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La festividad de la Asunción de la Virgen este 15 de agosto volvió a dejar a Segovia como una ciudad de contrastes. En cuestión de minutos y de unos cientos de metros de distancia, las calles ofrecían imágenes bien diferentes. Por un lado, los barrios ... situados a las afueras de Segovia apenas registraron movimiento. Comercios cerrados, al igual que bares y restaurantes, y decenas de plazas de aparcamiento libres. Sus vecinos aprovecharon que no era jornada laboral para quedarse en casa, para marcharse al pueblo a disfrutar de la fiesta o para marcharse a otros destinos si tienen la suerte de iniciar sus vacaciones en la segunda quincena de agosto.
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El ambiente era muy diferente en el casco antiguo de la ciudad. Aunque a primera hora de la mañana la imagen guardaba ciertas similitudes con la de los barrios, al no percibirse el movimiento de una jornada laboral, ya a media mañana la presencia de turistas fue llenando de color y sonido a las céntricas calles de Segovia. Las zonas de aparcamiento más próximas al Acueducto pronto se llenaron de coches, al igual que de personas vías como la avenida del Acueducto, la plaza del Azoguejo o la Calle Real. Un escenario que se repitió también en los pueblos con más atractivo turístico como el Real Sitio de San Ildefonso, Sepúlveda, Turégano o Pedraza, repletos de visitantes para disfrutar del 15 de agosto.
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