por la crisis la dejaron en un cajón. El Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy retomó la idea, también en su recta final (año 2018), e incluso llegó a presupuestar un millón de euros en las cuentas que Pedro Sánchez heredó. Las ruinas del emblemático coliseo aún aguardan una reconstrucción.
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