Uno de cada cinco pueblos de Segovia está gobernado por mujeres

Según el Ministerio de Política Territorial, todas las legislaturas registran, de forma lenta, una evolución positiva hacia la paridad. También en la provincia de Segovia, donde casi la mitad de las alcaldesas repiten en el cargo tras varios de gestión de sus municipios. En otros seis pueblos segovianos ha habido cambio de gobierno, pero se ha mantenido una mujer al frente de la corporación.

Entre las que repite está Pilar Martín, alcaldesa de Brieva, un municipio de en torno a un centenar de habitantes. En 2019 se lanzó a la política a petición del alcalde anterior, que habló con ella para que fuera quien tomara el relevo. «Yo vivo en el pueblo de continuo y buscaban a una persona que pudiera seguir con la trayectoria que él inició», recuerda. Aceptó la propuesta «un poco sin saber qué era», pero convencida de la necesidad de comprometerse con el pueblo en el que vive. Con el objetivo de «intentar mejorar las cosas», los vecinos de Brieva confieron en ella en 2019 y en 2023 han renovado su apoyo avalando su gestión anterior.

En 2019 se convirtió en la primera mujer que accedía a la alcaldía de Brieva. Reconoce que al principio chocó un poco, «pero se aceptó muy bien». Cuatro años más tarde ha roto otra barrera en la localidad segoviana, formando un equipo de gobierno que está ingregado únicamente por mujeres: la alcaldesa y otras dos concejalas. «Hemos hecho un buen equipo», declara orgullosa. La mayoría de mujeres en la Administración municipal no acaba ahí. La secretaria y la auxiliar administrativa también son féminas.

El protagonismo femenino en el Ayuntamiento de Brieva no ha sido algo premeditado. «Surgió así», comenta. Martín subraya que la dedicación a la política municipal supone un gran compromiso y mucho trabajo. También en los pueblos pequeños como Brieva. «En los más grandes tienes ayuda, delegas áreas, pero en uno pequeño lo mismo te toca coger una escoba como organizar una campaña cultural del Festiva Pan Duro Poesía o estar al pie del cañón con las obras de saneamiento», explica.

Junto a ella trabajan en el Ayuntamiento de Brieva su teniente de alcalde, una economista que trabaja en un banco; y una tercera concejala, profesora de inglés, de nacionalidad americana y española. «Consideré que podíamos hacer bastantes cosas y por eso pensé en ellas, no porque fueran mujeres. El problema es encontrar gente que quiera y encontré a estas dos compañeras muy dispuestas y con muchísima ilusión, con ganas de seguir trabajando, que es lo que importa», comenta.

Al igual que sus compañeras, Pilar Martín también compagina su trabajo normal con la Alcaldía. Al frente del Ayuntamiento apenas ha notado machismo o algún tipo de reticencia por ser mujer. «A algún vecino de cultura musulmana quizá le costaba más trabajo dirigirse a mí a la hora de que yo le tuviera que mandar algo, pero sin mayor problema», recuerda. Destaca el respeto total hacia su labor y celebra sentirse «muy aceptada» en el puesto.

Otro caso es el de Maria del Carmen Rico, recientemente nombrada alcaldesa de Zarzuela del Pinar, localidad de algo menos de 500 vecinos. También llegó a la política hace cuatro años y de casualidad, después de la propuesta del anterior alcalde para que fuera el número tres de sus listas. Aceptó sin pensar porque «siempre he visto en mi pueblo muchas cosas que no me gustaba como se hacían o como estaban, y la única forma de cambiarlas es desde dentro.

Asegura que desde el primer día en el Ayuntamiento puso las cosas claras y advirtió al alcalde «Soy de las que va de frente, transparente». Ha forjado su carácter entre hombres, tras una infancia en la que era la única niña en una clase con otros ocho niños y criándose con dos hermanos varones. «Siempre me he rebelado contra los roles de género, ya venía yo con la igualdad tatuada», declara la nueva alcaldesa de Zarzuela del Pinar. Se define como «muy sociable y con vocación social, de ayuda». De ahí su entrada en política: «Por mi inconformismo y mi vocación social».

