El CHD rebaja el aviso en el río Riaza tras inundar riberas en el nordeste

En Languilla confluye el Agüisejo, que desemboca en el Riaza al paso por este término municipal. La cantidad de agua acumulada en ambos cauces propició la crecida que experimentó a lo largo de la madrugada. El caudal se había disparado y multiplicado por 133, un volumen desbordante que ha anegado riberas y campos por los que discurren estos dos ríos.

Además, han arrastrado a su paso vegetación y barro, de ahí el color marrón con el bajan. También, la fuerza del torrente en algún punto ha derribado y arrancado algunos árboles que no han soportado la potencia del agua embravecida. El exceso de los caudales también ha ocasionado la inundación de alguna zona recreativa en Languilla próxima al Agüisejo. El río desbocado se ha salido del curso en otros enclaves anegando tramos de caminos y ha acechado el tráfico por la SG-945, que va desde Ayllón hasta el límite con la provincia de Burgos pasando por las poblaciones, entre otras, de Languilla o Mazagatos, que son las más afectadas por las avenidas de este miércoles.

Entrada la tarde, el caudal del río Riaza medido en la estación de aforo de Languilla había bajado a 17,57 metros cúbicos por segundo. Es decir, se ha reducido más de la mitad desde el amanecer. Lo mismo ocurre con la altura que alcanza en este punto en el que la CHD evalúa la situación para emitir o levantar las alertas por crecidas.

Desde primera hora de la mañana, el nivel ha disminuido casi 60 centímetros después de que alcanzara 1,80 metros a las seis de la mañana. Todavía se mantiene muy elevado si se compara con los quince centímetros que registraba el río Riaza a la altura del término de Languilla antes del episodio de la avenida.