La ciberamenaza en Segovia: una conexión vulnerable por cada diez habitantes

Esto quiere decir que los malhechores han comprado más papeletas para perpetrar sus fechorías informáticas, fundamentalmente estafas. El abanico de dianas sobre las que pueden apuntar sus dardos los ciberdelincuentes se ha ampliado en un 60%.

En solo un año, hay 6.221 dispositivos más expuestos en Internet de una manera que no es la deseada o que se encuentran comprometidos e incluso ya pueden estar afectados por algún software malicioso. Dentro de estas víctimas propiciatorias, también están los equipos que simplemente están mal configurados, por lo que sus barreras de protección son más sencillas de derribar.

No es de extrañar, pues, que la cibercriminalidad avance y continúe dibujando una tendencia al alza, como se extrae de los datos del Ministerio del Interior correspondientes al primer trimestre del año en curso. Entre enero y marzo, ambos inclusive, en el conjunto de la provincia se han registrado 530 infracciones penales cometidas, bien mediante la utilización de medios informáticos o realizadas en el propio espacio cibernético.

El incremento con respecto al mismo periodo de 2023 es del 50,1%, provocado por el incremento que experimenta el volumen de casos relacionados con estafas informáticas que les llega a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Si el balance del Ministerio se ciñe a la capital, la curva ascendente de la ciberdelincuencia aún repunta más. En concreto, un 137,5%, lo que la hace ser una de las ciudades de más de 20.000 habitantes de España donde más ha crecido este tipo de infracciones penales en los últimos tiempos. Ninguna capital de provincia de Castilla y León ha registrado un aumento tan notorio con respecto a 2023.

En el resto del país, la única capital que supera, en términos relativos, esa subida, es Teruel, con un 145% de incremento; aunque hay que matizar que, según las estadísticas de Interior, la cantidad de delitos tramitados por las Fuerzas del Orden en la ciudad aragonesa es menor que la contabilizada en Segovia. En los tres primeros meses del presente 2024 han atendido 171 casos de cibercriminalidad solo en la capital del Acueducto, el doble que en la localidad turolense y 99 más que los registrados entre enero y marzo del curso precedente.

Esta ciberdelincuencia al alza es el motivo de que, en el cómputo global, la criminalidad haya crecido en la ciudad un 35,9% en el trimestre inaugural del presente año, como revelan los datos del Ministerio que dirige Fernando Grande-Marlaska. El balance pone de manifiesto que las infracciones legales consideradas convencionales, como los robos con fuerza a personas o en viviendas y establecimientos, el tráfico de drogas, las sustracciones de vehículos o los delitos contra la libertad sexual, también han aumentado, aunque en menor proporción.

Entre los pasados meses de enero y marzo, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad atendieron 370 delitos penales, lo que supone una media diaria, solo en la ciudad, de cuatro ilícitos. El crecimiento con respecto al mismo trimestre de 2023 es del 13,5%. Los casos en los que los ladrones emplearon la fuerza para asaltar casas, locales u otras instalaciones son los que más se han disparado -prácticamente un 243%- dentro de delincuencia tradicional. Han pasado de siete a veinticuatro en el último año, como revela el informe de Interior.