Su advertencia cuando entró en el Ayuntamiento se convirtió en realidad. No estaba convencida del trabajo que realizaba el equipo de gobierno, por lo que después de algo más de un año decidió continuar como concejala no adscrita. Desde entonces asegura que fueron muchos los vecinos que apoyaron su decisión y la animaron a formar una candidatura. Aceptó, convenció a su número dos, otra mujer, y a su padre, número tres. «Ese inconformismo mío viene de casa. Ahora estamos haciendo buen equipo, pero le recuerdo que me tiene que tener al día de todo».

Rico recuerda varios episodios durante el anterior mandato en las que la mandaron callar en varias ocasiones. «No me lo tomé como una actitud machista, pero viéndolo desde fuera me he dado cuenta de que a otros nunca les han mandado callar, por lo que tengo la duda de si la actitud era por ser mujer», dice. Por cuestión de género sí que se ha sentido en alguna ocasión algo menospreciada, «por ir de igual a igual». Pese a ello, sostiene que en los pueblos no hay mucho machismo, aunque lo ha vivido en temas puntuales. Como ejemplo destaca que los representantes de la Mancomunidad o la Comunidad de Villa y Tierra siempre han sido los hombres, mientras que a las concejalas se les asignaba la representación en el consejo escolar, en los roles de educación o de cuidados, donde la mujer ha tenido más peso.

Ana María Zamarro es un tercer ejemplo de mujer al frente de un ayuntamiento. En su caso, su debut en política ha sido por la puerta grande, con la Alcaldía de Cantalejo, un municipio de 3.500 residentes. Siempre había estado vinculada a la localidad de una manera activa, pero no dentro de la política. Cuando se lo propusieron «me di cuenta de que la mejor manera de cambiar las cosas es desde dentro».

Pero no solo entró en política, sino que lo hizo directamente como número uno de la lista del Partido Popular en sustitución del anterior alcalde, que tuvo que cambiar las siglas populares por las de Vox. Zamarro no dudó. «Llega un momento en el que eres consciente de que si quieres mejorar tu municipio y trabajar para él tienes que estar en primera línea», apunta. Es la primera mujer que llega a la Alcaldía de Cantalejo, lo que supone «un orgullo, pero mentiría si no digo que también es una responsabilidad añadida».

La nueva regidora de la ciudad briquera afirma que le gustaría poder decir que no existe el machismo en el medio rural. Pero no puede. Es consciente de que «existen desafíos en cualquier comunidad, incluidos los pueblos». Por ello, se muestra partidaria de fomentar un equilibrio y «comprender que la igualdad de género se puede lograr en cualquier entorno».

En las pocas semanas que lleva como alcaldesa no ha sentido menosprecio por el hecho de ser mujer en un alto cargo, aunque asegura que si hay machismo respecto a aquellas féminas que ejercen mayores responsabilidades. «Espero, en los cuatro años que me quedan por delante, poder poner mi granito de arena para que esto no sea así», concluye.

Aunque la representación de las mujeres en política cada vez es mayor, los partidos consideran que aún hay bastante margen para avanzar. «Vamos ganando terreno, pero todavía falta incrementar el número de mujeres que ocupamos o que ocupan puestos de liderazgo o puestos de gobierno», apunta Azucena Suárez, vicesecretaria de Acción Social y Mujer del Partido Popular de Segovia y concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Segovia.

Suárez apunta que a las mujeres, en general, les cuesta dar el paso de participar en muchas de las esferas profesionales y en la vida política, por una razón clave, «estamos siempre marcadas por la atención a los cuidados, la conciliación, todos esos impedimentos y obstáculos que ralentizan esa incorporación de las mujeres mucho mayor a la vida política y otros ámbitos profesionales».

