Consulta la portada del periódico en papel
Un momento del reparto. Codinse

Provincia de Segovia

Cien donantes del nordeste rescatan el reparto de comida caliente a los ancianos

Una campaña de 'crowfunding' de Codinse recauda más de 12.500 euros para costear un servicio subvencionado solo parcialmente

Domingo, 18 de febrero 2024, 08:30

La calidad de vida en el nordeste de Segovia, la zona con menos densidad de población de habitantes de la provincia, la mantienen sus vecinos. Pocos, pero unidos. Lo ha comprobado Codinse (Coordinadora para el Desarrollo Integral del Nordeste de Segovia), que ha recaudado más ... de 12.500 euros entre pequeñas donaciones de una campaña de crowfunding 'Comida, apoyo y simpatía' para salvar su servicio diario de comida a domicilio para una treintena de personas mayores de una docena de pueblos que se agotan como Navares de Enmedio, Navares de Ayuso, Carabias, Valdevacas de Montejo, Maderuelo, Moral de Hornuez, Fresno de la Fuente o Pajarejos. Un centenar de donantes, entre particulares, asociaciones y alguna empresa. Comida caliente y una cara amable para conectar con el último rincón. «Va más allá, algunos están solos solísimo y esto significa que todos los días les ve una persona», subraya su coordinadora, Mar Martín.

Publicidad

Codinse es parte de Colectivos de Acción Solidaria, una ONG nacional con una plataforma web para donaciones de este tipo. «Vimos la oportunidad de pedir apoyo para intentar mantener el comedor». El proyecto, parcialmente subvencionado por la Junta y por un pequeño copago de los usuarios –cinco euros por el menú y 1,50 por el desplazamiento– sumaba cada vez más gastos con los mismos ingresos y el año pasado tuvo que aportar más fondos propios. Su viabilidad estaba en riesgo. «Veíamos que no llegábamos».

El servicio funciona entre lunes y viernes; la mayoría suele recibir visitas durante el fin de semana, pero también tienen la opción de recibir el viernes la comida del sábado y el domingo. Frente a otros servicios que tratan de reducir costes visitando los pueblos uno o dos días por semana, la comida a domicilio defiende la periodicidad diaria. «Repartimos recién hecha y en caliente y el servicio va más allá, significa que todos los días les ve una persona».

El repartidor es una ventana al mundo para solucionar otros problemas y hacer un seguimiento sobre el estado de salud. Vecinos que no reciben más visitas en todo el día. «Desgraciadamente, a veces nos encontramos sorpresas». Puertas que no se abren porque el inquilino ha fallecido entre un menú y otro, la realidad de la despoblación. Es habitual que los repartidores tengan algún contacto de la familia para emergencias. La época con menos demanda de usuarios es la navideña su momento más álgido, cerca del verano, llegó el año pasado a los 35 comensales.

Publicidad

Desde 2014

El proyecto arrancó en Campo de San Pedro gracias a un convenio con su Ayuntamiento para disponer de un edificio municipal como cocina o comedor. «Cuando empezamos en 2014 era un lanzamiento piloto, no sabíamos hasta dónde íbamos a llegar». Eran comensales presenciales; primero del propio pueblo y después del entorno, personas mayores a las que recogían a domicilio gracias a una furgoneta, también municipal. Más personas y más rutas para un concepto que cambió en la pandemia. El servicio siguió ininterrumpido como actividad esencial y llevó la comida a las casas. «Era más necesario que nunca, de hecho, se incrementó».

Aquel proyecto iniciado para que los mayores fueran al centro de día y socializaran perdió adeptos por el coronavirus. «Había muchas personas a las que ya era difícil traer, pero no le podíamos quitar el servicio. Y compaginar las dos cosas encarecía mucho el tema». Así que el reparto a domicilio se impuso por mayoría mientras Codinse organiza algún evento puntual para que los que pueden moverse a Campo de San Pedro se encuentren. «Ante los mayores preferían salir, pero ahora les cuesta mucho. Son más mayores, la movilidad es más reducida».

Publicidad

Esta acción resuelve un problema frente a la soledad o a la movilidad reducida

La comida caliente resuelve un problema frente a la soledad o a la movilidad reducida. «Para gente que está sola, hacer la comida resulta difícil. Se acaba comiendo de cualquier manera, repitiendo muchos días lo mismo para no cocinar todos los días. Estas cosas nos pasan a todos». Así que hay un fin de bienestar. «Regularizar un poco, que haga una comida bien al día es importante para su salud». Del servicio se encargan una cocinera y la persona encargada del reparto. La financiación es necesaria para que los ancianos puedan asumirlo. «El coste total es alto, las distancias son grandes. Serían difícil, algunos no lo podrían pagar. En la zona en la que estamos la mayoría tiene pensiones pequeñas del Régimen Especial Agrario». Los residentes den Campo de San Pedro acuden al propio local a por el menú.

El objetivo de Codinse eran los 20.000 euros, con la meta de que no fuera un parche, sino que permitiera dar más recorrido al servicio. «Ha sido una aportación bastante importante y estamos muy agradecidos». La donación más alta ha sido de 1.000 euros y los mínimos son 10, 20 o 50 euros. La campaña sigue abierta y los donantes han sido principalmente vecinos de la zona. Más allá de lo económico, la campaña ha servicio para visibilizar un proyecto que ha sumado financiación de la Fundación La Caixa y el servicio está garantizado para 2024 y cuenta con recursos para 2025. «No es tanto la cantidad, sino todo el proceso, que la gente lo conozco. Todo esto va a servir para asentarlo».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad