CESM pide «respeto para la objeción de conciencia» de los médicos ante la eutanasia

Dicho esto, el portavoz segoviano de CESM asume la aprobación y reciente entrada en vigor de la norma que legaliza la práctica de la eutanasia y que introduce dentro del marco legislativo la regulación del derecho a solicitar la prestación de ayuda para morir, que podrá recibirse por la administración de forma directa o asistida. España se ha convertido así en el quinto país en el mundo que regula la eutanasia, junto a Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Canadá.

«Son decisiones políticas, al fin y al cabo, en las que no debemos de entrar; pero lo que no debe hacer es imponer doctrinas», apostilla Miguel Marina.

Hasta ahora, la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Segovia no tiene constancia de haber registrado solicitudes de casos en la provincia desde que echara a andar la nueva legislación, una vez publicada en el Boletín Oficial del Estado el pasado 25 de junio, tres meses después de que el Congreso de los Diputados encendiera la luz verde de su tramitación.

La petición de la muerte asistida es legal cuando una persona mayor de edad, española o con residencia legal en el país, que sufre una enfermedad grave o incurable, un padecimiento grave, crónico e imposibilitante o un sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable. La eutanasia recibirá financiación pública una vez incluida en la cartera básica de servicios del Sistema Nacional de Salud.

Así pues, la reciente ley no termina de convencer a los profesionales facultativos. El presidente de la Confederación Estatal de Médicos en Segovia hace hincapié en que «al igual que hay que respetar el derecho a la eutanasia se debe de tener en cuenta y respetar el del médico que se ampara en la objeción de conciencia» frente a esta práctica, pensamiento que hace extensible al aborto.