Con un 21% de ayuntamientos gobernados por mujeres, Suárez asegura que es un dato que, aunque está lejos de la paridad, «es muy positivo» y más cuando, un informe de Naciones Unidas apunta que en las jefaturas de gobierno en el mundo las mujeres suponen en torno a un 8%. «La apuesta del PP por las mujeres en Segovia está muy por encima del porcentaje a nivel general. Hay muchas mujeres alcaldesas en la provincia y la apuesta del Partido Popular por la presencia femenina y los liderazgos femeninos en lo que afecta al ámbito de Segovia es muy considerable en ese sentido», asegura. En este sntido, señala que la mayoría de de las alcaldesas son del Partido Popular (es el partido con más gobiernos municipales). Añade que el partido tiene «muy en cuenta la presencia» de las mujeres a la hora de confeccionar las listas, sin olvidarse de que una mujer es cabeza de lista al Senado por su grupo en la provincia.

A pesar de ello, es consciente de que en el ámbito político en general se choca con impedimentos y roles de género «que todavía atan a las mujeres, que todavía nos impiden participar de la misma manera que lo hacen los hombres por los motivos de corresponsabilidad, conciliación y demás». Suárez no se olvida de la aportación de las mujeres en política como clave para afrontar el reto demográfico y como eje para fomentar e impulsar medidas de conciliación, junto a la corresponsabilidad.

«Hay que ser positivos», insiste. Si se echa la vista atrás, sostiene que es mucho lo que se ha conseguido «y las mujeres cada vez se animan más a participar en política». «Para mí, como vicesecretaria de Mujer, es fundamental que existan cada vez más medidas e impulsarlas, para que las mujeres podamos estar ahí contribuyendo a una sociedad más justa, más inclusiva y más igualitaria».

El hándicap de la maternidad y los cuidados es una de las cuestiones que nombra Leticia Martín, secretaria de Igualdad del PSOE de Segovia, como causa que provoca que las mujeres puedan ser reacias a ir en las listas electorales en los primeros puestos. Aunque ahora «parece que estamos haciendo las cosas bien y sí que hay más paridad en cuanto a los cuidados en el hogar y la crianza de los pequeños». No obstante, reconoce que las mujeres siguen cargando mucho con todo lo que tiene que ver con los cuidados, lo que resta tiempo a las responsabilidades políticas. «Eso hace que nos quedemos en unos segundos puestos, donde podemos acoger algo de responsabilidad, pero no tanta como para cargarnos con una doble tarea, como puede ser la crianza y llevar una Alcaldía», asevera.

Un ejemplo es el porcentaje de afiliación a los partidos, muy similar entre hombres y mujeres. Sin embargo, al final quien suele llegar a los órganos de representación son más los varones. «Según ellos porque nosotras no nos presentamos», declara.

Su visión es diferente. Martín considera que «a nosotras no nos enseñan tanto a mostrar nuestra opinión en el espacio público, con lo cual tenemos que hacer un doble trabajo». Añade que «tampoco nos sentimos tan escuchadas, por lo que tenemos que hacer un doble o triple esfuerzo, no solo para expresar nuestras opiniones, sino también para que sean escuchadas en el ámbito político e institucional, sobre todo cuando son en órganos directivos». Sin embargo, destaca que hay mujeres que son madres y han conseguido compaginar ambas cosas «de forma maravillosa».

Por último, Martín también detalla que con la Ley de Paridad, se buscan más mujeres, aunque en las agrupaciones más pequeñas en ocasiones es más difícil y en algunas ocasiones no ha sido posible. «Pero sí creo que el trabajo que ha estado haciendo el PSOE con todas las leyes que promueven la igualdad ha favorecido a que las mujeres decidan dar ese pasito adelante y entrar en la política y en la representatividad ciudadana».